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"El resto de la fiesta"
P.O.V Sarah

Un rato más tarde, estando sola en la fiesta, casi en un rincón comencé a notar que realmente los gemelos se esforzaban en la decoración y en el ambiente que querían. Carpas para vestirse, una buena organización, vaya que pusieron a prueba lo que han aprendido en Hogwarts. Incluso había ciertos grupos de los otros colegios. En un rincón vi charlando a Hermione con Viktor Krum, ¡vaya! Me había olvidado de todo eso por un momento. Mi paz se vio interrumpida cuando apareció Hannah con su apariencia de "oh, soy de lo más dulce".

-Vaya, tienes una buena marca ahí eh.-Se dirigió a mi la rubia, fingiendo sorpresa.-Creí que esto sería una cita doble, pero bueno, toda la fiesta has estado sin cita.-Se expresó con un tono de diversión, pero su rostro lo decía todo.

-Bueno, tú cita si que se esconde de ti. Mi novio, tiene su espacio personal como yo tengo el mío, el cual se ve invadido justo ahora.-respondí indiferente, apenas y me digne en verla. Simplemente no la soportaba.-Si me disculpas, buscaré a tu cita.-Y me fui casi huyendo de una rubia que ahora estaba roja hasta las orejas. Me hubiera causado Gracia si realmente no estuviera buscando a Neville como loca, se que realmente quedamos mal hace un rato.

Lo divisé afuera, sentado en un tronco, parecía morir de frío. Me acerque lentamente a él, y en cuanto salí de los invernaderos deje de escuchar el alboroto y empecé a escuchar a los grillos.

-¿Y tú cita?-le pregunté mientras me sentaba a su lado.

-Debe estar adentro.-respondió sin darle importancia, mientras sonaba su nariz roja por el frío o quizas por el llanto. Parecía haber llorando, y recordé lo difícil que es para el estas épocas del año sin sus padres. Note que tenía algo en su mano, que estrujaba con todas sus fuerzas.

-Puedes pedir permiso para salir de Hogwarts, ¿sabias?-comenté, tratando de reconfortarlo con un abrazo, el cual rechazo.

-No lo hagas, Sarah...-sentí una punzada en el corazón, como si lo pincharan a la mitad y lo estrujarán con odio.-Se que no es tu intención, pero, realmente me hieres. Y no sabes cuanto.

-¿De que hablas?-realmente trate de hacerme la que no sabía de lo que hablaba, pero lo entendía perfectamente. También sabía que Cedric sentía lo mismo cada que le abrazaba, y lo cierto es, que con ambos finjo no saber que sucede. Es como si quisiera cubrir el sol con un dedo.-Neville, yo realmente no lo hago con intención...

-Claro que lo haces con intención, con un demonio Sarah, date cuenta.-la manera en la que lo dijo término de aplastarme, quería romper en llanto pero otra parte de mi quería seguir fingiendo.-Dices que no, pero encuentras cada oportunidad para herirme, y herir a tu novio. Date cuenta!-grito, mientras se levantaba bruscamente y se alejaba del lugar. Al parecer la fiesta había acabado. Tanto para el, como para mi.

-Oye, S!-exclamó Cedric, dirigiéndose a mi.-¿Que sucede? ¿Te ibas a ir sin decir nada?

-No sabía que monitoreabas cada paso y deducción que tuviera, Diggory.-respondí indiferentemente, y al ver su e presión sentí muchas ganas de llorar pero me sentía llena de enojo, y claro que no era con el. Si no conmigo misma.

-¿Diggory? ¿Volvemos a ser desconocidos?-Preguntó con suma ofensa, se veía no solo ofendido, si no, herido.-¿Que demonios te sucede? Te desapareces toda la noche, cuando no hace tantas horas estabas abrazada a mi, como si no quisieras tenerme lejos pero ahora solo parece que me quieres lo más lejos posible. Eres cruel, muy cruel, y no me gusta esta versión de ti.-Su manera tan dura de decirlo, me partía en dos. Yo no podía responder nada, apenas y podía parpadear.

-No logró entender como todo se vuelve problema mío! Yo no quiero crear problemas.-respondí tajante, tratando de librarme de toda culpa cuando se a la perfección que realmente todo es culpa mía.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora