Cada paso se siente más pesado que el anterior, los nervios danzan por mi cuerpo como si este fuera el escenario, complicándome respirar con normalidad. Sé que Anabeth está hablando con los demás, pero no soy capaz de concentrarme en su intercambio de palabras. Mi mundo se redujo a las personas que están a unos centímetros de mi. El simple hecho de verlos aquí, platicando como si no fueran los actores más cotizados de la industria me sorprende, dándome un golpe de realidad. Ellos también son humanos, y hacen cosas normales. Creo que el verlos detrás de una pantalla de cine por tanto tiempo los convirtió en un tipo de divinidad para muchos. Sin embargo, eso no hace nada para calmar los nervios que siguen intensificándose con cada pisada que doy.
Cuando ya no puedo controlarlo, tengo que juntar mis manos para prevenir que sigan temblando. En todos mis años de vida jamás me había sentido así, nunca. Es por eso que odio que mi cuerpo me traicione de esta manera.
Siento una mano posarse en mi hombro-. Trata de no desmayarte- dice Anabeth con burla, sus ojos reflejan la diversión que siente en el momento.
-No eres de mucha ayuda, ¿sabes?
-Te está haciendo pasar por lo mismo que nosotros la hicimos pasar a ella cuando vio a todos en el set- interviene Lana con una sonrisa-. Apuesto a que lleva semanas planeando que palabras decirte para empeorar tu situación.
-No lo dudo- contesto.
-No iba ser la única que sufriera con esto- se defiende Anabeth, dejando que sus labios se curven en una leve sonrisa.
- ¿Tú no estuviste cuando fueron las audiciones? - volteo mi cabeza hacia Anabeth para que sepa que mi pregunta va dirigida para ella.
8 metros.
-Sí, tenía que estar presente para poder elegir a quienes le darían vida a mis personajes.
7 metros.
-Si. Tenía que estar presente para poder elegir a quienes le darían vida a mis personajes.
-Si estuviste en las audiciones, ¿Por qué te pusiste nerviosa aquí?- pregunto con genuina curiosidad. Sus palabras no tienen sentido, al menos, no para mí.
6 metros.
-Hay algo muy emocionante en verlos reunidos en el set por primera vez. Verlos audicionar fue una cosa, Isabel, pero verlos aquí listos para grabar fue más de lo que puedo poner en palabras. Estaba un paso más cerca de cumplir una meta, ese sentimiento no se puede explicar con facilidad.
Una sensación de familiaridad se asienta en mi pecho ante sus palabras. Sé a que se refiere, al final de todo fue ella quien me ayudó a cumplir una de mis metas al contactarme hace meses.
-Que hermosas palabras, Ana, lamento informarte que tus lagrimas ese día no fueron tan bonitas- dice Ethan.
5 metros.
-Oh cállate, Brooks- contesta Anabeth con fastidio.
Me río sin poder evitarlo y Anabeth, quien aún tiene su mano en mi hombro, lo aprieta y me empuja al frente débilmente.
-¡Oye!- digo aún riendo.
-Llevas menos de una hora aquí y ya te uniste al club de fastidio a Anabeth- me mira.
-¿Al club de qué?- mis ojos se posan en Lana en busca de respuestas.
-Al club de fastidio a Anabeth- responde burlonamente-. Bienvenida.
La cara de fastidio de Anabeth no engaña a nadie. Puede que diga que le moleste, pero sus ojos brillan de alegría. Está feliz de estar aquí. No es un secreto que muchos autores no pueden estar presentes en las grabaciones de sus libros, así que no puedo ni imaginarme la felicidad que debe de estar sintiendo Anabeth al poder decir que ella sí estuvo de principio a fin en el set. No importa que haya un grupo dedicado a molestarla, por cómo está mordiéndose su mejilla disimuladamente para evitar sonreír, sé que no le molesta en lo absoluto.
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La chica de los libros (En edición)
Storie d'amoreIsabel Trejo ama leer y eso no es secreto, toda su familia y amigos lo saben. Su amor por la lectura es tanto que decidió crear un canal de YouTube para poder compartir las maravillosas historias que lee cada día. Al comenzar su canal en Booktube el...