69

98 5 1
                                    

Lunes 4 de enero de 1995
"Reír y llorar"

P.O.V Cedric

-Se que todo esto fue cruel y muy egoísta, pero te estoy abriendo mi corazón.-dijo Sarah, yanto le exigí honestidad y ahora que es honesta conmigo prefiero que siga fingiendo.

-Creí que tú realmente me amabas.-Reí con ironía. Claro que me sentía enojado, pero ciertamente era algo que  ya había terminado de aceptar hace mucho.

-Te amo, pero se que esto no tiene un futuro porque yo no estoy dispuesta a darte el cien. Además, pronto saldrás de Hogwarts, tendrás una nueva vida, una vida y yo no tendré lugar ahí.-Yo negaba, pero mientras más hablaba más claridad sentía. Entendí todo el aferró que tuve con ella, y lo mucho que ella también quiso a aferrarse a mi, pero aunque diga amarme no es recíproco, yo la amo más, pero no basta.

-Se que tienes razón, pero también se que no es eso por lo que estamos terminado.-Ella de apenó, comenzó a llorar y se cubrió el rostro. Claro que estaba enojado, pero sabía que Sarah estaba cambiando todo de ella y que vaya le hacía falta llorar, le hacía falta ser honesta con ella y con todos.-Ven aquí.-La tome por los hombros y la recargue en mi pecho.

-Cedric, en serio te amo pero...yo nunca quise hacerte daño.-Sollozó mientras se aferraba a mi.

-Ambos nos hicimos daño, está bien soltar.-Yo también necesitaba ser consolado, pero ella lo necesitaba más.-Nos amamos pero necesitamos soltarnos, y aunque no te niego me duele no estar contigo se que serás más feliz con él.-Me dolió admitirlo, pero no tarde en entender que yo había sido solo un retraso en ese amor que se tenían Neville y Sarah.

-Tu también encontrarás a alguien que te ame más que a nadie y que pueda ser parte de tu vida.-Se recupero y se limpió las lagrimas, seguía tan linda, sonriéndome y acariciando mi mejilla, no pude evitar soltar un par de lagrimas.-No le digas a Harry pero serás un grandioso campeón.-Ambos reímos, nos dimos un ultimo y largo abrazo. Todo quedo ahí.

________________________________
P.O.V Sarah

Le pedí a los gemelos encontrarnos cerca de la cabaña de Hagrid, necesita un par de hombros en los cuales llorar y no había hablado con nadie desde el castigo de Snape. Hablar con Theodore, más que hablar con alguien fue abrirle conmigo misma, analizar todo lo que había pasado con recuerdos y palabras al viento fue lo que necesitaba, pero Justo ahora necesitaba a mis gemelos.

Estaba sentada en un tronco, recordando aquellos días en los que venía con Neville cuando de repente escuché las famosas risas de los gemelos Weasley.

-Sarah!-exclamó George. Mientras se sentaba a mi lado y desacomodaba mi gorro de invierno.-Me alegra verte bien.

-Nos dejaste preocupados, no sabíamos nada de ti.-Dijo en manera de reproche Fred, quien acomodaba el gorro en mi cabeza.-¿Como estas?

-Termine con Cedric.-Solté y comencé a reír, mientras lágrimas salían de mi rostro.-Y no se si estoy feliz o triste.-Seguramente se miraron confundidos, pero yo seguía riendo y llorando, me sentía tan liberada.

Reír y llorar, definitivamente es algo que necesitaba.

-Oh linda...-murmuró Fred, quien ya me tenía rodeada por su brazo.

-¿Paso algo?-Pregunto George, y yo solo pude negar mientras me relajaba. Volví a mi postura firme, vaya que había estado sentimental.

-¿Ademas de el hecho de que pronto triunfará, saldrá de Hogwarts, se convertirá en profesional y tendrá una vida nueva?—me limpie las lagrimas y sonreí.-Entendí que aunque lo amo, no es el tipo de amor que te hace querer estar con alguien.

Este amor aturde como mandragora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora