CAPITULO 8

918 147 213
                                    

- ¿Por qué estás tan mojada?- pregunta con cierta irritación una vez que ambos estamos en el carro-. Deja de mojar todo.

- ¡Yo no controlo el clima, genio!- respondo-. No sé si lo notaste, pero empezó a llover mientras estábamos en la calle. No es mi culpa que esté empapada.

-Te dije que el cielo se estaba nublando- gira la cabeza tan rápido que las gotas que recorren su cabello quedan en mi cara. Ahogo un grito de sorpresa mientras limpio el agua de mi cara.

-El cielo se nubla todo el tiempo y no llueve- me defiendo.

- Aquí si el cielo se nubla es porque va a llover. Pudimos evitar todo esto- nos señala con su mano-. Si me hubieras hecho caso y nos hubiéramos ido en vez de estar esperando en la fila por una nieve.

- ¿Tengo que recordarte que fuiste quien quiso ir a ese lugar por la nieve?- me cruzo de brazos-. No es mi culpa que esté en medio de Central Park.

-Si me hubieras escuchado no tendríamos que haber corrido debajo de la lluvia por minutos y llenarnos de lodo- reprocha.

Suspiro recargando mi cabeza en la ventana. Jayden tiene razón. Si nos hubiéramos ido cuando dijo no estaríamos en esta situación.

-Perdón- digo con sinceridad-. Tienes razón y lo siento. En Monterrey si se nubla es muy raro que llueva- explico-. Supuse que pasaba lo mismo aquí, perdón.

Mis palabras parecen tomarlo desprevenido porque sus ojos me miran con sorpresa-. ¿Te estás disculpando?

-Sé que fue mi error- lo miro a los ojos-. lo correcto es disculparme. No es para tanto. No te lo esperabas, ¿eh?- pregunto cuando su respuesta no viene.

-Sinceramente, no- ríe, pasando sus manos por su cabello.

-Soy buena sorprendiendo a la gente. Es una de mis cualidades.

-Una de las pocas- me molesta.

-Púdrete.

- ¿Qué hacemos ahora?

- ¿Puedes llevarme a mi hotel?- me abrazo a mí misma-. Supongo que ya no debemos de pasar el día juntos. Todas las actividades que planeó Ethan son al aire libre.

Me quedo esperando una respuesta que no llega. O no me escucho o me ignoro, conociendo a Jayden, la segunda opción es la correcta. Me volteo a mirarlo para repetir que me lleve al hotel , pero me topo con que está buscando algo en el asiento trasero.

- ¿Qué haces?- pregunto, confundida por lo que está tratando de hacer.

El no dice absolutamente nada, solo me entrega la chaqueta que utilicé para cubrirnos de los paparazi-. Tu ropa- es la única explicación que ofrece.

Analizo sus palabras y de repente soy consciente de cómo la blusa se pega a cada parte de torso. Sin dudarlo, tomo la chaqueta de sus manos para ponérmela y poder cubrirme-. Gracias.

-No hay problema- mira para otro lado.

-¿Podrías llevarme al hotel?- intento de nuevo-. Se nota que no va a dejar de llover en un rato, al menos que quieras quedarte aquí hasta que todo pare, creo que lo mejor es terminar el paseo.

-Me parece bien.

Me levanto un poco del asiento para poder sacar mi celular y la llave del hotel de mi bolsillo trasero del short cuando me doy cuenta de mi pequeño problema.

¿Cómo pude ser tan tonta?

-Mierda.

-Eso si lo entendí- dice Jayden pasándose las manos por su cabello.

La chica de los libros (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora