Septiembre
Bueno, las vacaciones habían pasado muy rápido para el gusto de Poché, sentía que los dos meses se le fueron volando. Hace varias semanas fue su cumpleaños y se encontraba otra vez desayunando, ahora con quince años, dispuesta a ir a su segundo año en la secundaria.
Lo había pasado fenomenal, sus amigas y los primos de Kim la habían mantenido distraída todos los días, conversaba hasta tarde con las tres chicas vía Skype. De alguna manera Nora era una de sus amigas cercanas, y más ahora que asistirían juntas a la escuela. Su hermano, Troy, era un galán y siempre parecía amable con todo el mundo. Lo único desgraciado en todos esos días fue una persona que no salía de sus pensamientos: Daniela Calle. La chica, que, por cierto, Poché odiaba y, le estaba haciendo la vida imposible.
Todos los días recordaba sus ojos. Había logrado dejar de escucharla o pensar en su risa pero lo único que su mente no podía olvidar, eran sus malditos ojos.
Ahora, pensar que hoy la volvería a ver, le revolvía el estómago de una forma impensable. Se sentía nerviosa y a la vez ridícula por sentir nervios.
Aunque vivieran en la misma ciudad, nunca se la encontró y todo eso debido a que se enteró de que se fue a un viaje fuera del país. Pero ya volverían al instituto así que, sea como sea, alli desgraciadamente estarían cara a cara.
—¡Ahg, enserio, qué horror! —dijo hundiendo el rostro entre las manos y su madre, Martha, la miró divertida.
—¿Sigues atormentada por esa niña, cariño? —claro, durante todo el año Poché le había hablado sobre las chicas que la fastidiaban, diciendo que no era tan grave como para acusarlas y restándole importancia.
—¿Por qué se preocupa tanto por una chica?- preguntó Germán, como siempre él no entendía la situación.
—Porque esa niña lleva haciéndome la vida imposible —dijo dándole un mordisco a su emparedado. Sentía la mantequilla de maní en el paladar—. Por eso no quiero verla.
—Parece todo lo contrario, cariño. Has estado muy ansiosa estos días —le guiñó un ojo y Poché se ruborizó.
—¡Mamá! —la regañó, escuchando su risa.
Después de un rato salió directo a la escuela, vestía al igual que toda la vida. Camiseta de tiras, una chaqueta jean y unos vaqueros desgastados, en conjunto con sus zapatillas converse.
Al llegar, a la primera que encontró, hablando en el aparcamiento, fue a Kim. Conversaba alegremente con sus amigos de la infancia y al acercarse, todos la saludaron con ánimos. Nora se echó a los brazos de Poché y se colgó de ella, todos comenzaron a reír.
—Nora, déjame respirar! Si nos vimos ayer —reclamó, divertida, cuando la pelirroja se separó y le guiñó un ojo.
Siguieron conversando hasta que llegó Laura. Parecía muy feliz y los saludó a todos con la dulzura que la caracterizaba.
Después de un rato escucharon el chirrido de unos neumáticos y apareció un convertible azul cerca de ellos, todo el mundo observaba la escena. Como si fuese una película, de él comenzaron a bajar los que conformaban al grupito.
Paula y una chica llamada Lina, conversaban animosamente entre ellas y no lucían igual que el año anterior. Ya al cumplir los quince años era cuando las chicas comenzaban a madurar, claramente lo habían hecho ya que vestían con unos jeans de mezclilla y unas blusas vaporosas que dejaba al descubierto el abdomen. Incluso se podría decir que tenían maquillaje.
Brad y Sebastián eran otra historia. Vestían con unas camisas holgadas de ultima marca y chaquetas de cuero. Sebastián fue hasta la puerta y le abrió a una castaña. Esa era claramente Daniela Calle, la que Poché conocía del año pasado era pequeña en comparación a esta.
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Rivales | Caché Adaptación | Corrigiendo
FanfictionHistoria de "Thebookstore" María José Garzón comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus amigos. Entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a Daniela Calle. Durante varios años ellas comienzan una gran rivalidad. Se odiaban a muert...