CAPITULO 25

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Siempre subestimo el poder del mar para extraer mis energías completamente. Cada vez que visito la playa olvido como las olas son capaces de agotarme de una manera increíble. Cuatro horas en el agua nadando con Jayden y molestando a los demás fueron suficientes para que mi cuerpo me gritara por ir a descansar. Así que eso hice. Una vez en la arena, extendí mi toalla, y me recosté para poder dormir unos minutos. Mi tranquilidad no duró mucho porque Caleb me rodeó con sus brazos y me aventó al agua de nuevo. Tarde una hora en volver a salir... una maldita hora.

Sigo impactada de la cantidad de energía que todos tienen. Anabeth era la única que parecía entender mi cansancio. Para su suerte, cuando ella dijo que estaba cansada, Ethan se la llevó a comer algo y a dormir un poco.

Bueno, espero por el bien de todos que sí se hayan ido a dormir.

Sin embargo, yo no tuve la misma suerte. Ellos se fueron, dejándome con cinco actores que tenían más energía de la que me gustaría.

- ¡La vista es hermosa!- escucho gritar a Emma-. ¡Isabel, no te duermas!

¿Cómo demonios siguen despiertos?

- ¡Jayden, despiértala! ¡Se va a perder del atardecer!

Lo escucho reír antes de mover mi cuerpo con gentileza.

-Abre los ojos- susurra-, Emma tiene razón.

No sé cómo terminamos en esta posición, pero aquí estamos, en la rueda de la fortuna Wonder Wheel, Jayden sentado a mi lado, yo recargada sobre él mientras me rodea con su brazo izquierdo. Su hombro es una almohada excelente.

-No importa- respondo.

Mis ojos pesan demasiado, está tomando todo de mí no dejar que el sueño se apodere de mi cuerpo.

-Vamos- insiste Jayden- solo abre los ojos un segundo.

- ¿Si lo hago van a dejarme en paz?

-Sí- contestan todos.

Ela y Adam decidieron ir preparando el lugar donde vamos a comer en vez de subir con nosotros al juego, pero estoy segura de que no subieron por el pequeño temor a las alturas de Adam. Sonreiría si no estuviera tan cansada.

-Bien- respondo.

Abro los ojos, mi mejilla se rehúsa a dejar la comodidad que me proporciona el hombro de Jayden, así que lo único que hago es posar mi vista en el cielo. El sueño que tocaba cada uno de mis sentidos es remplazado por belleza misma. Los colores naranjas, morados y amarillos que adornan el horizonte hacen que esté despierta al instante. Ver el contraste de color del cielo con el azul del mar hace que sea un espectáculo tan maravilloso que sé que pintores matarían por la oportunidad de pintar algo así de hermoso. Me incorporo, siento como Jayden se acomoda para darme una mejor vista, y su brazo nunca deja de rodearme.

Brisa fresca besa mi cara, haciendo que mi cabello se mueva a su ritmo. Me inclino un poco sobre Jayden tratando de apreciar más lo que presencian mis ojos. Estar en una rueda de la fortuna a unos cuantos metros del suelo solo hace de esta experiencia mejor. No soy capaz de poner en palabras la belleza del momento. Escuchar el sonido de las olas, el olor a mar, el atardecer explotando en colores, el brazo de Jayden rodeando mi cuerpo definitivamente es uno de los mejores días de mi vida.

-Te dije- me molesta Emma.

Mi mano se dirige a mis shorts en busca de mi celular, es entonces que me doy cuenta que lo único que traigo puesto es una camisa que le quite a Adam. Jayden parece adivinar mis pensamientos, porque saca su celular y con su mano libre enfoca el atardecer.

La chica de los libros (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora