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El chico de ojos pequeños, mejillas regordetas y los cabellos oscuros seguía abrazando de aquella forma cercana los hombros de Joaquín mientras contaba quién sabe qué cosa

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El chico de ojos pequeños, mejillas regordetas y los cabellos oscuros seguía abrazando de aquella forma cercana los hombros de Joaquín mientras contaba quién sabe qué cosa. Joaquín tapaba su boca con su mano izquierda cada vez que soltaba una carcajada y se acercaba inconscientemente a su cuerpo, sus mejillas se veían ligeramente teñidas y sus manos nerviosas.

Seguía mirándole con el ceño fruncido y los labios aplanados, apretaba la botella de plástico entre sus dedos imaginándose que era el cuello de aquel chico. Quizás antes, cuando se encontraba junto a ellos y no ahí sentado en una banca alejada, se habría abalanzado sobre él o le habría dado un golpe disimulado si no fuera por Alejandro. Quien al verlo tan tenso e irritado le abrazó por detrás, moviéndolo de un lado a otro cantando con voz chillona y murmurándole un "calmado tigre".

Por que él sabía que su amigo, aún si era muy extraño verle de esa manera, era bastante celoso y posesivo cuando algo le importaba. Entonces comprendió que realmente le importaba Joaquín Bondoni.

Tampoco era impulsivo y se la vivía golpeando a la gente, pero por si las dudas.

Si no fuera por Alejo, posiblemente hubiera abrazado sus hombros y pegado a su cuerpo o entrelazado sus meñiques para que, por lo menos, hoshi se diera cuenta que estaba con él.

Estúpido Hoseok.

No... Igual sólo soy un amigo...

Estúpido Joaquín.

- Uy, casi puedo verte lanzar rayos láser de tus ojos - Camilo había dicho burlón tras haberse sentado a su lado -. Esa botella no tiene la culpa, celoso-Osorio. ¿Por qué no te acercas?

Emilio le miró cual perro rabioso y Camilo alzó las manos en son de paz todavía con la sonrisa burlona en su rostro.

- No me agrada.

- Tampoco a mí - confesó mirando hacia los chicos. Asher reía cual foca de circo pegándose mucho a su amigo y sosteniéndose de sus hombros, su rostro tornándose rojo de a poco -. Es amigo de Asher y aunque me da mala espina, no puedo hacer nada.

- ¿No te molesta que sea tan cercano y confiado con él?

- Joder, me emputa - le miró ceñudo -. Pero ¿qué puedo hacer? No puedo ir y obligarlo a alejarse de él sólo porque soy celoso.

Emilio le miró atento, escaneando su rostro. - ¿Asher te amenazó para comportarte, cierto?

- ¿Cómo lo supiste?

Rió negando con la cabeza, Camilo le sonrió avergonzado mirando a otra parte.

- Ya~ estábamos hablando de ti - le dio leves codazos -. De ti y tus celos hacia el trasero de melocotón.

- ¿Le dirás así por siempre? - le miró ceñudo - Joaquín Bondoni, Joa-quin.

- Lo siento bro, si apodo a alguien se llamará así por siempre - encogió los hombros -. Y por favor, no me cambies de tema. Te lo volveré a preguntar, ¿por qué no te acercas?

Enfocó sus ojos hacia el pelirosado, quien con el rostro enrojecido parecía querer negar algo. Jugueteaba con sus dedos y parecía muy nervioso. Tanto como Dylan y Alejo apuntaban sus mejillas burlándose, aparentemente, de él. En algún momentos sus ojos le enfocaron y le saludó tímidamente.

Pero él no respondió el saludo.

- Prefiero estar aquí y verlo desde lejos... - suspiró - Así al menos no me sentiré tan miserable al tenerlo tan cerca y a la vez tan le-

- ¿Sabes qué? Ya me tienes harto.

Emilio le miró sorprendido por el tono que había usado, mirándole ceñudo. Camilo no le miraba a él, si no a Asher hablando con su amigo. Muy, demasiado cerca. Quiso reír pero a cambio le dedicó una sonrisa burlona.

- Tranquilo galán.

Camilo, con la mandíbula apretada y las manos empuñadas en sus muslos, le dedicó una mirada de muerte al chico de mejillas regordetas. Asher parecía un poco preocupado, sujetando sus mejillas, pareciendo hablarle de una manera paternal. Entonces, de un rápido abrazo el chico se fue sacudiendo sus manos hacia su dirección. Ambos sonrieron falsos como despedida.

- Bueno, no fue taaaaan malo - Camilo suspiró volviendo a mirarle -. ¿Decías algo?

- Nada, celoso-Cam.

Camilo no pudo evitar reír leve. - Cuando te fuiste los chicos hablaron de ciertas cosas... Creo que deberías hablar con Joaquín.

- ¿Ahora qué hice?

- Sólo habla con él - no se movió -. Ahora, en este momento, ¡pero ya!

A empujones Emilio se levantó, acomodó sus ropas y le miró ceñudo antes de dirigirse hacia los chicos a pasos tranquilos.

Asher le estaba pegando lo mandón.

No sabía por qué, pero comenzaba a sentirse nervioso.

No sabía por qué, pero comenzaba a sentirse nervioso

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✩Sweetie✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora