Neville Longbottom, el chico tímido y dulce de la saga. Sarah Bell, la tímida e inteligente chica de la clase. A la que nadie conoce, ni nota. Pero siempre hay más por ver de una persona.
Cuando Neville conoce a la chica perteneciente a Ravenclaw...
Al bajar de la estación, tuve una larga despedida con Neville. Incluso, su abuela nos regañó a ambos por demorar tanto, parecía ser muy estricta y de un humor...bueno, duro. Oh si, y me presento con ella. Al inicio parecía que desconfiaba de mi, por alguna razón. Pero después de conversar (o interrogarme) parecía que me agrade. Hizo muchas preguntas, y a Neville se le veía incómodo.
Mamá esperaba del otro lado de la pared, en el mundo muggle, por alguna extraña razón. Que realmente, no me interesa.
No vi a Katie, ni al bajar del tren, ni en la estación, ni siquiera con papá. No nos despedimos, más que con aquella pelea. Mamá dijo que iría el 25, y que ella vendría el 31. Pero qué ella y papá, no estarían juntos. "Al menos un tiempo". Aunque yo espero que nunca.
Se encargó de guardar todas mis cosas, en cajas para la mudanza. Dijo que ya estaban en la nueva casa. Me alegra haber guardado mis "papeles importantes" en una carpeta antes de irme a Hogwarts, o quizás las dejaría ahí y papá las tiraría o algo por el estilo. Me sentí verdaderamente aliviada de encontrarlas en una caja. Eran, importantes para mi.
La casa era algo así:
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Me encanto en cuanto la vi. Tenía un aspecto muy clásico, y lindo. Me pareció demasiado extraño, era una mansión, no una casa. Éramos de una familia adinerada, pero no tanto como para ser dueños de una mansión. ¿O si? Pero no me quejo, no tengo nada que perder. Incluso, podría jurar que me gusto mucho más que el apartamento y la casa que ya teníamos. Eran sencillos a comparación de este hogar. Era interesante, y grande. Lo mejor de todo, era mi biblioteca propia. No había muchos libros, pero sería por poco tiempo. Pues, al desempacar, todo quedo repleto de libros, de escritos, pergaminos y de cuadernos. Mi habitación era floreada, con un lindo verde que predominaba en la habitación. Con un grande y lindo ventanal, que me permitía ver todo el bosque que nos rodeaba.
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