Rivales | Caché Adaptación | Corrigiendo

Capítulo 45

Poché estaba muy nerviosa, por fin estaban acabando el curso. Ese mismo día se graduarían de la secundaria. Tenía las uñas dañadas de tanto morderlas durante las últimas horas, era obvio que ya que tendría que recibir un diploma frente a todo un público.

Este año, en la opinión de la morena, había sido el mejor de todos. Después del baile de invierno las cosas habían funcionado de maravilla, su primera cita con Daniela, a pesar de que fue un desastre cuando la castaña en la playa se cayó al agua, fue perfecta ya que al final las dos terminaron riéndose.

Eran una pareja muy peculiar, siempre se peleaban por tonterías o discutían por celos, era lo mejor ya que al final las reconciliaciones eran muy intensas: alguna de las dos siempre terminaba en la cama de la otra.

Poché nunca hubiera imaginado lo cursi y tierna que podía llegar a ser una Daniela enamorada. La castaña siempre andaba pendiente de ella, cuidándola, haciéndole cariño y sonriéndole tontamente enamorando aún más a la chica de ojos oliva.

Pero después de tantos meses se graduarían, no se preocupaba en no volver a ver a su novia ya que ellas ya lo habían discutido. Las universidades a las que asistían, por mera casualidad, estaban muy cerca, como a una hora y media de la otra, así que podrían verse prácticamente todo el tiempo. El problema era Nora, ella se iría a estudiar medicina a Londres, eso a Poché le dolía mucho ya que sería como despedir a una hermana.

—Poch, cariño, ¿estás bien? —escuchó la voz de su novia tras ella, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca.

Otra cosa que había cambiado en su relación y también amaba, se tenían, al igual que antes, apodos cariñosos. Daniela siempre le decía Poch. Pocas veces cuando estaba enojada o celosa era que le llamaba "fenómeno". Emily no quería admitirlo, pero lo extrañaba un poco.

—Dani... —planeaba decirle que todo estaba bien, pero al ver los ojos avellana de su novia se derrumbó por completo—. Me encuentro un poco triste... por todo el tema de Nora.

Daniela la miró con ojos dulces, ella sabía lo mortificada que Poché estaba por la partida de una de sus mejores amigas. Las dos vestían togas azules para ir a la ceremonia de graduación, el color de la ropa hacia lucir de un azul muy claro los ojos de Daniela.

—Poché... —murmuró suavemente mientras cubría la mano de su novia con la suya, comenzó a trazar tiernos círculos en sus nudillos—. Ya hemos hablado de esto, descuida, podrán hablar por skype y cuando puedas la visitaremos a Londres.

Poché disfrutaba las caricias de Daniela, su piel hormigueaba con su tacto.

—Pero, ¿y si dejo de importarle? A veces las distancian rompen relaciones, Dani —dijo recordando todas esas historias de película que había visto.

Daniela negó varias veces con la cabeza divertida por el drama de la chica.

—Estás paranoica, amor —después se acercó a Poché para sentarse en sus piernas y rodear su cuello con los brazos, la miró fijamente a los ojos—. No hay manera de que alguien se pueda olvidar de lo maravillosa persona que eres, María José Garzón.

—¿Lo dices enserio? —sonrío a Daniela.

—Tan enserio como que Manuela casi reprueba biología —las dos rieron recordando cómo la latina había llegado un día a su casa pidiendo ayuda a la morena, había interrumpido una gran sesión de besos en el sofá de la chica con su novia. Poché aun sentía rencor, pero se ofreció a ayudarla.

—¿Ya estas lista para crecer? —la castaña estaba peinando el cabello de Poché con sus dedos.

—Un poco. Preferiría volver en el tiempo y empezar de nuevo la secundaria, ¿sabes? —sacudió la cabeza mientras reía un poco—. Pero también recuerdo que ir a la universidad será una etapa nueva y gratificante de nuestras vidas.