CAPITULO 6

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Mi corazón late velozmente en mi pecho, haciéndome sentir viva. Es increíble que una simple vista pueda hacerme sentir tantas emociones al mismo tiempo.

Desde lo más alto del Empire State parece que estás en la cima del mundo, el viento besa mis mejillas con delicadeza mientras el ruido de la ciudad llega a mis oídos, haciéndome imposible dejar de contemplar los cientos de edificios que conforman Nueva York. Hay tantas luces que es imposible mirarlas todas y no dudo que se puedan ver desde el espacio. Oscuridad y luz se encuentran en esta ciudad al mismo tiempo, maravillándome.

Camino hasta el otro lado del Empire State y mi respiración se atora en mi pecho. Es muy diferente ver un lugar turístico a través de una pantalla a verlo con tus propios ojos. El puente Brooklyn se ve más impresionante desde aquí, con su estructura imponiendo belleza y fortaleza a la vez. Miro en otra dirección, ansiosa de seguir explorando la ciudad desde las alturas, y juro por Dios que Time Square parece una maldita estrella.

Nueva York.

Es aquí, a metros de altura de las calles, que me permito sentir todo: emoción, felicidad, nostalgia, absolutamente todo.

-Asombroso , ¿No crees?- indaga Anabeth, llegando a mi lado.

- ¿Cómo lograste reservar este lugar? -pregunto sin despegar mis ojos de la ciudad.

-Quería que todos vinieran , y si eso iba a pasar, tenía que asegurarme de que ellos no se sintieran incomodos- señala con su cabeza a dónde se encuentran los demás-. No me malinterpretes, aman a sus fans, pero a veces lo único que quieren es tranquilidad.

-Entiendo- respondo, dedicándoles una mirada-. Supongo que a esta parte del edificio no todos tienen acceso.

-Exacto- me sonríe-. Es por eso que obligué a Ethan a reservarlo.

- ¿Obligar?- levanto mis cejas, mirándola con complicidad y duda.

-Claro- ríe-. Solo tienes que decir las palabras correctas con ese hombre y hace lo que le pides, es algo divertido.

La sonrisa que se forma en sus labios al mismo tiempo que un brillo llega a sus ojos me hace entender que está pasando-. ¡Anabeth Miller!- grito, ganándome las miradas de los demás. Solo le sonrío y hago un gesto con la mano para dejarles saber que no es nada.

- ¿Qué sucede?- la expresión asustada en su cara casi hace que me sienta mal por ella, casi.

- ¿Desde hace cuánto tú y Ethan han estado saliendo?

La sorpresa que le causan mis palabras es evidente, su mirada abandona mi cara y se posa metros detrás de mi-. No sé de que hablas- junta sus manos antes de comenzar a jugar con ella.

-No estoy tonta, Anabeth- peleo con la sonrisa que amenaza en formarse en mis labios-. ¿Desde hace cuánto? ¿Los demás saben?

Por como sus ojos me piden perdón, sé que estoy en lo correcto-.Los demás saben. ¡Anabeth!- le reprocho.

-No es nada formal... aún.

- ¿Aún?- me acerco a ella, queriendo saber cada detalle.

-Hemos estado saliendo estas últimas semanas- confiesa-. Ethan y yo nos conocimos hace un año, cuando supe que él iba a ser el director, supongo que tener personalidades algo similares ayudó un poco.

-Te molesta todo el tiempo- digo, riendo.

-Es Ethan. Si pudiera molestar a un árbol y no verse como un loco, lo haría.

Suelto una carcajada porque sus palabras contienen tanta verdad-. ¡Cuéntame todo!

- ¿De qué le vas a contar todo, Anabeth?

La chica de los libros (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora