❝ Mafia ❞ • t.k.

•- １２ -✿❞

"Tu me harás el puto rey más grande de la historia"

Esas palabras estaban resonando en su cabeza desde que volvieron del club. ¿De verdad ayudaría a ese mafioso a ser un rey? ¿A llenar más las calles de su oscuridad?

— Jungkook —Taehyung llegó a su cuarto, no se dio cuenta en que momento abrió la puerta y se paro a su lado— ¿Bajaras a cenar?

Taehyung, un mafioso tan frío y sin escrúpulos, siempre había mostrado algún tipo de preocupación y afecto por él. Aunque era mínima al principio y casi con desinterés.

— Si, voy en seguida —Salió de su cuarto con Taehyung siguiéndolo detrás. Su mente seguía en otra parte, recordando ese momento en el club. Se repetía y se repetía.

— Ahora será parte de tu vida —Le habló ese hombre alto y mayor desde su espalda. Parecía que podía leer sus pensamientos— Será mejor que te vayas acostumbrando.

— ¿Como se acostumbra uno a algo así?

— La muerte es algo inevitable chico. O te acostumbras, o te le unes a ella.

Esas palabras se oyeron tan aterradoras.

— Ven conmigo, te mostraré algo primero —Detuvo su caminata a tan solo un paso de llegar al comedor y guió al chico con una mano en su hombro.

Debía enseñarle y mostrarle a este chico que la muerte se volverá algo más común en su vida, tan común, que tendrá que volverse su amigo.

Sí iba a cambiar a ese niño inocente e indefenso lo haría de una vez por todas. Lo llevó hasta la planta más baja de su mansión, un sótano que ni siquiera sabía que existía.

— Jungkook —Llamó la atención del jovencito al entrar a una sucia habitación, en medio de ella estaba un sujeto atado a una silla y, al rededor, algunos de sus hombres quienes habían estado torturandolo— Quiero presentarte a un querido amigo mío —Habló con calma, casi hasta con un leve tono de ánimo en su voz. Jungkook sólo estaba paralizado en su sitio.

El hombre estaba manchado con su propia sangre, golpes horribles por casi todo su cuerpo, su rostro estaba totalmente desfigurado.

— ¿Q-quién es el? —Era lo único que podía preguntar. Los hombres de Taehyung no se creían que en serio haya traído al chico a este lugar.

— Oh, es tan solo un viejo amigo de negocios de mi padre, y por lo tanto igual amigo mío ¿No es así Derek? —Taehyung sonrió falsamente acercándose a ese decrepito hombre que solo comenzó a lloriquear cuando lo tomó de sus hombros— Es un amigo que se atrevió a querer verme la cara de estúpido, pero eso jamás iba a pasar —Murmuró al oído al viejo hombre— ¿Acaso creíste qué tengo cara de idiota, Derek?

— N-no... —La voz de aquel hombre temblaba y se escuchaba rota, aterrado. Temía por su vida y suplicaba piedad.

— Debiste pensarlo mejor antes de querer aprovecharte de mi confianza —Sonríe levemente y se aleja del apestoso hombre. Se acercó a una mesa para tomar un arma para dársela a Jungkook— Jungkook, lindo chico, tendras el honor de quitarme a este idiota del camino.

— ¿Q-qué? —Su voz también tembló, no quería y no podía matar a una persona, jamás lo haría. Pero Taehyung lo ayudaría con eso, porque le estaba ayudando a sostener el pesado metal con firmeza— N-no puedo h-h-hacerlo.

— Claro que puedes, solo tienes que apretar este gatillo —Puso el dedito del menor en donde indico y le ayudo a apuntar— No lo pienses mucho, los sujetos malos merecen morir así Jungkook, y este es un sujeto muy malo —Le susurraba al menor cerca de su oído. Si ese chico era lo que pensaba haría lo que pedía.

El llanto del pobre hombre no paraba, seguía rogando mientras mantenía los ojos cerrados con fuerza.

— Además me hubiera hecho daño a mi, y te dejaría solo de nuevo Jungkook, me alejaría de tu lado —Siguió susurrando para el menor— Estarías sin mi, y tendrías que volver con tus padres. ¿Quieres qué eso pase Jungkook?

— No... —Su contestación no fue tardada, ni titubeó. Prefiere a Taehyung por darle aquello que sus padres jamás le dieron y que apenas podía obtener de otros. Le gustaba su atención.

— Entonces dispara, hazlo ya. O este maldito lo hará primero conm-

Sus palabras se vieron interrumpidas por el fuerte estruendo del arma. El llanto lastimero se detuvo, su respiración agitada dejó de escucharse. Los presentes miraban con sorpresa al joven chico que había disparado el arma y cumplido con la petición de su jefe.

Taehyung estaba satisfecho.

— Lo has hecho excelente, lindo chico —Sonrió atreviendose a regalarle un fugaz beso en la mejilla, provocó un rubor en ellas.

Jungkook no creía lo que acaba de hacer, asesino a un hombre, pero no está sintiendo culpa o remordimiento por eso. Se sintió bien satisfacer lo que Taehyung pedía. Y se sintió mucho mejor esa pequeña recompensa.

Sus mejillas ardían.

— Bueno —Suspiro y se acomodo su traje— Limpien este desastre y... Hagan lo que quieran con el cuerpo —Hablo desinteresado y se llevo al menor de allí para subir a cenar.

Entonces comprendió que no estaba para nada equivocado con ese chico.

El comedor volvía a estar casi vacío, el rubio comenzó a comer sin problema alguno mientras Jungkook volvía a estar procesando las cosas, analizando los detalles y reviviendo las emociones. Primero se sintió asustado. Después solo no sintió nada. Al final la tristeza lo inundó.

Después de que el primer mes pasó y nadie lo busco, se sintió triste, sin valor. Taehyung le demostró lo contrario, aun año pasó y se sentía mejor.

Tres años más y se olvidó por completo de los demás y de quien fue antes.

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— ¿Se te perdió algo?

De nuevo solos en el jardín, el rubio sentía la mirada de Jungkook sobre él, los dos estaban afinando la puntería.

— ¿Mm? O-oh, no, no —Desvío rápido la mirada y la regreso a las armas y la munición sobre la mesa frente suyo.

El semblante del rubio se mantuvo serio, de brazos cruzados y aparentemente sin humor. El color en las mejillas del pelinegro lo delataba. Se pusieron nerviosos, pero Taehyung no lo demostró.

— Concéntrate, nada de distracciones —Ordenó mientras se paraba detrás del pelinegro.

— Lo sé.

Cargo el arma, quito el seguro, apuntó al hombre que estaba unos cuantos metros más adelante. Disparo una sola vez. La sangre salpico en las hermosas flores del jardín.

—Sonrió satisfecho— Bien hecho —Palmeo su hombro. Jungkook esperaba su recompensa— Deshaste de la basura.

Ordenó sin decirle o hacer algo más, y se adentro a la casa.

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Publicaré un libro de ideas sobre futuras historias que me gustaría escribir o estoy escribiendo, échenle un vistazo ;)