Este amor aturde como mandragora

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P.O.V Sarah

Accedí después de todo. No debería, yo realmente no debería seguir haciendo esto. Amo demasiado a ambos pero para ser honesta, no se a quien le digo la verdad o a quien le miento.

Cedric me llevo por ahí, a una de las habitaciones vacías, lo más arriba que pudo y después me beso. Siempre había juzgado a las novelas románticas que solucionaban un problema con un simple y tonto beso de amor y luego fingían que nada había pasado. Pero, aquí estoy ahora, sin el corazón suficiente para decirle la verdad a mi novio. Mi novio era Cedric, y quizás Neville entendería más fácil. Pero se que lo herí mucho, después de decirle que fue un error y encima insinuarle que fue de ambos cuando el no tuvo absolutamente nada de culpa. Soy una maldita idiota.

Presente

-Sarah, sabes que aunque Neville sea tu mejor amigo no puedes jugar así con el, ¿verdad?-Esta vez se le escuchaba más tranquila, y aunque quizás quería una respuesta, yo no supe que decir.-Aunque te siga queriendo...

-Cosa que ya no es así.-interrumpí sin verla a los ojos, estaba ida, y no quería escuchar más, pero la dejé continuar.

-Te sigue queriendo, Sarah.

-¿Si? Yo creo que me odia.-Dije en voz alta lo que mi mente no para de repetir.

-Solo está molesto, y no deberías culparlo si aprovechas el saber que te quiere para no arreglar tus problemas.

Demonios. Hermione es impresionante, ¡siempre tiene razón! Claro que no lo voy a admitir en voz alta.-¿Crees que debería hablaré?-dije en un tono bajo, cruzándome de brazos, con resignación. Como si tuviera el derecho de hacerme la digna. Soy una idiota.

-S, ¡si!-exclamó tan fuerte que me dejó aturdida.-¿Que estás esperando? ¡Anda, arregla tus estupideces!-me grito con gran entusiasmo, pero yo ya corría fuera del invernadero.

Me disculparía con Neville, el ahora está con Hannah, y yo ya había decidido.

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P.O.V Neville

Me encontraba en la biblioteca con una linda rubia. Hannah Abbot. Estaba tranquilo, aunque un poco abrumado por la voz tan aguda y exasperada voz de la rubia. Era amable, pero hablaba muchísimo. Sarah estaría realmente disgustada. "Estamos en la biblioteca, Neville, cállate" me decía la castaña. Bueno, en aquel entonces era castaña. No tenía mucho de haber teñido su lindo cabello a negro.

-Neville!-exclamó la rubia-¿Me estás escuchando? Bueno, descuida.-y continuo y continuo.

No quería ser grosero, pero estaba un poco mareado por tanta conversación. Supongo que me acostumbre a lo callada de mi linda...amiga. Bueno, ya no somos más amigos. Debería dejar de pensar en ella.

-Neville!-salte del susto-Tengo la sensación de que me estás ignorando.-Entre cerro los ojos Hannah, quien me hablo des aprobatoriamente.

-No!-exclamé-Yo-yo, bueno, discúlpame. Estoy algo cansado, ¿nos vemos luego?-Ella asintió, de mala gana y con una expresión muy decepcionada. Ella es muy linda, pero no dejo de pensar en Sarah y en cuanto la extraño, aunque me siga sintiendo herido he aceptado la realidad. Realmente la he aceptado.

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Omnisciente P.O.V

El chico desorientado caminaba por los pasillos de Hogwarts, vagando sin destino alguno, con la mente divagando en cada recuerdo que tenía con Sarah. Se repetía así mismo que es su mejor amiga, y que nada más, pero otra parte de él recordaba el calor de sus manos en su piel, sus suaves labios en los de el, la risa que soltaba en sus tropiezos, y los gruñidos que daba cuando lo molestaban.

Por otra parte, Sarah corría como una total loca sacada de manicomio. A cada conocido que se encontraba le pregunta sobre Neville. Ni siquiera había analizado cómo iba disculparse, pero haría lo que fuera por él. Coria y corría hasta que ¡Taz! Se escuchó caer con fuerza en todo el corredor.

