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Sábado 28 de agosto de 1994
P.O.V Sarah

Las chicas y yo, ahora incluida Luna quien llegó ayer por la tarde, jugábamos con atuendos, nos estábamos arreglando.
Todos los adultos tendrían una larga reunión, en la que han estado todo el día, decidiendo cosas y reglas, votando, cosas por el estilo.
Uno de los chicos de con la carpa más grande del lugar invitó a todos los jóvenes a una fiesta, esta vez, no sería desastrosa en lo absoluto.

-Oh!-exclamó Luna al entender lo que recientemente había pasado.-Sarah, cielos!-exclamó dando un pequeño brinco de alegría mientas todas reíamos.-¿Y Neville?-preguntó, y la expresión de todas cambio.

-¿Porque siempre preguntan eso?-dije con irritación.-Solo somos amigos, ¿bien?.

-Mi hermanita es muy boba como para entender ese tema...-murmuró juguetonamente Katie.

Seguiría reprochando si no fuera porque alguien llegó. Era una cortina la que sería la puerta, así que se escuchó solo la voz ya que no habría manera de tocar.

-Oye, Sarah!-exclamó Neville.-¿podrías venir?

-Nos estamos cambiando!-grite desde el otro lado de la habitación.-Tendrás que esperar, ¿ya están listos?

-Todos lo estamos!-exclamó la voz de Ron, quien se escuchaba irritado.-¿Porque las chicas tardan tanto?

-Porque son chicas, Ron!-respondió con obviedad la voz de Fred. Si, distingo sus voces.

-Es porque nosotras no elegimos el atuendo que huela mejor!-exclamó Ginny, y todas reímos.-¿Al menos se ducharon?-esperó una respuesta, pero no hubo ni una.-Lo ven, idiotas!

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Después de un rato todas salimos ya arregladas, y admito que Katie tuvo mucho que ver en el sentido de la moda, era uno de sus fuertes.
Katie iba vestida con un suéter negro y una falda de mezclilla, con unas zapatillas de tacón, no muy alto, ella se tomó el tiempo de vestirnos y peinarnos a todas, no sé cómo le dio tiempo de maquillarse, y hacerse ese delineado tan lindo.

Luna se decidió por un suéter tejido verde, una camisa de tirantes blanca abajo, y un short de mezclilla negro, combinado con un cinturón del color del suéter y unas medias a franjas coloridas,  y sus clásicos converse de Fresas. Iba peinada con su largo cabello rubio suelto, y en unas pequeñas trenzas cuencas de colores.

Hermione eligió un conjunto muy lindo, un vestido negro con flores beige, y un suéter que combinaba bien. Con un lindo collar dorado y unos tenis negros.
Con un lindo peinado que hacía lucir su cabello, estaba cayendo en rizos formados, no sé cómo lo haría Katie pero hizo un gran trabajo.

Ginny eligió una falda de mezclilla negra, con una camisa de cuello alto café chocolate, con una camisa a cuadros por encima y unas botas negras. Con su largo cabello de un rojo brillante resaltando, suelto y con un pequeño boche negro sosteniendo un mechón.

Yo me decidí por un vestido blanco de tirantes, sencillo pero lindo, con un listón en la parte del escote y unas botas negras. Por si me daba frío, lleve un suéter negro, aunque fui regañada por Hermione, quien insistió en que no sería suficiente.
Nunca me peinaba, y ese día no fue la excepción, nací con la bendición de que mi cabello no necesitaba peinarse para que los rizos se vieran lindo, únicamente se necesitaba de un baño.

-Tienen que irnos presentando o no saldremos!-grite aún dentro de la habitación, repitiéndolo por enésima vez.

-Vamos, chicas!-exclamó Fred

-Ya son las 9:00, y esa fiesta comenzaba desde las 7:00!-le siguió George.

-¿Porque tan temprano?-preguntó incrédulo Harry, quien aveces cuestionaba todo.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora