| Capítulo 35 |

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—Pues

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—Pues... mira no me quisiera adelantar a nada y puede que sea debido al estrés... ¡Pero presentas todos los síntomas!

—Si lo sé, lo mejor será que me haga la prueba de embarazo ¿Me acompañarías a la farmacia?

—Si claro, vamos— pidieron la cuenta, pagaron y fueron a la farmacia

Al llegar ahí, Linda no pudo evitar mirar hacia donde se encontraban los aparadores de pañales y biberones, y no pudo evitar recordar a Michael, le hubiese alegrado mucho saber que en esta ocasión podrían estar esperando un bebé y él ya sería el padre biológico. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la señorita que atendía la farmacia.

—Buenas tardes ¿En qué la puedo atender?

—Hola, amm... Quisiera una prueba de embarazo.

—Claro ¿La que sea?— preguntó buscando entre los estantes

—Si.

—Tranquila amiga, todo estará bien— le dijo Genevieve

—Eso espero... ¿Cuánto va a ser?— se dirigió a la chica que la atendía

—Serían... 6 dólares, señorita.

Pagó y ambas regresaron a casa. No dejó pasar más tiempo y decidió acabar con la incertidumbre, esperó alrededor de 5 minutos hasta obtener ya el resultado y salió del baño para hacérselo saber a su mejor amiga.

—¿Qué pasó? ¿Qué dice la prueba?

—... Positivo.

—¡Oh Dios mío! Amiga me alegro tanto por ti— la abrazó pero pudo notar que Linda no lo hizo, al contrario, comenzó a llorar —¿Por qué lloras nena?

—Es que no es un buen momento para estar embarazada y tú lo sabes, Michael y yo no hablamos y lo que menos quiero es que el bebé nazca en medio de una familia rota— sollozó —No quiero ser una mala madre ni que piense que por mi culpa su padre no vive con nosotros.

—Amiga, no seas tan negativa.

—¿Negativa? Tú lo dices con una tranquilidad impresionante porque nunca haz estado embarazada— eso, en el fondo le había dolido a Genevieve, pero prefirió no discutir e ignorar aquello

—¿Crees que no me afecta verte así? Eres mi mejor amiga y me preocupo por ti, si no lo hiciera no te hubiese acompañado a la farmacia y te hubiera dejado afuera de mi casa- Linda se había arrepentido de lo que dijo- Amiga, no vas a ser mala madre, no tengas miedo, pudiste salir adelante con Trisha y ahora mírate: estás esperando un bebé de Michael, el cual es una hermosa bendición. Este angelito ha venido al mundo por una razón, no te preocupes por lo que pase después... y respecto a Michael, estoy segura de que estarán juntos otra vez cuando el bebé haya nacido, o incluso antes.

—¿Qué te hace estar tan segura?

—Solo... lo sé— se llevó a la pequeña Trisha en brazos para jugar con ella en la sala



Linda

Tal vez Gen tenía razón, ella siempre sabe cómo verle el lado positivo a todo, incluso en las peores situaciones. Pero también pienso en lo último que hizo Michael, si yo hubiera hecho sé que no me lo perdonaría por nada del mundo; no voy a permitir que crea que no pasó nada porque claramente si pasó y no soy un juguete.

Genevieve había logrado emocionarla con la llegada del bebé, ya no veía la hora en que por fin tuviera a ese pequeño angelito entre sus brazos.
Por otro lado, Michael se encontraba un tanto deprimido mientras trataba de ver televisión cuando de repente escuchó que alguien tocaba la puerta, fue a ver quién era y se encontró con la persona que menos quería ver.

—Dalila ¿Qué demonios haces aquí?

—Creo que tú y yo tenemos un asunto pendiente ¿ya lo olvidaste tan rápido?— no pidió permiso, entró sin más y lo besó desesperada, casi sedienta de la pasión que Michael solía brindarle, pero sin embargo él la alejó muy bruscamente —¡Oye! ¿Cuál es tu problema?— exclamó sorprendida por su reacción y también enojada

—¿¡Que cuál es mi problema!? ¡Por tu maldita culpa Linda y Trisha se fueron de mi vida!

—Ay que mal, pero no me reclames cariño, yo no te obligué a que te acostaras conmigo y que la engañaras— dijo mientras veía sus perfectas uñas rojas

—Me sedujiste.

—Y para qué me sigues la corriente, además no se por qué actúas así conmigo, Michael— tomó su barbilla pero éste apartó su mano de forma brusca y la pegó a la pared

—¡Tenía planes con ella, maldita ramera! ¡Estábamos bien hasta que tú llegaste y lo echaste a perder!— exclamó ya perdiendo los estribos

—...Michael yo...— ahora si estaba avergonzada por destruir la felicidad de una familia 

¡La de Linda y Michael!

—Solo vete, no quiero volver a saber nada de ti— dijo con las manos ocultas en su rostro

—Por favor, escúchame— dijo con un nudo en la garganta

—¡Vete! Arruinaste mi futuro con las dos mujeres que más amo en este mundo y te valió un pepino. Es mejor que te vayas antes de que olvide mis principios.

Sin nada más que decir o hacer, la chica se fue dejando a Michael solo otra vez en el departamento.
Un par de horas más tarde, Michael decidió salir a visitar a su amigo Charles y ex-profesor de la universidad.

—Michael hola ¡qué sorpresa!— lo saludó

— Lo mismo digo amm... ¿Crees que podríamos hablar?

—Si claro, adelante, disculpa el desorden, es que mi hija estaba jugando pero salió con su mamá, ya sabes "Día de Chicas"— Michael rio —Bueno, y con el nuevo bebé en camino también— sonrió

—Muchas felicidades ¿Cuánto tiempo tiene de embarazo tu esposa?

—Cinco semanas, nos acabamos de enterar— ambos fueron a la sala y se sentaron —Bueno ahora sí, soy todo oídos.

—La verdad no sé por donde empezar, estoy tan avergonzado por todo lo que hice, juro que nunca quise hacerles daño a ninguna de las dos— habló rápidamente y muy angustiado

—Michael cálmate, porque me estás asustando a mí también— le dijo al temer lo peor

—Me acosté con la niñera de mi hija Trisha; engañé a Linda.

—¿¡Que hiciste qué!? ¿En qué estabas pensando?— lo reprochó



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My Heart is Full of Love © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora