❛ 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐫𝐥𝐚𝐭𝐚 ❜ ;; naruto, naruto shippuden

treinta y dos

スカーレット・ラブ
Amor escarlata; capítulo treinta y dos
«tus padres: Kushina y Minato»

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Naruto se petrificó cuando su madre no biológica comentó aquello, sus ojos no pudieron evitar querer saber qué expresión tenía la pelirroja pero solo la encontró sonriendo levemente, como si estuviera aliviada para por fin contarlo. Tragó saliva acomodándose en la silla, con su corazón en la mano para sentir como estaba latiendo erráticamente. Sabía que hace unos años la jodió un montón para que le contase quiénes eran sus padres y ella le contó que no podía hacerlo porque estaría poniéndolo en riesgo y que le habían prohibido hacerlo; ya no estaba tan seguro de saber quiénes fueron ellos, se conformaba con la presencia de su tía y con eso él estaba bien pero había una pequeña pizca de curiosidad ante ese posible dato.

—N-No estoy seguro, tía —soltó una risa nerviosa, atrayendo la mirada confundida de la mujer—. No sé si quiero saberlo, yo estoy bien con saber que eres mi tía y mi madre aunque no seas la biológica.

—Eso me halaga, en serio; pero necesito y debo decirlo porque quiero escuchar el nombre de mi hermana salir de tus labios —sonrió decaídamente, y ahí lo comprendió el Uzumaki.

Ella extrañaba a su hermana mayor, y anhelaba que él diga el nombre de su madre biológica porque ella lo veía como la figura de la mujer. Y solo tal vez, tal vez, que eso le haga recordar o ver a la fémina. Asintió tomando la mano de su tía, indicándole que estaba listo.

—Tu madre, mi hermana mayor, se llamaba Uzumaki Kushina —informó con sus ojos azules brillantes—. Conocida como la habanera sangrienta; tenía unos hermosos ojos azules y una sedosa y brillante cabellera roja. Tenía nuestro tic verbal, solo que el de ella era "Dattebane" —las orbes de la Hokage se cristalizaron y rápidamente sintió una ligero apretón en las manos de ella por parte de Naruto que, de igual manera, tenía la mirada cristalizada—. Cuando se enojaba se le elevaban los cabellos, como yo —una risa suave salió de los belfos de Miko, recordando la única vez que se enojó estando al lado de Naruto; esa vez él había escapado de la academia y ella estaba en una misión, la abandonó a mitad de camino cuando se enteró que su sobrino estaba solo en esa aldea que lo odiaba y fue hasta él. 

Lo encontró sí, pero no pudo evitar enojarse consigo misma al ver como los ojitos del mar de Naruto estaban llenos de lágrimas cuando éste le contó entre gritos que la gente lo insultaba cuando iba a la academia. Naruto recordó aquel momento con claridad y no pudo evitar estremecerse, ella había sido aterradora con su cabellera elevada.