CAPITULO 7

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- ¡Dijiste una salida!- me quejo.

-Es una salida- responde Anabeth.

- Una salida que planeas que dure todo el día.

-Suerte- ríe Ela, llevándose una dona a la boca-. No queremos tener a Jayden aquí en todo el día. Es domingo anti-Jayden.

-Y al parecer anti-Isabel- me cruzo de brazos, riendo.

-Si Jayden está aquí, no nos va a dejar ver sus películas.

-No sabía que eras admiradora, Ela- la molesto.

-Me gusta como actúa, no lo voy a negar- se encoje de hombros-. No le digan, no quiero estar escuchando sus comentarios al respecto o juro que en una escena de un beso voy a morderle el labio tan fuerte que no va a poder comer nada por días y eso- nos mira-, será su culpa.

- ¿No se supone que son mejores amigos?- pregunta Anabeth.

-Lo somos- nos sonríe, sacudiéndose las manos-. Pero eso no significa que me agrade la idea de él preguntándome si es verdad que dije que actuaba bien cuando desde que lo conozco le he dicho lo contrario.

- ¿Por qué no le dices?- pregunto, curiosa por la respuesta.

-Es algo entre nosotros, supongo. Él sabe que no lo digo de verdad.

-Volviendo al tema inicial- interrumpe Anabeth-. Ocupamos a Jayden fuera de aquí.

- ¿Por qué quieren ver todas sus películas? ¿No es suficiente verlo aquí a diario?- comienzo a hacerme una trenza. El cabello me está comenzando a incomodar, así que decido amarrarlo un poco.

-Jayden cambió el bote de Shampoo de Adam por talco. La venganza es necesaria- suelta Ela como si esa explicación fuera la mejor del mundo.

Me quedo callada por unos segundos, procesando lo que acabo de escuchar.

Sabía que Jayden tenía una buena amistad con todos aquí, pero no a tal grado de entrar al camerino de alguien para cambiar botes de shampoo.

- ¿Y ver sus películas es venganza?- cuestiono, incrédula-. ¿Saben el significado de esa palabra?

-Demasiado bien, diría yo-dice Ela.

-Ver sus películas no es venganza- les digo.

-Lo es cuando él odia que estemos repitiendo las frases que él dice en esas películas- responde Anabeth-. Y tenemos planeado aprendernos cada línea.

- ¿Y por qué no solo puedo distraerlo las cuatro horas en las que vamos a un museo?

-En cuatro horas no vemos ni dos de sus películas- me mira Ela con incredulidad.

- ¡Mándelo a su apartamento! -río.

-Si todos estamos aquí, él va a venir- Anabeth explica.

-No le digan que van a estar aquí- ofrezco como solución.

-Todos los domingos nos juntamos en la tarde noche a ver películas, sabrá que estamos aquí.

- ¿Todos?- la sorpresa se hace presente en esa palabra.

-Debe de haber una buena amistad entre todos para que la grabación salga lo mejor posible- me informa Ela, y Anabeth asiente con la cabeza.

-Lo entiendo.

Es brillante. Tienen un día para relajarse y convivir juntos. Estoy segura que esa confianza que están construyendo se va a reflejar en la pantalla.

-Aparte, esta salida le ayudará a Jayden a confiar un poco más en ti- dice Anabeth, asintiendo con la cabeza, confirmando su mismo plan-. No te sientas mal si lo ves actuar diferente contigo, tiene ciertas cosas que le impiden confiar fácilmente.

La chica de los libros (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora