| Capítulo 8 |

337 33 1
                                    

Unos días después, Linda se encontraba en el hospital y su buena amiga Genevieve había notado que Linda volvía a sonreír, ella ya se había imaginado por qué, pero quiso que ella misma se lo dijera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unos días después, Linda se encontraba en el hospital y su buena amiga Genevieve había notado que Linda volvía a sonreír, ella ya se había imaginado por qué, pero quiso que ella misma se lo dijera.

—Hey ¿Cómo estás?

—Jamás había estado tan bien como ahora— dijo con una gran sonrisa

—¿De verdad?

—Me encontré a Michael afuera del departamento, platicamos adentro de muchas cosas, una cosa llevó a la otra y...— se ruborizó al recordar lo que había sucedido

—No te pases ¿Lo hicieron?— Linda suspiró sonriente ante la pregunta de su amiga

—Ay amiga, me alegro por ti... ¿Y qué tal?— preguntó con picardía

—El fue un caballero conmigo, fue lindo.

—¿Fue sexy? ¿Qué tal lo hace?

—Estuvo excelente, placentero y... ¡Oye! haces muchas preguntas, no debería contarte esto, eres un caso perdido.

—Pero aún así me amas.

—Si, eso si— dijo sonriente

Y así pasaron las horas en el trabajo para esta amigas, mientras que Michael se dirigía a casa de su madre, cuando bajó del auto se encontró con Diana, su antigua y muy secreta ex novia de la secundaria y no le fue un momento agradable volver a verla. Diana era una chica atractiva, alta y de cabello ondulado a media espalda, Michael en cuanto la vio se enamoró perdidamente y tiempo después fueron novios pero después todo cambió, le decía que había sido un error enamorarse de él, que era feo y esas cosas, eso lo deprimió bastante pero luego le terminó por guardar rencor, tanto así que la había olvidado, hasta ahora.

—Me da gusto verte.

—No puedo decir lo mismo, Diana.

—Has cambiado guapo, podría estar teniendo sexo contigo justo ahora.

—¡No! Lo dudo muchísimo, tengo una novia la cual amo con todo mi ser.

—Oh si, la rubia del hospital ¿Linda no?

—¿Cómo la conoces?— preguntó algo asustado

—He sabido algunas cosas y de ti también, así que te advierto una cosa ¡Aléjate de esa zorra o sufrirás las consecuencias! ¡Que no se te olvide que sigues siendo mío!

—No me alejaré y tú no eres nada mío desde hace mucho— le dijo enojado

—Bueno, disfruta su estadía contigo porque muy pronto desaparecerá.

—No te atreverías.

—Ponme a prueba si quieres, nos vemos guapo— se acercó rápida y peligrosamente y lo besó al mismo tiempo que pasaba su mano por su entrepierna, él se alejó al sentir el roce.

—¡¿Cuál es tu problema?!

—No te hagas el muy respetable ahora, te gustó.

—Como sea— se alejó molesto y entró a su casa

—Hola cariño ¿Cómo te fue?

—Bien, eso creo.

—¿Por qué hijo?— preguntó intrigada

—¿Recuerdas a Diana, la que...?

—Claro que la recuerdo, es una desgraciada— dijo entre dientes

—Bueno, pues me la encontré de camino para acá y se me insinuó, pero quien la entiende, antes me decía que era horrendo y ahora me proponía cosas indecorosas.

—Solo quiere llamar tu atención.

—Lo sé, pero yo solo tengo ojos para Linda.

—Eso me ha quedado más que claro, hijo.

A pesar de la plática que tuvo con su mamá, Michael todavía seguía preocupado, sabía que Diana era capaz de todo, ahora tenía que proteger a Linda más que nunca.

Al día siguiente fue a la universidad como siempre y todo transcurrió tranquilo y normal, pero tenía un muy mal presentimiento de que se avecinaba algo terrible. Linda, por otra parte se sentía tranquila y muy confiada a pesar de haberse encontrado con Chris, pero lo que no sabía era que él se había puesto de acuerdo con Diana para separar a Michael de Linda para llevar a cabo cada quien su venganza.

Ese mismo día el turno de Linda había terminado un poco más temprano, así que su novio pasó a buscarla al trabajo.

—Hola amor.

—Hola mi princesa— la besó delicadamente

—Te juro que ya me hacía falta salir temprano, a veces ya es mucha presión trabajar contra reloj.

—Si me imagino, por eso he venido a que nos relajemos, ven conmigo— la tomó de la mano

—Jaja espera ¿a dónde vamos?

—A Central Park a tomar un helado ¿Te parece?

—¡Sí, suena genial, vamos!— dijo emocionada

Y se dirigieron a dicho lugar muy felices, cuando llegaron empezaron a buscar al señor que vendía los helados, lo encontraron y cada quien pidió el suyo pero Michael pagó por ambos.

—Michael mira ¿Qué es eso de allá?— señaló a una dirección cualquiera

—Que am... ¿Dónde?

—Allí— lo tomó desprevenido y le echo su helado en la cara

—¡Hey!— rio —Solo por eso tendrás tu venganza— le empezó a hacer cosquillas

—¡Ya, Michael basta!— reía a más no poder

—Ok, me detendré con una condición.

—¿Cuál?

—Que me des un beso.

Y ese momento dio paso a un beso lleno de ternura, lo que no sabían era que ese sería la última vez que estuvieran juntos antes de que sucediera lo peor.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My Heart is Full of Love © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora