•- 20 -✿❞

1K 81 9
                                    

¿Quien puede afirmar que lo que Kim Taehyung siente es amor? Que su enferma y corrompida mente no le hace una mala jugada.

Pues su corazón.

Sentir tus latidos descontrolados, tu pecho bombear con fuerza y desenfreno con tan solo verlo a él.

Tan único y perfecto.

Tan Jungkook.

Ihnaló el dulce aroma de su cabello, acaricio su suave y pálida piel como si fuera seda, observo su rostro, observo su cuerpo desnudo entre las sábanas de su cama.

¿Qué había ocurrido anoche? Se sintió tan increíble.

Aquello se sintió más fuerte y más adictivo que cualquier droga, que cualquier bebida alcohólica o sustancia venenosa.

— ¿Ya estas despierto? —Su dulce voz mañanera inundó todos sus sentidos, lo puso alerta.

— ¿Te desperté? —Lo vio negar y después esbozar la sonrisa más hermosa que haya visto en su miserable vida— ¿Dormiste bien?

—Asintió y estiro su cuerpo acomodandose mucho más cerca del mayor— ¿Tu dormiste bien?

¿Como podía tener una mirada tan brillante e inocente? Lo alteraba.

— Jamás he dormido mejor.

Se sonrieron.

— Entonces... ¿No es un sueño?

— ¿Qué cosa?

— Me quieres.

— Claro que te quiero. Te quiero demasiado —Lo acerco con sus brazos en un cálido y fuerte abrazo ¿Como era posible sentirse así?, se sentía vivo.

Así se sentía siempre a su lado.

— Me cuesta creerlo —Se sentía feliz por ahora, pero no esperaba nada más. Solo se trató de una vez.

Entendía porque Jungkook seguía con sus dudas, con su desconfianza, pero no va a dejar que ninguna de esas dos cosas vuelvan a él. Puede demostrar que realmente lo ama no sólo usando sus palabras.

Vio al menor levantarse de su cama, admiro su desnudez con detalle, sonriendo al ver su trabajo bien hecho sobre su piel. Dejo su marca por todas partes, sobre su cuello, sus clavículas, su torso, su pecho, su vientre, en su espalda, en sus muslos, en sus lindos pezones, hasta en medio de sus nalgas que aun tenían las marcas de sus manos.

— Ah, mierda —Se había excitado con tan solo ver el arte que hizo.

Había viscosidad entre los muslos del menor, sus posibles hijos, lástima que Jungkook no podía tener bebés.

El pelinegro busco una toallistas húmedas, al encontrarlas las ocupo para limpiar sus piernas y su arito de fuego. Debía darse un buen baño y limpiarse a profundidad porque se sentía tan lleno.

Después de limpiarse comenzó a tomar su ropa, buscándola por el suelo, y a vestirse.

— ¿Por qué te vistes? —Kim le preguntó aún estando en la cama, cuando el menor volteo a verlo su vista se fijo rápidamente en la torre que se había levantado.

— Voy a mi cuarto, no voy a usar tu baño —Escondió una sonrisa, en cierta forma se sentía alargado por provocar las nuevas erecciones de su jefe.

— No estas pensando en irte ¿verdad?

— Eso mismo hago —Respondió como si fuera obvio que lo haría, estaba listo para abrir la puerta cuando Kim se levantó con prisa de su cama y le bloqueo la puerta— Taehyung.

❝ Mafia ❞ • t.k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora