Después de aquella clase, Daniela, había salido prácticamente corriendo. Poché, no la pudo ver, debido a que estaba en el entrenamiento de animadoras. Se lamentó, puesto que en verdad quería verla, pero no pudo borrar la enorme sonrisa de los labios y, sus amigas, la veían felices. Sabían que algo había ocurrido.
Al llegar a casa, sus padres le habían preguntado la razón de su felicidad, y ella no contestó, sólo les dio un guiño cómplice y fue hasta su habitación.
Durmió escuchando música y, casualmente, todas las canciones de amor le recordaban a ella. Realmente, Poché se sentía en las nubes.
A la mañana siguiente, vistió una camiseta manga larga y sus short favoritos, colocándose un gorrito para cubrirle el cabello despeinado. Salió feliz hacia la escuela y, en el aparcamiento se encontró con sus amigas. Laura, la saludó con el mismo entusiasmo, casi desbordando corazones en por los ojos.
—Buenos días, Villa. ¿Cómo despertaste? —preguntó, alegremente, mientras caminaba con sus amigas. Nora y Kim las observaron entretenidas.
—Todo bien, Garzón. La vida es hermosa, ¿no lo crees? —preguntó, amarrándose el cabello en una coleta. Sus mejillas estaban rojas por el frío mientras sonreía, en el mismo estado bobalicón que Poché.
—La vida siempre es bella —respondió y las dos se sonrieron.
—¿Qué les sucede hoy? —preguntó Kim con una alegre sonrisa, mientras entraban en la escuela.
—Parecen más enamoradas de lo normal —comentó Nora, señalando las sonrisas tontas.
—No comprendo de qué hablan —dijo Laura, haciéndose la desentendida.
—Yo tampoco —comentó Emily, siguiéndole el juego.
Fueron hasta el casillero de la pelirroja, acompañándola.
—¿Seguras?
—Bueno, en realidad... —comenzó Laura, sonrojándose, y se mostraba tímida—. Manuela... bueno, ella me dijo algo importante —todas sus amigas la miraron, expectantes. Poché le hizo señas para que continuara—. Sucede que... durante este mes la he visitado varias noches a su casa, porque, prácticamente, es mi vecina del frente —dijo, y sus amigas asintieron. Poché aún recordaba cuando, en primer año, Laura, había llegado aterrorizada porque, la chica que las fastidiaba, viviera frente a ella. Ahora, era divertida la situación—. Ella, últimamente, siempre me pedía ayuda con los deberes, pero ayer no lo hizo. Me extrañó mucho, y me quedé en la ventana, esperando a que llegara.
—Qué acoso, Laura —dijo Poché, riéndose, y su amiga le dio un golpe amistoso en el hombro—. Sigue, sigue.
—En fin. Ayer, ella llegó tarde y parecía haber estado tomando, sin pensarlo, fui hasta su habitación y entré por la ventana —tomó un respiro, ya que parecía muy nerviosa con sólo recordarlo—. Y bueno, sí lo estaba. Hablamos, la cuidé, le di un baño y no se en que momento, terminamos besándonos.
—Aww, qué tierna. ¿No quieres ser mi novia? —preguntó Nora, logrando avergonzar a la castaña.
—Cállate.
—Anda, continua —la apremió Kim, desesperada por saber los detalles.
—Ya.... era un beso muy, vale.... muy intenso y terminamos de alguna manera en la cama... ¡No es lo que piensan! —se defendió, al ver los ojos malignos de sus amigas. Laura enrojeció—. No hicimos nada. Ella simplemente me besaba y, de un momento, a otro comenzó a llorar, me pidió perdón muchas veces y dijo que lamentaba haberme tratado mal en los últimos años —dijo, con una sonrisa tonta en sus labios, al recordar lo hermosa que se veía Manuela aún toda llorosa y borracha.
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Rivales | Caché Adaptación | Corrigiendo
FanfictionHistoria de "Thebookstore" María José Garzón comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus amigos. Entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a Daniela Calle. Durante varios años ellas comienzan una gran rivalidad. Se odiaban a muert...