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Jungkook contempló a lo lejos a Hoseok, ambos fijaron su mirada, contemplándose. Hoseok le sonrió dulcemente para luego enfocar su mirada en la oficial y también en el abogado que conversaban con él sobre hacer una demanda por aquellas amenazas, y Hoseok escuchaba con mucha atención, él no pensaba dejar las cosas así. Incluso, sus miedos habían desaparecido, se sentía aliviado de que ya no tuviera ningún peso sobre sus hombros, nunca los tuvo, estaba cansado de esconder su dolor.

Los señores Jung se acercaron a su hijo mientras cargaban a bebecito Taehyung, quien al ver a su padre, extendió sus brazos, en búsqueda de su afecto. El pelirrojo lo tomó entre su regazo para darle varios besos en su mejilla, la oficial y el abogado se alejaron para conversar entre ellos.

—Padres—dijo el pelirrojo contemplando a sus progenitores—. Papás, lo siento mucho.

—No amor—dijo el señor Jung acariciando su cabellera—, no tienes porque disculparte.

—Tu padre tiene razón hijo—comentó la alfa mientras también aprovechaba acariciar la cabellera de aquel chico—. Eres nuestro hijo sin importar que, siempre estaremos orgullosos de ti.

Hoseok se limpió las leves lágrimas que estaban asomándose sobre las esquinas de sus ojos y abrazó a aquellas dos personas.

—Eres fuerte Hoseok—prosiguió su padre—,has hecho lo correcto—el señor Jung contempló a su esposa—. Eres importante para nosotros.

Hoseok rió ante aquello para luego contemplar a su hijo mientras los cuatro se fundieron en un abrazo acogedor. Hoseok se alejó de sus padres para estar un rato con su hijo, los señores Jung se miraron entre ellos.

—No piensas decirle ¿Cierto?—preguntó la señora Jung a su esposo.

—No, no quiero que lo sepa; pero aunque no sea de mi sangre, siempre será mi hijo—dijo contemplando a su esposa para darle un beso.

—Hemos criado un buen hijo—contestó ella frotando su nariz con su pareja.

—Lo hemos hecho—comentó el señor Jung acostando su cabeza en el hombro de su esposa.

<<Un joven señor Jung se encontraba contemplando la lluvia mientras esperaba a su esposa, era muy joven y tenía 20 años, vivía con su esposa en una humilde casita, se habían ido a vivir juntos sin el permiso de sus familias dado que no aceptaron la relación. El omega hizo un puchero mientras se limpiaba sus manos con un trapito viejo algo desgastado. Recordó que debía ir a la tienda a comprar algunos ingredientes para hacer la cena. Así que tomó su sombrilla para luego salir a pasos apresurados a comprar. Mientras caminaba por la desolada calle, decidió tomar un atajo.

Se metió en un callejón con salida que le evitaría dar la enorme cuerva en U, mientras cantaba muy feliz y tarareaba, escuchó el llanto de algo, el omega se sobresaltó un poco, preguntándose que podía ser aquel extraño chillido.Se acercó a unos basureros que habían presente, abriendo cada deposito, en eso su mirada reparó sobre una maletín negro pequeño. El señor Jung frunció el ceño y se hincó, al abrirlo un llanto de bebé hizo eco sobre aquellas frías paredes. El omega se cubrió la boca mientras unas lágrimas salieron de su rostro, un recién nacido no más de una semana de seguro, estaba desnudo, abandonado para que muriera en aquella fría noche.

El omega miró a los lados: ¿Quién podía ser tan cruel de dejar a un pequeño que ya había nacido en esas condiciones? Se limpió las lágrimas para sacar al pequeño de aquel maletín, el bebecito lloraba y temblaba del frío, su pancita rugía con fuerza, tenía hambre—. Oh pequeño, no llores más—pronunció el señor Jung para buscar rápido una tienda, por mantas, un poco de leche y regresar a su casa. Mientras caminaba por las calles, cubriendo al pequeño con la sombrilla, se golpeó con una mujer algo mayor, quien le contempló en ese momento.

JungHope|| The baby and WHO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora