| Capítulo 42 |

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Al día siguiente, Linda fue a visitar a Katherine, su suegra, ya que tenía mucho tiempo sin verla y además quería que Chloe también visitara a su abuela

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Al día siguiente, Linda fue a visitar a Katherine, su suegra, ya que tenía mucho tiempo sin verla y además quería que Chloe también visitara a su abuela.
Mientras iba caminando por esas calles, recordaba la vez que conoció a Michael y las veces en las que él le había platicado en donde vivía: en una zona muy peligrosa de Brooklyn llena de maleantes, pero eso no había influido completamente en él, porque era respetuoso, caballeroso y caritativo; ya que a veces le mencionaba que los niños de una fundación visitaban su escuela y a Michael le encantaba pasar el rato con ellos platicando y jugando.
Finalmente había llegado a la casa de su suegra, tocó la puerta y esta abrió.

—Hola señora.

—Mi niña, hola— la saludó —Hola princesa— Linda le dio a su hija —Te extrañé mucho— besó su mejilla —Ay, pero qué grosera soy, pasen, adelante— Linda tomó de nuevo a su hija en brazos —¿Gustas algo de tomar?

—No, estoy bien así, gracias— le sonrió

—Bueno, y cuéntame cómo te haz sentido últimamente, ya sabes, con lo que ha sucedido.

—No ha sido fácil recuperarme de dos pérdidas tan fuertes como las de los bebés que esperaba, me llevará algo de tiempo aceptar mi realidad... pero tengo a Chloe— vio a su bebé— quien es mi razón para no darme por vencida, tengo a mi mejor amiga Gen y a una suegra maravillosa que me ha brindado su cariño incondicional, tanto así que ya la considero como mi segunda madre— dijo emotiva

—Oh cariño— la abrazó —Por supuesto, siempre estaré para lo que necesites.

—Se lo agradezco muchísimo.

—... ¿Y qué hay de Michael?— tomó su mano en señal de apoyo

—Todavía lo amo, pero es un proceso que debo de superar, sé que no lo hizo a propósito pero...—

—Cielo, no quiero que te sientas presionada por mí para que lo perdones. Es mi hijo pero no quiero que lo perdones solo para que no haya diferencias entre nosotras; el aprecio y cariño que te tengo no se irá, porque tú hiciste que mi hijo le sonriera a la vida cuando apareciste —Linda sonrió emotiva por sus palabras— Cuando te convertiste en su novia, en su esposa y cuando le diste la dicha de ser padre a pesar de que biológicamente no lo sea. Cada vez que volvía de la escuela y hablaba de ti... Dios, tenía un brillo tan especial en los ojos que solo lo veía cuando me platicaba sobre los niños de la fundación que visitaban su escuela— unas cuantas lágrimas recorrían la mejilla de la muchacha —¿También a ti te hizo sentir así, verdad?— le preguntó dulcemente

—Si, de seguro Michael ya le platicó sobre mi familia— la señora asintió —Estaba devastada, pero cuando lo conocí me hizo recuperar toda la felicidad que había perdido, él me ha apoyado en tanto que no sé como agradecérselo, y por más que quiera estar molesta con Michael no puedo porque ha hecho tanto por mí. Podría decir que volví a sonreír gracias a él, vale mucho como hombre... lo bueno fue que no perdí el tiempo al tenerlo a mi lado— bromeó para aligerar todo

—Ay Linda, qué cosas dices... y tomate el tiempo que necesites para perdonarlo.

—Ayer fui a verlo.

—¿En serio? qué bien, me alegro. ¿Y qué sucedió?

—Al principio me sentí muy molesta, pero después de hablar durante un rato me di cuenta, como le dije, que no podía estar así con él, significa mucho para mí— desvío su mirada

—Eso es bueno... pero hay algo que no me haz dicho, querida. Confía en mí, puedes decirme

—...El impacto del auto fue tan fuerte que no solo me dejó sin mis dos hijos, sino que también... tengo 20% de probabilidades de quedar embarazada otra vez— dijo con la voz quebrada

—Oh Linda— la abrazó —No tenía idea... pero no hay que perder las esperanzas; sólo tengamos fe porque todavía en ese 20% pueden suceder grandes cosas... porque ya se están tardando— dijo haciéndola reír algo avergonzada —Te ves mejor cuando sonríes, mi niña. No pierdas la esperanza, como te digo, pueden pasar grandes cosas.



El siguiente fin de semana

—¿En serio eso te dijo mi mamá?— le preguntó Michael a Linda

—Si, además necesitaba sus palabras.

—Me alegra que te reconforten— besó su mejilla

—Y además creo que tiene razón.

—¿A qué te refieres?— preguntó confundido

—A que podemos intentar tener otro bebé— dijo besando su cuello

—Pero amor, no quiero que te sientas presionada, estoy dispuesto a esperar si es necesario.

—Pero yo en verdad quiero, no me importa que cuando nazca el bebé todavía estés en arresto domiciliario.

—¿Y si no quedaras embarazada? Amor, no me gustaría verte triste.

—Habrá que intentar— desabrocha su camisa

—¿Y si Trisha despierta?

—Amor, preguntas mucho. Menos palabras y más acción.

Enseguida comenzaron a besarse, en ese momento no importaba nada ni nadie, sólo ellos dos expresando todo el amor que se tenían por medio de uno de los actos más bellos entre un hombre y una mujer, y aquella habitación, donde habían hecho el amor tantas veces era testigo de esta unión en cuerpo y alma. Estuvieron dándose placer y amor toda la noche hasta que amaneció ya para ser domingo. Cuando Linda despertó, volteó a ver a Michael, quien aún seguía dormido, y se quedó admirando cada una de sus facciones, sin duda lo amaba profundamente.

Lentamente comenzó a despertarse hasta que abrió sus ojos.



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My Heart is Full of Love © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora