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17 de septiembre de 1993

P.O.V Neville

Sarah no me había dirigido ni una sola palabra, para ser más exacto, a nadie le había dirigido ni una sola palabra. Excepto a los profesores para responder algo, aunque Hermione era más rápida la mayoría de las veces.

Solo la había visto socializar con una chica de Ravenclaw, parecía ser su amiga.

Yo la observaba en las clases que teníamos juntos. Entre ellas estaban Herbologia, pociones, adivinanza, D.C.A, etc.
Al parecer era realmente buena en pociones, a mi no me gusta esa clase. Snape me causa terror!
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Me dirigía a él gran comedor, y ahí estaba ella. Parecía esperar a alguien, quizás era a esa chica Ravenclaw.

Cuando estaba listo para acercarme 2 siluetas enormes se atravesaron en mi camino, lo que me faltaba.

Crabbe y Goyle venían a molestarme como siempre acostumbraban. Cruzados de brazos, me veían con complejo de superioridad, puesto que siempre dejaba que me mangonearan y no tomaba represalias. Malfoy pasó por en medio de ambos y quedó frente a frente de mi.

-Vaya, vaya-exclamo con luciendo su arrogancia de siempre-así que Longbottom quiere hacérselas de galán este año-mencionó entre risas. Yo solo lo miraba, callado. -Tienes expectativas altas, aunque es una chica rara-guardó un momento silencio para observar hacía donde se encontraba Sarah.-es muy guapa y lista, ¿cierto?.

Él tenía mucha razón, aunque yo no la encontraba rara, si no, peculiar e interesante. Diferente.

-Quizás este año me acerqué a ella para, bueno, tú sabes-giró para murmurar de nuevo-sumar una admiradora más y claro, restarte oportunidad de gustarle.

Malfoy y sus dos matones avanzaron, cuando pasaron al lado de Sarah, note como él le sonrío.
Ella no le regresó la sonrisa, pero parecía sorprendida por ese acto.
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P.O.V Sarah

Estaba cerca del gran comedor, esperando a que llegara Luna Lovegood, mi única amiga. Ella es un año menor que yo pero, somos muy similares y nos llevamos muy bien.

Leía un libro de pociones, pero sentía como alguien me veía. Sentía su mirada quemando fríamente mi piel, estaba clavada en mi.
Debía estar imaginándolo, nadie solía verme. Y mucho menos de tal modo que lo sintiera tan fuerte.

Levante la mirada, y Malfoy pasaba por mi lado, su expresión seria pasó a ser una sonrisa dirigida hacía mi. Dudo que le sonriera a la pared, aunque quizás sería menos raro.

Lo miré un tanto extrañada, cómo era de esperarse. Pero, poco después noté como alguien más me miraba. Sentía casi la misma sensación, a excepción de que, no sentía terror con esta.

'Vaya, debía de ser un día muy raro para que sucediera eso dos veces'-me dije a mí misma.

Neville me observaba a lo lejos, pero, cuando notó que yo repetía lo que él, se alejó sin más.
Parecía algo triste.

Estaba muy apenada por lo del tren. Tenía no más de 10 minutos de conocerlo y ya estaba sobre él con un cálido y largo abrazo.

Yo no era así. Quiero creer que fue por el miedo de lo que sucedía a nuestro alrededor pero, es confuso. Creo que tampoco quise saludarlo para no incomodarlo, quizás no quiere tener nada que ver conmigo y así está bien. Sin que nadie hable conmigo, o eso creo.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora