La campana de la puerta se escuchó por tercera vez en ese corto tiempo de diez minutos, los dos chicos en la caja voltearon a ver al nuevo cliente que ingresaba y solo se sintieron más nerviosos.
Antes de ese último cliente, dos hombres altos y de mala apariencia entraron y comenzaron a caminar por la pequeña sucursal, vagaban por los pequeños pasillos sin tomar exactamente algo para llevarse, y el último chico, aunque era un poco más bajo que los anteriores, no parecía tener mejor apariencia. En definitiva, no eran gente buena.
Se estaba preparando para llamar a la policía o sacar la escopeta bajo la caja.
Jungkook camino por los pasillos, haciéndose un poco el tonto, estaba muy nervioso y casi que quería llorar, decidió tomar un par de frituras y quizás no estaría mal llevar una botella de vodka y otra de tequila.
Quiso esperar un rato él lo qué el otro cliente se iba, pero el chico de cabello rosa algo desteñido no parecía querer irse, podía notarlos a ambos nerviosos, normal si hay tres sujetos de mala cara dentro de una pequeña tienda. Decidió que era mejor ya acercarse, en cuanto se formó en la fila para pagar sus dos compañeros se acercaron un poco más a sus espaldas para vigilar.
- D-disculpa ¿puedo pagar? -Jungkook se dirigió al chico de cabello teñido, en cuanto este se dio toda la vuelta para verlo sus ojos se abrieron en grande.
- Claro, adelante -Le contestó con una sonrisa, pero se podía ver que era un poco fingida, se hizo aún lado, pero no se apartó mucho de la caja.
Coloco las cosas en la caja y su hermano comenzó a pasarlas por el escáner, sus manos temblaban un poco y por momentos levantaba la mirada para analizarlo, y de vez en cuanto también miraba las cicatrices de sus manos. Era momento de bajarse el cubrebocas y levantarse un poco la gorra.
- Serán treinta y cuatro mil con... -El sujeto de la caja dejó de dictar el precio en cuanto vio con claridad el rostro del comprador. Entonces todos sus sentidos se congelaron por un momento, su corazón se detuvo y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
- Jungkyo -Él chico pelirosa miro a su amigo con preocupación al verlo lagrimear- ¿Estás bien? ¿Qué pasa?
- Ju-Jungkookie ¿E-eres tú? -Lo señaló y se inclinó un poco más para analizar bien su rostro, el chico de cabellera teñida volteo a verlo con sorpresa.
- Jungkyo -Le contestó y sonrió levemente, sus ojos también comenzaron a llenarse de lágrimas- Ha pasado mucho tiempo ¿cierto?
- ¡Jungkook! -Gritó de emoción y alegría, aun sin poder creérselo, cruzó la caja para poder abrazarlo y sentirlo, convencerse de qué no era un sueño- Jungkookie, mi hermano, mi pequeño hermanito -Los dos estaban llorando sin consuelo alguno.
El chico de cabello rosado mantenía una mano tapando su boca mientras también liberaba muchas lágrimas.
- ¡Jimin, si es Jungkook! -Le gritó al chico que se encontraba a espaldas de su hermano.
- ¿Jimin? -Jungkook volteó, sintiendo mayor alegría al saber que sí se trataba de su único amigo de adolescencia. No dudo en abrazarlo.
Aquella era la señal clara que les decía a sus compañeros que podían irse, los dos gorilas que llegaron a intimidar a los dos chicos en la caja salieron con una pequeña sonrisa en sus rostros.
- Joder p-pero ¿cómo? -Jungkyo no podía creérselo, pasó tantos años buscando alguna señal sobre el paradero de su hermano, pero jamás encontró algo, incluso llegó a creerlo muerto, pero no quiso perder las esperanzas- ¿Cómo me encontraste? ¿D-dónde has estado? ¿Has estado bien? -Volvió a bajar la vista a los brazos de su hermano.
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❝ Mafia ❞ • t.k.
FanfictionTaehyung es un mafioso temido y respetado en Seúl, el rey de la oscuridad en un mundo infernal. Jungkook solo es un chico con malos padres. Necesitan ver luz en donde posiblemente no la haya, y sentir que hay esperanza aunque ya la hayan perdido. ...