Linda había terminado de atender a su paciente y ahora se encontraba dando el último chequeo al niño.
—Pequeño, solo deberás tomarte estas pastillas para que ya no sientas dolor por 5 días y estarás como nuevo— le sonrió
—Doctora en verdad le agradezco, estaba muy preocupada, creí que lo tendrían que operar o algo así.
—No se preocupe señora, la entiendo. También soy madre y comprendo que una no pueda quitarle los ojos de encima a sus hijos porque hacen cada travesura...
—¿En serio tiene hijos? Doctora, ni se nota. Está muy joven.
—Muchas gracias, y si, tengo una bebé de poco más de 6 meses, y aunque es pequeña uno no puede quitarle el ojo de encima porque quiere meterse algo a la boca, intenta levantarse, quiere que la carguen todo el tiempo... Pero no me quejo, ser madre es lo más bello que me ha podido suceder; el ver a mi bebé con una resplandeciente sonrisa en su rostro todos los días hace que todo valga la pena.
—Qué bueno doctora, pues nosotros ya nos vamos; cualquier cosa venimos una ve más.
—Claro, no hay ningún problema— sonrió amablemente
—Bien hijo, despídete— le dijo la madre a su pequeño
—Nos vemos doctora, y gracias— dijo el niño dulcemente
—No hay de qué, cariño— le sonrió —Y ten, una paleta.
Tras atender a su paciente, Linda se dirigió a la máquina que despachaba los cafés. Apenas estaba insertando un billete, tuvo un fuerte dolor de cabeza y se sostuvo de la máquina.
Por suerte, un doctor del departamento de oncología la vio y no dudó en acercársele al verla en ese estado.—Linda ¡Por Dios! ¿Qué tienes?
—Mi cabeza, creo que voy a...
No logró completar la frase ya que se había desvanecido en brazos de su compañero.
Una enfermera que también vio la escena actuó rápidamente y llamó a una ambulancia desde la recepción; obviamente todos se alarmaron pero algunos no podían dejar sus puestos de trabajo. Para su suerte, Genevieve tenía un espacio libre, por lo tanto, en cuanto escuchó que su amiga se había desmayado no dudó en ir a donde se encontraba.—¿Cómo sucedió? ¿Está bien?
—Está bien dentro de lo que cabe, por suerte iba saliendo Corey de practicar una quimioterapia cuando la vio, de lo contrario al desmayarse se hubiese caído y golpeado la cabeza.
—No puede ser, le dije que fuera al médico pero no me hizo caso. Heather ¿Llamaste a alguien?— le preguntó a la enfermera
—Si, llamé al Pabellón Médico de Nueva York, ya viene una ambulancia en camino.
—Bien.
Diez minutos después llegó la ambulancia y tras colocarla en la camilla para llevarla al hospital, un paramédico se acercó a Genevieve, pues estaba cerca de ella.
—¿Usted es...?— preguntó esperando su respuesta
—Soy Genevieve, amiga de Linda.
—Tendrá que acompañarnos hasta el hospital en la ambulancia con ella ¿Cree que le sea posible?
—Claro que si, solo aviso en recepción y marco mi salida.
Ágilmente subieron a Linda a la ambulancia y su mejor amiga iba con ella. Cuando se desenvolvía en el ambiente médico de manera rutinaria sabía que debía mantenerse tranquila y no armar un escándalo.
Una vez que llegaron, fue atendida por un pequeño grupo de médicos y enfermeras, y tras unos pocos minutos finalmente despertó.
Linda
Paredes y un techo blanco era lo único que veía, pero no tenía ni la más mínima idea de donde me encontraba. Pero... ¡Esperen! Este no es mi consultorio y este no es el hospital donde trabajo ¿En dónde estoy?
Estaba despertando poco a poco y cuando lo hizo en su totalidad vio a su mejor amiga, quien leía un libro y estaba tan concentrada que no notó cuando ella había despertado.
—Gen— dijo un poco audible
—Amiga— la abrazó —¿Cómo te sientes?— le preguntó
—Bien, aunque no recuerdo nada y no se qué hago aquí.
—Linda... Te desmayaste, y si Chris no hubiese estado cerca te hubieses golpeado la cabeza; luego una enfermera pidió una ambulancia, yo te acompañé y aquí estamos, en el Pabellón Médico de Nueva York.
En ese momento, un doctor se acercó a ambas chicas y les comenzó a explicar más a detalle lo que había sucedido.
—Tomamos muestras de sangre para analizar y descartar problemas de salud.
—¿Eso incluye los dolores de cabeza?— preguntó Linda
—Sí, y el estudio de sangre que te vamos a realizar, como es más preciso, aparecerá cualquier anormalidad o producto benigno... incluyendo un posible embarazo.
—Bueno, en este caso es lo que más quisiera... Pero en dado caso que no llegara a suceder está bien— dijo algo desanimada
—Los resultados estarán hoy por la tarde como a las 6:30pm, tendrás que esperar un poco pero veremos que es lo que hace que tengas estos síntomas.
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Faltaban 5 minutos para que pudiesen ir a ver los resultados de la muestra de sangre y a la consulta con el médico que atendió a Linda ese día; ella, por otra parte, se encontraba muy ansiosa ya que el resultado tendría que ver mucho con su vida ¿Qué le depararía el destino al conocer la realidad a la que estaba por enfrentarse?
—Pueden tomar asiento, señoritas... ¿Cómo te haz sentido desde en la mañana que nos vimos hasta ahora?— le preguntó el doctor a Linda
—Un poco mejor, siento que la cabeza me duele un poco todavía pero aún no estoy completamente tranquila.
—¿Algún otro síntoma?— ella negó —Bien, ya tengo tus resultados y ya los revisé— dijo tranquilamente
—... ¿Y bien? ¿Qué es lo que tiene mi amiga?
—No hay nada de qué preocuparnos, al contrario... Linda... Estas embarazada— sonrió el médico y Linda estaba en shock, había perdido todas las esperanzas y lo único que pudo hacer fue llorar de felicidad al lado de su mejor amiga. Había encontrado la luz al final del túnel.
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My Heart is Full of Love © | Michael Jackson
Fiksi Penggemar[COMPLETADA] Seguramente para muchos regresar a la universidad no es algo que les emocione mucho, las tareas aumentan, los proyectos son más laboriosos y más situaciones emocionantes se presentan en Duxston, una universidad al norte de Nueva York. A...