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24 de noviembre de 1993
P.O.V Sarah

Miro mi reflejo en el espejo de mi habitación, el cual está contrario a nuestras camas. (La de las chicas, y la mía). Habíamos organizado muy bien nuestra habitación, como sobraban otras dos camas, otros dos armarios y otras dos cajoneras más, teníamos más beneficios.

El cabello corto me sienta bien.
Aunque, para ser exacta, no es TAN corto, pero corto. (Lo tengo al hombro justo. Claro, sin mencionar que las puntas se rozaban al final, teniendo lacio, quizás se vería un poco más de largo.)
Ahora estoy igual que Harry y Ron ayer, pero viendo mi cabello se entiende la expresión. ¿Cómo seguirá Harry después de todo lo que escucho ayer?

-Se te ve muy bonito-brinqué del susto que me causo Luna al decirlo con ese tono característico.-Tú te ves muy bonita S.

Me sonroje por completo, incluso sentí los nervios recorrer cada parte de mi cuerpo. Por un segundo había olvidado lo de Luna, pero seguro no fue nada.

-Gracias Lunita-Agradecí dedicándole una sonrisa dulce.-El dije de rábano le sienta bien a él atuendo, ¿cierto?

Mi amiga asintió con la cabeza.

Llevaba una blusa de manga larga blanca, floja, con unos jeans negros y botas de cargo. Que posiblemente al salir no luciría en lo absoluto por los abrigos que llevaré.

-Cielos Bell!-Exclamó Emily, quien entraba a la habitación con un pan en la mano.-Últimamente te esmeras con tus atuendos, ¿buscas impresionar a alguien?

-En realidad no. ¿Vienes del comedor?-Respondí secamente tratando de evadir el tema, e hice una pregunta con la misma intención y con el mismo tono de desinterés.

No era por ser grosera o algo así, es solo que, Emily Jenkins no es al tipo de persona con la que quieres entablar conversación sin salir o herido o totalmente molesto. Así que, prefiero evitarlo.
Es linda, y sé que solo hace cosas así por quedar bien o algo por el estilo.

Luna y yo salimos de la habitación en busca del comedor. Ya era algo tarde, así que el hambre nos estaba matando.
Mientras caminábamos por los pasillos, pude notar más de un par de miradas, eso no se sentía bien, en lo absoluto. Quizás decían cosas de lo mal que se me veía, o quizás pensaban en si era nueva o no.

-Chica Ravenclaw...-exclamó una voz familiar a mis espaldas. Por el apodo, era obvio quien era.

-¿Debo decirte "Chico Slytherin", Theodore?-Pregunté sarcásticamente mientras me giraba para charlar con el. Luna sonrió, y después se despidió de nosotros.

-En realidad, Sarah, me gustaría más si me llamaras Theo.-Respondió mientras sonreía de cierta manera...cierta manera que no se puede describir, pero que te deja pasmado.

-¿Ahora seremos más que cercanos o algo así?-preguntó tímidamente.

-¿A que te refieres?-pregunta sonriendo de la misma manera.

-Veras Theodore...Theo-me rio contagiándole la risa, corta y sencilla-Veras, hay niveles. Cuando apenas y conozco a alguien o simplemente no me agrada, prefiero que me llame por mi apellido. Si esa persona y yo, charlamos y convivimos con frecuencia, Sarah esta bien. Pero cuando somos cercanos y realmente me agrada, me gusta que me digan "S". ¿Comprendes?

El chico me dedicaba una sonrisa divertida, y una mirada tan atenta a la mía.

-Vaya, a mi solo me gusta que me llamen Theo porque Theodore parece que es de alguna novela clásica de príncipes o algo así-Comentó mientras ambos reíamos.

-Bueno, tiene más sentido si lo pones así.-Respondí mientras comenzaba a avanzar.-Theo suena lindo.

El (quien previamente había avanzado a mi ritmo) se detuvo para mirarme y sonreír. Parecía que quería decir algo, pero no lo hizo.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora