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"Lo qué pasó con Colagusano"

Omnisciente P.O.V

El sábado pasado habían sentenciado al hipogrifo a muerte, lo que devastó a Hagrid. Y claro, también a sus amigos, y todo aquel que haya apreciado al buen hipogrifo.

Sarah Bell, había buscado formas de salvarlo, incluso hablo con Draco Malfoy para que al menos lo intentara. Claro, el chico no cedió, pero aunque así lo hubiera hecho, no habría cambiado nada.
Así el mismo Lucius Malfoy hubiera intervenido, la sentencia hecha estaba.

Sarah, Luna, Neville y Ginny, habían ido más temprano a ver a su amigo, el guardián de las llaves y terrenos de su colegio, Hogwarts.
Fue incómodo para Neville aparentar que no había visto al par de chicas besarse hace una semana. Y para Sarah, para ella fue de lo más normal y tranquilo. Incluso, en ese momento ni siquiera lo recordaba. El estrés ocupaba más espacio en su mente que cualquier otra cosa.
Ni siquiera había notado que inconscientemente tomó la mano de su amigo, quien estaba sudando por la acción de la chica.
(Lo hizo porque recordó su Boggart, y quisiera o no, le ponía mal. Pero al tomar la mano de Neville, sentía seguridad, serenidad y fuerza.)

Todos los alumnos le tenían gran aprecio a él guardabosques (Bueno, había excepciones. Pero no tienen importancia justo ahora), tanto así que todos los que se enteraron ya habían ido a visitarle para darle apoyo emocional.
Podría tener una apariencia ruda, pero su corazón era tan sensible, y noble. Y más si se trataba de sus amigos.
Es un gran hombre, el que ha sufrido mucho desde su infancia.
Abandonado por su madre, su padre murió recién entró al colegio, expulsado por algo que no hizo, y juzgado por ser semi-gigante.
Pero esa es otra historia. Una de cientos que sucedieron en este relato. En este lugar.

Ellos volvían un poco tristes y desanimados por que su buen amigo Hagrid, tampoco pudo hacer algo, y ni siquiera les dejó quedarse.
"Dumbledore vendrá, para...ya saben. Es un gran hombre Dumbledore."

Luna y Ginny se fueron por otro rumbo, lo que hizo que el par de chicos aún tomados de la mano, se mirara entre sí. Sarah lanzó una mirada maliciosa y divertida, Neville al contrario, la miro con susto y culpa. (Culpa por haberlas espiado. Así no fuera intencional, se sentía apenado por ello).

De un momento a otro, Sarah noto su mano..¿húmeda?. Giro para ver que era, y noto la expresión nerviosa de su amigo, y el sonrojo del mismo.
La soltó cuidadosamente, y totalmente apenada.

-Yo..Amm, yo lo siento.-Titubeó, mientras hacía la acción que acostumbraba su amigo. Ponía su mano, su nuca, con mucho nerviosismo. Al notarlo, se sonrojó hasta las orejas.-¿Llevábamos mucho así?-preguntó señalando con la mirada sus manos.

-Amm..si, tomaste mi mano desde hace rato, cuando salimos de la cabaña...-Respondió, con la mirada baja, y aún sudando.-Parecía que pensabas en algo, y luego, solo la tomaste...

'Cuando pensaba en mi madre..'-se dijo así misma, aunque no tomó en cuenta, que fue en voz alta.

El tímido chico, escuchó, y recordó lo que Sarah le había dicho la primera semana de clases. Sintió pena por ello, pues no quería que le atormentara.

Ella había tomado su mano no solo por los nervios, inconscientemente lo hizo porque sabía que eso le calmaba. Sabía que estar con Neville, le calmaba (y encantaba). Y viceversa. Él adoraba estar con ella, y también que le tomara de la mano, claro está.

-Ah, ya fueron a despedirse del pollo!-exclamó Draco Malfoy, sacándolos de sus pensamientos.-Se ven consternados...¿Tristes porque le degollaran la...-Sarah no le dejó terminar porque comenzó a gritarle, tal cual como alguien muy desesperado.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora