El Último Superhéroe © [COMPLETA]

•Capítulo XV. Equipo es la llave a muchas puertas•

Vladímir se quedó en el auto sin saber qué otra cosa podía decir.

Cerró lo puerta y se mantuvo en silencio. Hayden a su lado lo ignoró completamente y pareció jugetear con un brazalete que estaba a atado a su muñeca. Paige, un lugar después, tampoco hizo un esfuerzo en comenzar una conversación, sino que apoyó su cabeza sobre la ventana y no lo miró.

Vladímir sabía que a Paige en el fondo seguía sin agradarle en lo más mínimo ese plan, y que en realidad ella se había rendido con tratar de disuadirle y había preferido irse con la opción de resignarse a ayudar.

Si no puedes contra tu enemigo, únete, decía un famoso dicho, y aunque desgraciadamente no podía aplicarse en los casos literales, venía bien en esa situación. En parte le alegraba a Vladímir que así fuera.

No podía imaginar lo que habría pasado si Paige hubiera decidido que realmente no planeaba ayudarlo. Probablemente se habría sentido aún más desanimado con ese plan, o quizá su miedo de llevarlo a cabo habría sido tanto que al final no sería ni capaz de intentarlo.

Vladímir miró las palmas de sus manos y entrelazó sus dedos, ensimismado en sus pensamientos.

Un par de minutos más tarde Amanda regresó al auto, y estando en el asiento del conductor, se volvió hacia ellos.

—Así que, ¿qué han decidido? —preguntó ella, mirando por el rabillo del ojo a Aaron y dedicándoles una mirada un poco más directa a Hayden y Paige.

Paige imprimió una pequeña sonrisa en sus labios, incluso si Vladímir tuviera que decirlo, admitiría que la veía un tanto forzada.

—Bueno, decidimos que queremos ayudarlos —dijo Paige—, sea cual sea su plan supongo que es mejor que nada.

Amanda sonrió de vuelta, solo que su sonrisa lució más sincera y genuina.

—Me alegra oír eso —confesó ella—, estuve pensando en lo que haremos y me parece que necesitaremos de un gran equipo para llevar a cabo nuestra idea. Ustedes podrían ser de gran utilidad.

Vladímir arrugó el entrecejo.

—Ellos no entrarán a la ARMUP —contestó con convicción.

—¿Y eso desde cuándo lo has decidido?

—Desde ahora, ni de broma quiero que ellos entren a ese hotel, si van a ayudarnos pueden hacerlo en la distancia.

—¿Quién a ti te puso a cargo? —cuestionó Hayden con un ligero tono furioso.

—Eso no importa, lo que importa es que ustedes estén bien, no podría perdonarme si algo les sucediera, accedí a que me ayudaran, pero no hay forma en que entren a esa asociación. El riesgo es muy algo.

Paige soltó un suspiro que expresaba muy claramente el fastidio que sentía.

—Agh —dejó escapar ella, luego prosiguió diciendo—: No actúes como si fueras el adulto aquí, mira que ni Amanda se pone así.

Amanda no pareció ofendida con el comentario.

—¡Si debo actuar así es porque no veo que ninguno tome con seriedad este asunto! —exclamó Vladimir, exaltado.

—Lo tomamos con seriedad —interrumpió Amanda—, pero no puedes prohibirles a tus amigos participar en esto como debe ser. Los necesitas, me necesitas, no hay más que decir, ¿de acuerdo? Entiendo que te preocupes en exceso, Vladímir, entiendo que tengas miedo de que alguien más muera... Pero eso no sucederá, no mientras yo esté aquí para ustedes.

—Además, no somos tan débiles como seguro piensas que somos —se quejó Aaron—, he leído muchos comics, sé como los superhéroes salvan el mundo, eso debe servir de algo, ¿no lo crees?