[COMPLETADA]
Seguramente para muchos regresar a la universidad no es algo que les emocione mucho, las tareas aumentan, los proyectos son más laboriosos y más situaciones emocionantes se presentan en Duxston, una universidad al norte de Nueva York. A...
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Algunas semanas después, Linda recibió la visita de Genevieve, querían pasar un buen rato entre amigas ya que desde que Trisha había nacido perdieron algo de comunicación y aparte la ocasión lo ameritaba: la bebé se encontraba dormida, Michael había salido a tomar un café con su ex-profesor de Duxston ¡Sin duda era perfecto! Ella se encontraba leyendo un libro de maternidad cuando escuchó que alguien tocaba el timbre.
—¡Un momento!— exclamó Linda del otro lado de la puerta y al abrirla su voz de su amiga se escuchó literalmente por todo el edificio
—¡Gen! Qué alegría verte, adelante, pasa.
—Gracias— volteó a ver el libro que Linda leía —¿Maternidad? ¿Es en serio?
—Nunca se es demasiado tarde para aprender— le guiñó un ojo
—Pero aparte de mi madre, tú eres la persona más maternal que conozco.
—Créeme, el hecho de que sea pediatra, no es lo mismo a que me comporte igual con mi hija... ¿Gustas algo de beber o comer? Tengo pastel de chocolate y almendras— dijo llamando la atención de su amiga pues sabía que ese era su favorito
—Tú si sabes— sonrió
Cada quien se sirvió una rebanada y tomó una taza de café y se sentaron en la sala a platicar.
—¿Adivina qué?... la próxima semana regreso a trabajar— dijo emocionada
—Eso es genial, todos te extrañamos.
—Yo también los extraño, especialmente a mis pequeños- dijo refiriéndose a los niños del hospital
—Ellos sobre todo, son los que a diario preguntan por ti.
—Si me imagino— se quedó pensativa
—¿Qué sucede?— preguntó preocupada
—Tengo que volver al trabajo pero ¿Quién cuidará de Trisha? Mike trabaja y llega hasta las 8:00pm, tú y yo estamos de servicio casi todo el día y Kate no podría cuidarla todos los días, ya es una persona mayor— mencionó
—Una de las recepcionistas del hospital va a renunciar mañana y le dijo a su compañera que le gustaría encontrar trabajo lo antes posible.
—¿Te refieres a Rosa?
—No, me refiero a Dalila.
En cuanto escuchó su nombre, Linda no pudo ocultar su asombro al saber que ella ya no trabajaría más ahí.
—¿Y no sabes por qué renunciaría?
—No, ni siquiera le dijo a Rosa, y eso que son súper amigas.
—Eso sí que es raro; el lunes le digo si de casualidad puede ser la niñera de Trisha, también tendría que comentárselo a Michael, para él, la bebé es lo más preciado y odiaría que algo malo le pasara.
