[COMPLETADA]
Seguramente para muchos regresar a la universidad no es algo que les emocione mucho, las tareas aumentan, los proyectos son más laboriosos y más situaciones emocionantes se presentan en Duxston, una universidad al norte de Nueva York. A...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mes y medio después, finalmente Linda se reuniría en casa con su suegra ya que por sus trabajos ninguna había podido coincidir pero eso estaba por cambiar.
Linda había terminado su turno algo temprano, ya que no había muchos pacientes por atender.
—Hasta mañana, Linda.
—Nos vemos mañana Corey, descansa.
Se despidió y registró su hora de salida y fue ahí cuando su amiga Genevieve la alcanzó.
—Amiga espera, ¿Por qué te vas temprano? ¿Te sientes bien?
—Más que bien, no hay muchos pacientes y además pedí permiso para salir antes porque hoy voy a ver a mi suegra para decirle lo de mi embarazo.
—Ay que bien, me cuentas mañana cómo te fue.
—Eso tenlo por seguro— se despidió de Genevieve, de Mónica, las enfermeras y los paramédicos para dirigirse a la casa de su suegra
Una vez más, recuerdos iban y venían a su mente como el frío viento de Brooklyn, pero se quedaban ahora en su memoria.
Quería gritar a los cuatro vientos lo emocionada que se sentía al estar embarazada pero debía controlar su emoción, aquella zona no era de las mejores, había vagabundos y por ende, gente con algún problema mental que podría malinterpretarlo todo.
—Hola querida— abrazó Kate a Linda —Pasa, me alegra que por fin ya nos hayamos podido reunir. ¿Cómo está Chloe?
—Bien, adora a Esther y a veces cuando tiene que irse temprano termina llorando, pero se calma luego. Ha querido enfermarse, y es que de por sí el clima aquí en Nueva York no ayuda mucho— rió
—Si te creo, este departamento siempre es frío y se mete el viento por las rejillas... ¿Gustas algo de beber?
—Le acepto un vaso de agua, por favor— le pidió Linda
—Claro que si... ¿Y Michael?— preguntó Kate mientras se dirigía a la cocina
—Él está muy contento. Le ha venido bastante bien la noticia de que va a salir del arresto domiciliario en dos meses nada más... Gracias— recibió el agua
—¿Sabes? Desde que entraste no has podido quitar esa radiante sonrisa de tu rostro.
—Oh cielos, creo que me delaté— rieron —Bueno, sucede hace unos días los dolores de cabeza se intensificaron...— terminó por contarle todo lo que le había sucedido, pero se reservó la mejor parte para el final
—Linda, ojalá no sea nada grave.
—No para nada, al contrario... Ya tengo los resultados de mis análisis de sangre... Estoy embarazada.
—¡¿En verdad?!— preguntó Kate muy sorprendida
—Si— se abrazaron
—Querida, estoy tan feliz por ti. ¿Ves? Te dije que con un poco de fe las cosas estarían bien.
