Vladímir en algún lado había oído que estar al borde la muerte implicaba ver su vida pasar frente a sus ojos.
Es decir, no era la primera vez que estaba cerca de morir, sin embargo, sí era la primera ocasión en que sentía que ya no habría manera de volver.
De pronto todo se volvió lento, como si estuviera viendo las cosas a través de una película a la que le habían modificado la velocidad.
El último piso del Empire State se estaba alejando conforme caía.
Sus ropas se sacudían, el viento silbaba en sus oídos y por algún extraño motivo se sentía tranquilo.
Sus dedos aún estaban aferrados al arma que sostenía como si su vida dependiera de ella, quizá en cierto modo así era.
La pistola estaba cargada y el seguro había sido removido, era similar a sujetar una bomba que ya tenía los segundos contados para su detonación.
¿Morten iría a ayudarlo? La posibilidad era remota y no podía calcularla por completo.
Era difícil tener la certeza de algo como eso, después de todo, sólo conocía a Morten de unos días y había dejado en claro su desprecio hacia él.
Estaba cayendo y sólo en ese momento podía ser plenamente consciente de lo imprudente que había actuado.
Tal vez nunca debió confiar en que las cosas saldrían como él lo esperaba.
La muerte estaba tan cerca de él, sólo era cuestión de que el tiempo para llegar al suelo acabara. Su corazón que latía desenfrenado lo sabía y sus extremidades que le costaba mantener bajo control también.
Un par de lágrimas se acumularon en el borde de sus ojos, las cuales rápidamente se extinguieron a causa de las ráfagas de aire.
Únicamente tenía segundos antes de que su entorno se oscureciera y todo se acabara.
¿Acaso ese era su fin? Se preguntó con cautela y un toque de tristeza.
¿Había errado al creer en su plan?
Tal vez simplemente no debió ser quien acabara con el villano de su historia.
Tal vez no estaba destinado a nombrarse héroe.
Vladímir cerró sus ojos, cuestionándose cuándo acabaría la caída.
Esperando por el instante en que todo daría fin.
Y de pronto el silbido del viento se detuvo.
Abrió los ojos de golpe y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al ver que Morten estaba ahí, al borde del edificio a varios metros de distancia, usando una de sus habilidades para evitar que cayera.
Vladímir miró por el rabillo del ojo que no había nada debajo de él, y que sin embargo, tampoco estaba flotando en el aire.
Lo único que lo separaba de una muerte segura era una de las barreras invisibles que Morten había usado para repeler las armas antes.
Vladímir soltó un suspiro, sabiendo que lo siguiente sería más complejo ahora que sabía que Morten no había pensado dos veces antes de lanzarse al borde del edificio para ayudarlo.
Pero eso no evitaba que aún quisiera dominar el mundo de una manera retorcida.
Por lo que apretó los labios con fuerza, apuntó su arma hacia Morten (cuya distancia, a pesar de ser un poco larga, era lo suficientemente cercana para que pudiera verlo sin problemas) y colocó su dedo en el gatillo.
Y disparó.
.
Paige, Aaron, Hayden y Anna habían llegado a New York durante la noche.
ESTÁS LEYENDO
El Último Superhéroe © [COMPLETA]
FantasyEllos son una asociación secreta dedicada a borrar de la faz de la tierra a los "superhéroes" con el pretexto de evitar lo que ya está escrito a suceder: su transformación al lado oscuro y el abuso de sus poderes. Él es un niño de diez años que lo...