Martes 31 de agosto de 1994
P.O.V Sarah
El partido ya había pasado, todo se encontraba perfectamente.
Ginny, Luna y Hermione entrelazadas de la mano, los gemelos y Harry burlándose de Ron, Cedric platicaba animadamente con el señor Weasley y con su padre, mientras que yo me aferraba al brazo de Neville. Sentía que debía hacerlo, sentía este presentimiento de problemas, sentía miedo.
-¿Te encuentras bien?-preguntó Cedric, acercándose a nosotros, y no ni siquiera pude responder. Me sentía extraña, muy débil, como si algo estuviera cerca.-¿Que sucede?-apenas y escuche que le preguntó a Neville.
-Creo que tiene mareos, se siente cansada.-respondió con un murmuró casi inaudible.-Cree que el padre de Draco Malfoy trama algo.
-No lo creo...-respondí aún aferrada a su brazo.-Yo lo sé, ¿acaso no lo notaron?-ambos se miraron confundidos.
-Hijo, ven!-le llamó Amos Diggory. Cedric dudo un par de segundos, hasta que asentí y fue a donde su padre lo llamaba.
Di un suspiro largo, tranquilizante para mis oídos, aunque seguía alerta, me pude calmar.
Cedric y Neville insistían en permanecer a mi lado, estábamos en el sofá, yo aún abrazada a Neville, mientras tenía mi mano entrelazada con la de Cedric.
Si, quizás era extraño (muy extraño) pero, al menos me sentía segura, aunque no podría deducir por quien era, o si era por ambos.-Viktor te amo!-canturreó Fred.
-Viktor lo hago!-le siguió George, uniéndosele Harry.
Todos reían, hasta que se empezó a escuchar mucho ruido a fuera.
-Esos irlandeses, si que están festejando.-comentó George.
-Cedric, debes ir con tu padre.-murmure aparentando más fuerte su mano.-Ve con tus padres, Neville y yo nos cuidaremos.
-¿De que hablas?-preguntó confundido, y Neville igual lo estaba.
-No son los irlandeses.-exclamó el señor Weasley, quien inmediatamente nos organizó por grupos.
-Fred, George, cuiden a Ginny.-y salieron corriendo por un lado, entre la gran multitud que corría despavorida.
-Harry, Ron y Hermione.-se dirigió a el grupo de chicos que entrelazaba sus manos, ambos protegiendo a Hermione.-No se separen.
-Neville y Sarah, cuiden de Luna. Corran!-y así hicimos.
Neville nos abrazaba a ambas, mientras nos aferrábamos a estar juntos. La gente estaba aterrada, así que unos corrían por un lado, y otros por otro.
Carpas incendiándose por doquier, y en particular, un grupo de personas enmascaradas avanzando, eran los que provocaban terror.
Venían hacia donde nos encontrábamos.-Corran! Pase lo que pase, no sueltes a Luna.-Exclamé arrastrándolos conmigo, mientras Neville y Luna aún seguían abrazados, y yo trataba de mantenerme lo más cerca posible a ellos.
Buscando un lugar seguro.Los dirigí a esa colina que cubría el campamento, en la que estaba con Cedric.
Había una que otra familia que pasaba por ahí, pero todo estaba más tranquilo, salimos casi ilesos, a excepción de que alguien me lanzó o simplemente a la dirección en la que me encontraba una pequeña piedra, que me causó una pequeña herida en la parte de la ceja.-Con un paño mojado se arreglará.-dijo reconfortante Luna, siempre con su tono sereno.
-Gracias, Luna.-dije acariciando suavemente su mejilla, ahora yo estaba en medio de ambos y la abrazaba.-¿Tienen frío?-No les dio tiempo de responder lo obvio, pues el señor Weasley con sus hijos llegó.
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Este amor aturde como mandragora
FanficNeville Longbottom, el chico tímido y dulce de la saga. Sarah Bell, la tímida e inteligente chica de la clase. A la que nadie conoce, ni nota. Pero siempre hay más por ver de una persona. Cuando Neville conoce a la chica perteneciente a Ravenclaw...