スカーレット・ラブ
Amor escarlata; capítulo catorce
«miedo»• • •
La mujer de hebras rojas estaba siendo acompañada por su fiel amigo, quien tenía su mirada azulada puesta en el hermoso satélite natural que le proporcionaba el espacio, ambos miraban aquella figura imponente y solitaria en busca de esa paz que se les había sido arrebatada luego de esos sucesos que le habían marcado a los dos; como si mirar a la Luna lograra que sus más dolorosos recuerdos salgan de ese almacenamiento interno que tenían dentro de su mente y volara hasta rodear el satélite, pero solo funcionaba por la noches porque en el día sus memorias viajaban cual mariposa que revoloteaba con parsimonia, sin ser consciente de los estragos que recae en la persona.
Los recuerdos, eso recuerdos que tu mente te hacía ver como si estuviera en automático, eran esa ancla que te mantenía en esa realidad casi devastadora. En donde no tenías salida para escapar y crear una utopía en donde tú reinaba con tranquilidad.
Ambos escaparon de sus pensamientos cuando escucharon un sonido provenir del techo del costado y a la vez miraron con seriedad a la persona que había interrumpido sus reflexiones. Ahí estaba aquel mocoso que había declarado seriamente que tenía ganas de matarlos, sentado con una mirada seria a la Luna y la dupla solo desvió su mirada al lugar al que estaban viendo anteriormente aunque con alerta, sabían que ese mocoso trataría de matarlos y, aunque le gustara ver sangre y ese deseo de matarlos, no dejarían que eso ocurra por más que le gustase.
Miko acarició las hebras rojizas de su compañero felino y exhaló mirando de reojo a Gaara, encontrando su mirada turquesa claro puesta en la azulada de ella y alzó una ceja ante eso para después ponerse en modo de defensa al ver la arena de él elevarse y dirigirse a ella.
—Elemento Sangre, Jutsu Manto de los Muertos —exclamó luego de hacer los respectivos sellos y manto rodeó a la dupla, encerrándolos en una burbuja de sangre que era impenetrable—. Ese mocoso iba en serio con ese ataque.
—Lo noté —murmuró entre dientes el león rugiendo y ella deshizo el jutsu para ambos mirar fijamente al menor, quien tenía una expresión seria luego de haber visto como la chica lograba protegerse a tiempo—. ¿Crees que debamos matarlo?
—Por más que me encantaría hacerlo, la Vida me impidió hacerlo —declaró la fémina cruzándose brazos manteniendo sus ojos fríos en los asesinos de él—. Vámonos, Naruto debe estar despierto esperándonos.
Takeshi rugió por última vez y desaparecieron de un segundo a otro, Gaara chasqueó su lengua frustrado por no terminar lo que quería y se quedó mirando el sitio en el que se encontraba esa extraña mujer y el felino. Miko apareció en el departamento junto con su amigo, ambos miraron como el pequeño rubio estaba sentado en una silla con los brazos estirados por toda la mesa a la vez que tenía apoyada su cabeza en la superficie, durmiendo tranquilamente y los mayores suspiraron acercándose al menor. La fémina alzó a su sobrino en sus brazos y caminó hacia la habitación de Naruto con tranquilidad y lentitud, pensando en varias cosas que hacía detestar su mente por las infinitas interrogantes y situaciones que podría pasar su único sobrino en los Exámenes Chūnin y dejó al pequeño remolino en su respectiva cama, acomodándolo para que quede bien aunque sabía que el hiperactivo rubio era un desastre cundo dormía.
—Estás preocupada —confirmó Takeshi a un lado de la mujer, la cual se estaba sentando al borde de la cama mientras veía fijamente el rostro sereno del rubio.
—¿Cómo no estarlo?
Miko suspiró detallando las facciones suaves de su remolino y alzó su mano con la intención de acariciar el rostro del menor pero paró su acción a penas estar centímetros de tocar la tersa piel bronceada del chico y tragó saliva bajando su extremidad, incapaz de hacer lo que quería. Sentía que, con ese acercamiento por parte de ella, le estaría usurpando el puesto a su hermana y no quería eso.
—Solo tiene doce años, Takeshi —murmuró la pelirroja—. Los exámenes son diferente cada año y pueden ir aumentando de nivel, ¿y si en una de esas, el sale gravemente herido? ¿Y si lo pierdo como a mi hermana? —lo volteó a ver con preocupación en sus ojos zafiros, haciendo sentir un poco de tristeza al felino—. ¿Y si pasa eso?
—No pienses esas cosas, estúpida —la regaño Takeshi soltando un gruñido al final para después poner su cabeza en la piernas de ella, dejando que ella lo comenzara a acariciar para que se relajase—. Naruto es fuerte.
—Hasta las personas más fuertes terminan muriendo —susurró de manera ida la Uzumaki logrando que un resoplido salga del felino—. No quiero perderlo a él también, Takeshi.
Naruto, el cual se había despertado cuando su tía lo había dejado en su cama, estaba escuchando con un nudo en su garganta las palabras dichas por la mayor y el intento en vano del felino para tratar de calmar sus preocupaciones. Entreabrió un poco sus párpados, observando como una fina y solitaria lágrima bajaba del pómulo de su tía, teniendo sus labios apretados para retener aquellos sollozos que quería soltar y algo doloroso se formó en su pecho, sintiéndose terriblemente mal al ver el estado en el que se encontraba la mayor.
—No me perderás, tía, te lo prometo 'ttebayo —murmuró Naruto haciendo sorprender a la dupla y rápidamente Miko se quitó la lágrima para aparentar que todo estaba bien—. Ven —alzó sus brazos, buscando que la mujer lo abrace para que duerma con él como cuando él tenía pesadillas.
Miko soltó una diminuta risa pasándose al otro lado de la cama para poder abrazar al remolino amarillo, sintiendo como una parte de su ser se calmaba al tener la calidez de su sobrino a un lado suyo. La mujer se acomodó aún más y Naruto se posicionó arriba de ella, apoyando su cabeza en su pecho y abrazando un poco el torso de la mayor a la vez que sentía que ésta lo rodeaba con sus fuertes brazos y le dejaba un casto beso en su frente. Abrió un ojo, encontrándose con el mejor amigo de su tía dando vueltas arriba de la cama para terminar de acomodarse y dormir y miró hacia arriba, teniendo la mirada azulada de su tía mirándolo con un extraño brillo en sus ojos.
—¿Qué pasa, tía? —preguntó con confusión el de hebras rubias bostezando.
—Nunca me dejes, Naruto.
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❛ 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐫𝐥𝐚𝐭𝐚 ❜ ;; naruto, naruto shippuden
Fanficスカーレット・ラブ ❛ 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀 ❜ 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎, 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎 𝐒𝐇𝐈𝐏𝐏𝐔𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 ────Gaara fanfiction ! ❝━━━para el amor no hay edad, dicen. Sin embargo, yo pienso que la edad es la cadena de tortura para...