| Capítulo 3 |

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Michael desde que era un niño, lo que más quería era un auto, por lo que su madre y sus familiares siempre le regalaban cualquier cosa que tuviera que ver con autos; conforme creció, entendió que su madre no podría comprarle uno, no podía costearl...

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Michael desde que era un niño, lo que más quería era un auto, por lo que su madre y sus familiares siempre le regalaban cualquier cosa que tuviera que ver con autos; conforme creció, entendió que su madre no podría comprarle uno, no podía costearlo ni aunque trabajara horas extras y eso hizo que dejara de lado su sueño pero su meta era que cuando trabajara ahorraría para comprárselo él mismo. Dos meses después su madre le dijo que se cubriera los ojos, tenía una sorpresa para él afuera de la casa. Ya una vez fuera, se destapó los ojos y vio que el auto que siempre quiso estaba frente a él, casi se desmaya, no podía creerlo.

—Mamá pero ¿Cómo lo conseguiste?— preguntó emocionado

—Bueno, pues ya llevo muchísimo tiempo ahorrando.

—Te lo agradezco tanto— la abrazó —¿Cómo podré pagártelo?— dijo con ojos llorosos

—No tienes que agradecerme nada, cielo, eres mi hijo y te lo mereces, sé que vas a usarlo bien y te ahorrarás los viajes en tren— dijo sonriendo.

Cuando Michael llegó a Duxston todos se quedaron con la boca abierta (literalmente) al ver que ya no llegó a pie como de costumbre ya que, a la última persona que esperaban ver era a Michael con un auto; algunos lo vieron con envidia y la mayoría se acercó para poder apreciarlo mejor. Michael no era engreído, prefería evadir el tema o no tomarle importancia.

Cuando salió se disponía a ir a su auto cuando en un descuido se le cayeron las llaves, las iba a recoger del suelo cuando vio que unos chicos se acercaron y lo empezaron a ofender y a golpear, minutos después, algo lastimado subió a su auto y en el camino vio a Linda a punto de entrar a la estación de trenes, Michael se estacionó en la calle más cercana y se apresuró a encontrarse con ella.

—¡Mike hola!  Espera ¿Qué te sucedió? ¿estás bien?

—Hola, me golpearon y no— dijo respondiendo a cada una de sus preguntas

—Vámonos en a la estación y te curo en mi casa.

—Mejor vámonos en mi auto.

—¿Tienes auto? Cielos, debo empezar a conocerte mejor— rio

—Bueno, pues vamos— le dijo con una amplia sonrisa.

Caballerosamente le abrió la puerta a dejándola pasar, cuando arrancaron no tenían ni idea de a cuántos kilómetros por hora iban, el caso es que llegaron a casa de Linda en tiempo récord.

Una vez adentro, la chica fue por el botiquín de primeros auxilios, mientras esperaba, Michael observaba todo a su alrededor y pudo notar que en los portarretratos solo aparecía ella, nadie más.

Ella llegó y le comenzó a curar algunas heridas en el rostro, mientras esto sucedía, Linda le contaba un poco mas sobre su vida.

—Éramos cuatro, mis padres, mi hermanita de 7 años  y yo. Un día decidieron salir a pasear, yo tenía un examen al día siguiente y tenía que estudiar, dos horas después llamaron a la puerta dos oficiales de la policía diciendo que mi familia había muerto— no pudo hablar más y Michael la consoló. —Un idiota se estrelló con ellos y...— dijo entre sollozos

—De verdad lo siento, te vez tan tranquila y supuse que tu vida era perfecta.

—Lo estoy aprendiendo a superar pero no todo es lo que parece.

Luego a Michael le tocó hablar sobre su vida, le dijo lo de su pandilla, la situación en la que se encontraban él y su madre Kate y sobre sus buenas notas; realmente estaba entrando en confianza a lado de Linda, tanto así que le platicó su "secreto" mejor guardado.

—Hace un año mas o menos fui al dermatólogo realmente angustiado porque noté que aparecían unas manchas blancas en algunas partes de mi cuerpo que, en lugar de desaparecer se extendían a mas zonas: me diagnosticaron con vitíligo— su voz se quebró —Y mi gran temor es que al saberlo la gente me rechace y cuando tenga novia no quiero ni imaginarme que quizá le dé asco y no quiera verme o hablarme más— agachó el rostro

—Mike escúchame— lo tomó del mentón —No tienes por qué temer a ser rechazado, eres una persona con lindos sentimientos, eso es lo que importa y en cuanto a chicas, estoy segura que si esa persona te ama de verdad, te aceptará tal cual eres- le limpió la sangre de su labio inferior— Y quizá esa chica está frente a ti y no te has dado cuenta— dicho esto ella sonrió y él también, intercambiando miradas como la primera vez que se conocieron en aquella estación; despertando de ese trance y ya curado, Michael se despidió de Linda con un beso en la mejilla y se fue en su auto llegando a tiempo a casa mientras que ella recordaba el momento en que Michael le contó lo del vitíligo, no pudo imaginar que él pasara por algo así.



Linda

No puedo creer que él, siendo tan dulce, un ejemplo, haya sido golpeado y luego tenga vitíligo; Michael no se siente atractivo, eso lo pude notar, pero si lo es, su sonrisa es la más hermosa y sus ojos cafés son tan hermosos también, voy a ser su amiga.



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My Heart is Full of Love © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora