La chica de los libros (En edición)

CAPITULO 3

Mi cámara graba cada detalle, desde como Ethan da ordenes hasta como Emma actúa su primera escena. Mis ojos están expectantes, captando todo lo que pueda. Tratando de que esta experiencia se quede para siempre en mi memoria.

-Impresionante, ¿No crees?

-Más que impresionante- le respondo a Caleb sin despegar mis ojos de la escena que está cobrando vida a metros de mí.

-Esa es la magia del cine.

- ¿Te convertiste en Cinemex de la nada?- pregunto, riendo.

-¿Cinemex?- cuestiona, y puedo escuchar la confusión recorriendo su voz.

-Sí, Cinemex.

-No sé de que estás hablando- confiesa. Por el rabillo del ojo puedo ver como suspira, negando con la cabeza.

-Sonaste como un cine mexicano- explico, reprimiendo una sonrisa.

- ¿Un cine mexicano?

-Te explico después- contesto, volteándolo a ver al fin.

- ¿Es algo malo? ¿A caso me estás insultando mediante cines mexicanos?- bromea, cruzándose de brazos.

A lo lejos puedo volver a escuchar a Ethan gritar indicaciones acerca de las cámaras y de cómo quiere que Emma actúe la siguiente escena. Toma todo mi poder no regresar mi atención a ellos y concentrarme en Caleb.

-¿Qué? No- río-. ¿Los cines son malos?

-No.

- ¿Entonces por qué piensas que te estoy diciendo algo malo?

-Los bilingües suelen hacer bromas en un idioma que no se entiende en otro para poder burlarse de cosas.

- ¿Hablas por experiencia?- pregunto negándome a aceptar lo correcto que está e imitando su pose.

-Mi madre habla francés e inglés. Se la pasa haciendo bromas en francés que solo ella entiende.

- ¿Tu madre habla francés?- pregunto, sorprendida.

-Desde antes de que yo naciera.

-¡Eso es genial!

-Eso dices porque no la escuchas decirnos cosas en francés cuando se enoja para que no entendamos- se queja, exagerando sus palabras pasando sus manos por su cara.

-Aprendan francés y van a entender- ofrezco como solución.

-¿Y para poder entender lo de Cinemex debo de aprender español?

-Exactamente, Caleb.

-Entonces creo que tu nuevo trabajo va a ser enseñarme español, Isabel.

Estoy por responder, pero una mano se posa en mi hombro, robándome toda mi atención.

Ethan.

Volteo con velocidad a donde hace unos minutos se estaba desarrollando una de las escenas del libro solo para encontrarme con Emma sentada en su silla tomando agua y las demás personas conversando entre ellas. Supongo que estaba muy concentrada con Caleb para darme cuenta que se habían tomado un descanso.

-Isabel no lleva aquí ni un día, Caleb. ¿Ya estas intentando llevarla a una cita?- comenta Ethan con una sonrisa ni amigable, ni burlona en sus labios, sino que una mezcla entre ambas. En este día que llevo aquí he aprendido que eso significa que Ethan está a punto de hacer uno de sus comentarios.

-Si aprender español es considerado como una cita, entonces sí- responde, sonriendo socarronamente.

Siento el calor subir hasta mis mejillas al escuchar sus palabras, lo cual es estúpido porque no dijo nada coqueto o que haya sido digno de que me sonrojara. Tomo un largo respiro, esperando poder controlar el color que ahora adorna mi cara.