Isabel Trejo ama leer y eso no es secreto, toda su familia y amigos lo saben.
Su amor por la lectura es tanto que decidió crear un canal de YouTube para poder compartir las maravillosas historias que lee cada día. Al comenzar su canal en Booktube el...
Más adelante se dan cuenta. Leer bajo su responsabilidad.
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El único secreto que nadie sabía ha sido revelado. Esa verdad que aún me daba pesadillas de vez en cuando ahora no solo es mía para enfrentar. Ya no más. No soy capaz de mirarlo a los ojos. No cuando sé la tormenta de odio que voy a encontrar en ellos.
-Santiago quería acompañarme, pero yo no lo quería ahí, así que le mentí. Le dije que íbamos a ir a la casa de Alan el lunes, pero yo fui un día antes. Creí que era capaz de hacerlo sola, pero siendo sincera muy en el fondo quería ir sola para poder darle otra oportunidad. Estaba tan manipulada por él que yo pensaba que sin su compañía yo no sería nada. La idea me aterraba.
Mi mirada se nubla por las lágrimas. Es la primera vez que digo estas palabras en voz alta, espero que sea la última también.
-Le dije que ya no quería estar con él, que estaba harta. Trato de hacerme cambiar de opinión, pero algo dentro de mí me impidió perdonarlo. Cuando se dio cuenta de que hablaba enserio, enloqueció, pero era tan bueno ocultándolo y yo estaba tan dolida por nuestra despedida que cuando me pidió un último beso, no vi la pequeña navaja en su mano.
Puedo sentir la ira radiando del cuerpo de Jayden, no sabía que un ser humano era capaz de sentir algo así.
-No me di cuenta de lo que pasaba hasta que sentí el filo de la navaja cortar mi cuello. No recuerdo mucho después de eso- confieso-. Solo sé que había sangre, mucha y que era mía. Sé que logré empujarlo antes de que cortara todo mi cuello; recuerdo como me gritaba una y otra vez que le pertenecía y que si mi muerte era el precio por tratar de dejarlo, que no le importaba pagarlo. Por mucho tiempo esas palabras atormentaron mis sueños. No tengo idea de cómo logré salir de esa casa, mucho menos de cómo llegué a la mía y que mi madre no notara la sangre que manchaba mi blusa. Supongo que entré en un estado de shock. Hice todo de manera automática porque no soy capaz de recordar cómo sané la herida, ni de cómo lavé la sangre del carro. Nadie se enteró y después de amenazar a Alan con llamar a la policía cuando fue a pedirme perdón al día siguiente, no volví a verlo. Días después me llegó el rumor de que había comenzado a salir con una chica. Eso me mató por dentro. ¿Tan poco valía que me remplazó en menos de una semana?
-Isabel...
-Comencé a ir a terapia. Le dije a mi mamá que no me sentía bien, así que ella accedió. Ella vio cómo me iba desgastando con los meses, así que la idea le pareció maravillosa. Alan dañó tantas cosas y justo cuando estaba empezando a estar bien, él volvió.
-Dime que no volviste con él. Isabel, dime que no volviste con este psicópata- toma mi cara entre sus manos.
Me sorprendo al ver lágrimas bajar por sus mejillas. Su mirada me mira suplicante y niega la cabeza como bloqueando lo que acabo de contarle.
