Rivales | Caché Adaptación | Corrigiendo

Capítulo 25

Como sospechaba Poché, la semana en la escuela había sido un infierno. No solo por el hecho de que cada vez que Lina la veía, se hacía la enojada y sus amigas de nueva cuenta la cacheteaban.

Una por una.

Manuela la había vuelto a molestar y esta vez parecía peor que nunca. La verdadera razón era que, Daniela no la miraba. No le hablaba, pasaba junto a ella y la ignoraba, ni siquiera la fastidiaba junto a Manuela, la morena parecía haber dejado de existir para la castaña.

En estos momentos, estaban en clase de historia y Daniela se encontraba sentada, unas mesas adelante de ella, ignorándola al igual que todos estos días. Poché suspiró y extendió los brazos sobre la mesa, estaban en una clase muy aburrida, en su opinión.

—No me ha insultado ni una sola vez, Lau —se quejó jugando con el lápiz, sus ojos oliva estaban clavados en la espalda de la castaña.

—Puede que tenga mucho con los deberes y el equipo de animadoras —comentó su amiga, pero, después de ver a la castaña, comenzó a recapacitar—. O... puede que esté enojada.

—¿Enojada? ¿Por qué? —bufó fastidiada, Calle era un gran dolor de cabeza.

Laura tardó unos minutos considerando su respuesta, ella también había estudiado el gran cambio de la actitud de Daniela durante estos días y tenía una idea, una idea que nunca en su vida se le hubiera ocurrido antes. Pero, las acciones de la rubia hablaban por si solas...

—Puede... que esté enojada contigo, por besar a Lina.

—¡No la besé! —se defendió—. ¿Y eso qué tiene que ver?

—No sé, puede que no le gustó que abusaras de su amiga —comentó pensativa, sin querer llegar a la conclusión que era la más obvia.

—Qué yo no la besé —volvió a murmurar y Laura se quedó perdida en sus pensamientos, últimamente siempre estaba así.

—... Y deberán formar parejas para el siguiente ensayo de 200 páginas, con dibujos incluidos, que tratará sobre la Segunda Guerra Mundial —avisó la profesora, logrando entre todos sus estudiantes un abucheo—. Dejen el drama, alumnos, comenzaré a elegir las parejas...

Dijo el nombre de varios estudiantes, pero Poché no podía pensar, era una oportunidad. Así que rezó todas las oraciones que se sabía y cruzó hasta los dedos de los pies.

Quería que le tocara con Daniela, debía de tocarle con Daniela. Sus esperanzas aumentaron cuando la amiga rubia de Daniela se fue con Laura, una menos.

La profesora duró un rato diciendo los nombres, hasta que llegó al de ella.

—Daniela Calle, deberá trabajar con la joven María José Garzón —dijo con esa voz seria y prácticamente las dos saltaron de sus respectivos asientos.

—¡No quiero trabajar con ella!

—¡Si usted insiste!

Daniela fulminó a Poché con unos ojos oscuros mientras la morena mostraba una sonrisa burlona

—Es parte del trabajo. Tienen que hacer el ensayo juntas, no quiero discusión, señorita Calle —dijo zanjando el tema mientras el rostro de Daniela se fruncía.

—No pienso trabajar con este fenómeno —declaró cruzándose de brazos, Poché alzó las cejas repetidamente, logrando que se irritara más.

—El lenguaje, jovencita —dijo la profesora reprochándole y luego observando a Poché—. ¿Usted tiene algún inconveniente, señorita Garzón?

—Para nada —la morena le regaló una de sus sonrisas más encantadoras, haciendo rabiar a Daniela.

—Entonces, no veo el problema, trabajaran juntas —dijo la señora puntualmente, Daniela resopló.