Después de las primeras horas Joaquín se había dejado caer agotado en las primeras sillas que logró ver, frente a una maquina de bocadillos en el jardín trasero. Emilio se dirigió a ella y metió un par de monedas, sacando así un par de botellas de agua.
No habían hecho gran cosa, simplemene hablaron con los residentes del lugar, ayudaron a uno que otro moverse o a buscar una que otra cosa. Incluso animaron a las personas con chistes de ancianos y escuchando sus relatos. Y el término hicieron estaba mal empleado, ya que Emilio había hecho la mayor parte del trabajo. Joaquín se quedaba dormido con cada sección, apenas presentándose y escuchar algo de la conversación.
Emilio se sentó a su lado, asustando a Joaquín, le tendió la botella de agua y él la tomó, para luego volver a cerrar los ojos acomodando su ropa antes.
- ¿Por qué estás tan cansado?
No obtuvo respuesta.
- Joaquín - le dio un codazo, despertándolo.
- ¿Ah? ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? - miró a Emilio - Ah... Hola hyung.
Sonrió adormilado, volviendo a tomar del agua. Emilio lo miró fijo.
- ¿Por qué estás tan cansado?
- Salí muy... Tarde del 24/7 - empezó a balbucear, pues empezaba a quedarse nuevamente dormido. Por lo que Emilio volvió a codearlo - ¡Y...! Y... No he pegado ni un ojo en todo la noche.
Bostezó.
- ¿O sea que saliendo del trabajo te fuiste a la escuela?
Asintió, cerrando los ojos lentamente mientras su cabeza se balanceaba.
- ¿Al menos te bañaste?
Negó, bostezando nuevamente y dejando caer su cabeza en el hombro de Emilio. Sorprendiendo al azabache. Se quedó quieto, escuchando la respiración pacífica de Joaquín, sintiendo como se acomodaba mejor para usar su brazo como almohada.
- Eres un puerco - murmuró.
Joaquín rió leve. - Gracias hyung... Siempre... Tan lindo...
Lo último fue más un balbuceo, pero Emilio logró escucharle.
La cabeza de Joaquín se resbaló hasta caer en su regazo, donde Emilio lo miró acomodarse de lado, juntó sus piernas y dándole leves golpes como si fuesen almohadas.
- Hyung...
- ¿Uhm?
- Eres cómodo - murmuró -. Tan suave... Me gusta.
Emilio aplanó los labios. Ese niño ya estaba diciendo incoherencias. Suspiró y quitó su sudadera, dejándose en una playera negra y poner la sudadera sobre el cuerpo de Joaquín, tapando su rostro con la capucha para que el sol no le molestara.
- Gracias - apenas lo escuchó.
No contestó, se limitó a mirar a otro lado y recargar su brazo en el cuerpo de Joaquín, dándole golpecitos suaves.
A lo lejos vio a sus amigos acercarse alegres. Alejo se acercó cauteloso junto a Dylan, sonriéndole.
- ¿Es Joaquín ? - murmuró el rubio.
Asintió. - Está muy cansado, así que no hagan ruido.
Ambos intercambiaron miradas cómplices. Hablaron un largo rato, incluso riendo entre murmullos para no despertar al Joaquín durmiente. Camilo y Asher se unieron minutos después, conversando del mismo modo, hasta que la hora de las evaluaciones llegaron y tuvieron que ir a la cafetería donde se encontraron a Ethan con otro chico más alto.
Emilio despertó a Joaquín, quien caminaba como zombie hasta volver a sentarse en una mesa y esconder su rostro entre sus brazos. Todavía con la sudadera de Emilio.
"Evaluado: Joaquín Bondoni.
Evaluador: Emilio Osorio.Mi compañero Joaquín Bondoni cumplió con todas las tareas pedidas. Ayudó en cada una e incluso en otras extras por su propia cuenta. Si tengo que ser sincero, diría que casi no tuve participación, por lo que mi compañero debería llevarse el crédito."
ESTÁS LEYENDO
✩Sweetie✩
Fanfiction«Mírenlo siendo tan lindo y adorable... debe ser un truco, quizás trama algo. Ese niño no es normal, es demasiado amable para ser real, debe ocultar algo realmente oscuro. iEs perverso! ¡El mal personificado! Si buscas en el diccionario la palabra "...