[COMPLETADA]
Seguramente para muchos regresar a la universidad no es algo que les emocione mucho, las tareas aumentan, los proyectos son más laboriosos y más situaciones emocionantes se presentan en Duxston, una universidad al norte de Nueva York. A...
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Linda
He decidido volver a trabajar. Fue algo difícil tomar esta decisión porque estoy atravesando por situaciones complicadas como lo es el saber que tengo pocas posibilidades de embarazarme, que Michael continúe en arresto domiciliario y que Trisha aún es pequeña pero de alguna manera logré contratar a una niñera llamada Esther, es una mujer de 64 años de edad que, por desgracia debo admitir que al principio no me dio confianza debido a la experiencia de la última vez me llevé un muy mal sabor de boca con todo el asunto que involucraba a Dalila Schneider; si, la que ocasionó que gran parte de mi vida con Michael se fuera por un tubo; pero tras encargársela una vez y ver que no sucedió nada malo recuperé poco a poco la confianza perdida y además es una señora muy agradable, sabe mucho sobre niños y bebés y tras contarle lo último que me sucedió me ha tomado un cariño muy especial, como de madre a hija.
Ella tenía una hija, como de mi edad, que deseaba con toda su alma ser madre y logró embarazarse pero todo dio un giro de 180° cuando estaba ya en labor de parto, hubo complicaciones a la última hora: murió de una falla cardiaca poco después de dar a luz y el bebé fue víctima de la Muerte de Cuna, aquella donde el bebé duerme y jamás despierta, dejando de respirar repentinamente; según las palabras de Esther, el saber que su nieto murió en la incubadora el mismo día que su madre le rompió el corazón y la entiendo. Soy pediatra y madre de una bebé de meses. No me imagino pasar nunca por algo así, una muerte en vida es lo que yo describiría si fuera mi caso.
La admiro porque a pesar de haber atravesado un divorcio hace años y que su hija y nieto murieran en situaciones trágicas ella está aquí saliendo adelante; claro que el tiempo ha curado sus heridas, no al 100% pero trata de sobrellevarlo ya que cuando lo platica ya no llora. Entonces todo esto me hace preguntarme si ella pudo ¿Por qué yo no?
¿En verdad es tan difícil lidiar con mi situación? No lo creo, al menos resguardo mi esperanza en ese 20% de posibilidad de quedar embarazada y las dos personas que más amo en el mundo están aquí conmigo, de alguna forma, Michael y Trisha, mi familia.
—No me imagino el dolor por el que debió haber pasado.
—Fue muy difícil, y la nostalgia hace que todo sea aún más difícil: mi hija Kara desde pequeña jugaba a las muñecas y decía que cuando tuviera un bebé lo cuidaría como tal, era una niña y yo pensé que esa etapa "maternal" e infantil se le pasaría con la edad, pero no fue así. Cuando creció y logró embarazarse estaba tan feliz que lloró como por media hora cuando me mostró los resultados de sus análisis.
—Lo mismo me pasó con mis dos angelitos que esperaba, estaba muy feliz... hasta que bueno, pasó lo que pasó.
—Mi niña, pero intenta ver la luz al final del túnel. Tienes aún la posibilidad de embarazarte, por muy pequeña que sea es de gran importancia, tienes a tu hija que es una gran bendición y a tu esposo, que a pesar de lo que cometió está de acuerdo con su castigo y lo está cumpliendo y por lo que me cuentas, se ve que te ama profundamente.
