Este amor aturde como mandragora

8

Sábado 21 de noviembre de 1993
P.O.V Neville

Al fin era sábado, y también era el partido de quidditch, que era justo a donde S y yo nos dirigíamos.

Yo hablaba de lo mucho que me gustaba el deporte, y también, de cómo sería muy malo. Le contaba mi experiencia del primer año con la escoba, pero creo que ella ya lo sabía. Quizás estaba hablando mucho y no la dejaba responder, pero estaba muy seria.

El lunes chocó con Theodore Nott, ella parecía haber quedado hechizada por el. Cuando supe que no lo conocía, quedo aún más confirmado que debió haber quedado flechada por el. Eso me ponía un poco triste, pero quizás sólo estaba equivocado.

-Si pudieras jugar en alguna posición en quidditch, ¿cual sería?-pregunté, después de haberle mencionado que me gustaría ser el guardián.

Ella no me presto mucha atención, miraba a un grupo de Slytherins que estaban no muy lejos. Cosa que había hecho desde el lunes.

-S...Sarah, ¿sigues aquí?-le hable mientras pasaba mi mano por su rostro para llamar su atención.

-¿Que? Mm, si Neville.-exclamó aún sin voltear a verme.

-El no está ahí, ¿lo sabes?-anuncie hablando entre dientes.

-¿De que hablas?-titubeó, trataba de hacerse la que no lo sabía de que estaba hablando, y ambos sabíamos que yo me había dado cuenta de ello.

-Dejémoslo así, descuida.-suspire mientras avanzábamos a el campo de Quidditch.
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Durante el partido, realmente puso atención, incluso parecía divertirse con la lluvia, mi emoción y con la de los chicos. Dean, Seamus, Ron y Hermione.

Ellas parecían haberse llevado bien, Hermione aún estaba muy intensa con cosas relacionadas a el colegio, y aunque lo estuviera, a Sarah no le habría molestado.

-Eres una chica muy interesante Sarah-declaro Hermione, quien de vez en cuando gritaba para apoyar a el equipo de Gryffindor.

Hufflepuff era una gran competencia, pero estaba seguro en que ganaríamos. Aún con la tormenta.

-Oh, dime S.-respondió Sarah algo apenada por el cumplido.-Si, si tú quieres.

-Sería un placer-respondió Hermione.-Esperen, Harry está muy arriba, ¿no lo creen?

-Lleva un rato, así que, es muy raro.-declaró Seamus.

A los pocos minutos de haber comentado eso, Harry comenzó a caer, al parecer unos de mentores lo había atacado. Por suerte, Dumbledore lo había salvado.
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-Harry..-susurraba Hermione. Todos estábamos ansiosos por que despertara.-Harry!

-No lo sé, se ve muy pálido-comentaba Ron con preocupación.

-Si? Que esperabas!-exclamó alguno de los gemelos Weasley. Hasta este punto, aún no los diferenciaba.

-Tú como estarías si hubieras caído desde 40 metros Ronald!-debatió el otro gemelo.

-Igual de pálido que de costumbre...-Respondió Harry, quien había empezado a abrir los ojos lentamente.

Hermione no perdió el tiempo para abrazarlo como emoción, y luego, darle un golpe en el brazo.

-Nos asustaste!-reclamó muy molesta. Pero estaba feliz de ver a su amigo bien, todos lo estábamos.

-¿Quien ganó?-preguntó, como si su caída nunca hubiera pasado. Todos bajamos las miradas.

-No fue culpa tuya Harry-mencionó Hermione

-Los dementores no debían estar ahí-mencionó algo tímida S, quien estaba a mi lado.-Amm..Dumbledore está furioso.