-¡Estupido Malfoy! Siempre te interpones en mi camino.-le grito al platinado que estaba por sacar su varita, pero antes de que pudiera hacer algo ella ya había corrido, seguía buscando a Neville. Apenas y grito por el corredor izquierdo cuan ¡Plaz, Taz, Toma! Volvió a caer, y no solo eso, rodó tres veces por el suelo y no solo eso, al chico con el que chico le rebotaron otras tres veces los libros que traía consigo. Iba a pelear se nuevo cuando...

-¡Neville!-exclamó con tanta alegría, apenas y pensó, rápidamente se acercó y se le tiró encima. Lo abrazo tan fuerte como pudo, pero el chico estaba desconcertado, y ella rápidamente reaccionó.-Oh, lo siento.-dijo con hilo de voz, recogiendo los libros del chico.

El no decía nada, y se levantaba con lentitud. Ella extendió su mano, pero el la ignoró completamente. Entendía que estaba molesto, y también comprendía que esta vez no sería fácil.

-¿Po-podemos hablar?-balbuceó débilmente, esperanzada en que accediera. El quería decirle que no, e irse sin más, pero quería escucharla, quería estar cerca de ella, y sabía que lo terminaría por convencer.

-Sabes que si, loca despistada.-dijo con una pequeña sonrisa, mientras le extendía la mano. Se tomarían de ella, como solían hacerlo hace un año, cuando empezaron su amistad, cuando el cariño se fue transformando más y más.

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Caminaron por ahí, hasta llegar a un pasillo solitario. Neville estaba temblando, así le ponía ella. Sarah, sentía que se le salía el corazón, no soportaba más, así se sentía sin el.

-Neville, yo lo siento tanto. Fui cruel, fui una tonta al creer que podría terminar y empezar con lo que quisiera así sin más. No pensé mi en ti, ni en Cedric, ni en nadie. Yo realmente lo siento, jamás quise que todo fuera así. Solo no lo pensé...-las lágrimas empezaron a brotar-yo les quiero a ambos pero no se de que manera.

-Sarah, tú lo sabes...-tenia un tono que nunca antes se le había escuchado, un tono con tanta seguridad en si mismo, en lo que decía.-Tú sabes lo que querías, tú sabes lo que pensabas, y sabes la manera, pero no lo quieres aceptar.

-Te equívocas Neville-sollozó-No lo se aceptar, no se el como...aceptarlo

-Eso ya no importa.

Ella se heló. Sollozo más y más, temía que se fuera y que todo se terminara. Quedaría en el olvido, y nunca antes había sido tan feliz.

-Lo que importa ahora...-siguió él, y S sintió esperanza-es el porqué quieres hablar conmigo. No me interesa una explicación, yo se lo qué pasó, yo lo vi todo.

Lo sentía tan cambiado a aquel niño que le dio una dulce impresión, una de temor, era más maduro, habían crecido ya.

- No es igual que cuando estábamos en casa de la abuela, besándose aquí y allá sin temor ninguno. O era una amistad o era una relación. No pueden ser ambas Neville.-Dijo con firmeza, comienza a controlar sus emociones, las lágrimas aún salían, pero ya no sollozaba en voz alta.-Tienes que decir tú, no siempre debo ser yo. Creo que es obvio que no decido lo mejor.

-Sarah, de nada sirve decidir ahora. Tú ya has decidido.-Dijo acariciando la mejilla sonrojada y húmeda de ella.-Yo lo acepto. Esto siempre fue una amistad, con un amor de fondo, pero no deja de ser una amistad.

Ella sacó el meñique, y el entrelazo el suyo con el de ella. El resto de la tarde charlaron un poco, todo volvía a ser como antes.

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Agradecería mucho si dejarás tu like, y compartieras la historia. Te pido una sincera disculpa por el tardarme tanto, espero actualizar con más frecuencia. Al menos una vez por semana.

Gracias, tqm, a esta historia aún le falta mucho más.