My Heart is Full of Love © | Michael Jackson

| Capítulo 25 |

Linda

¡No puedo creer que ya sea el día! Estoy tan emocionada porque ya podré vivir oficialmente como esposa del hombre que tanto amo. Fue gracioso porque ayer se llevaron a Michael a un hotel para que no me viera un día antes de la boda, esa fue idea de su madre, y apoyada por el ex-profesor de Michael y ahora su mejor amigo Charles, pero no pudimos aguantar por mucho tiempo ya que me llamó al los 15 minutos de haber llegado al hotel; pero bueno... ahora me encuentro a 2 horas de ser la mujer más feliz del mundo.

Apenas se levantó escuchó que tocaban a su puerta.

—¿Quién es?

—Tu madrina de bodas— dijo Gen

—Hola nena, pasa.

—Hola futura Jackson— Linda se sonrojó —Espero que no te molestes al ver que traje a mi equipo sin decírtelo antes.

—¿Equipo? ¿de qué hablas?— preguntó

—Chicas pueden entrar— se dejaron ver un par de chicas con maletines de maquillaje, tocados y mas cosas —Empezaremos cuando tu digas.

—Claro, solo dejen que tome una ducha primero, no tardo— y se metió a bañar, luego de unos 10 minutos salió —Ok, ya pueden empezar.

Cuarenta minutos después Linda ya estaba lista, el pedicure, manicure, pendientes, maquillaje, vestido, todo era perfecto, después bajaron las escaleras y se subieron a la limusina que las llevaría a la iglesia.
Estaba nerviosa y feliz, pero un poco triste a la vez porque ya no tenía a su familia acompañándola en uno de los momentos más importantes, sobre todo su padre, el cual se supone que debía entregar a su hija en el altar. En eso sintió que alguien tocó su hombro.

—Charles ¿Qué sucede?

—¿Me permites llevarte al altar? Michael me comentó lo que le ocurrió a tu familia, en verdad lo siento.

—Gracias... y si... puede llevarme— sonrió

—Bien— se colocó a su lado

Entraron al escucharse las primeras notas de la marcha nupcial, todos voltearon incluido Michael, quien sonrió al verla. Ella por su lado estaba igual de feliz ya que sus seres queridos y su hija de tan solo meses de edad se encontraba presente en la boda de sus padres.
La ceremonia había comenzado, luego prosiguieron con los votos.

—Yo, Michael Joseph Jackson, te acepto a ti Linda como mi esposa y te entrego este anillo como símbolo de mi amor— le colocó el anillo —En la salud y en la enfermedad, prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida— finalizó enternecido

—Yo, Linda Johnson, te acepto a ti Michael como mi esposo y te entrego este anillo como símbolo de mi amor— le colocó el anillo —En la salud y en la enfermedad, prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida—sonrió con los ojos llorosos

—Si hay alguien que se oponga a la unión de esta pareja que hable ahora o que calle para siempre— hubo un incómodo silencio de 5 segundos y prosiguió— ya que nadie se ha opuesto, Dios bendiga este matrimonio, yo los declaro marido y mujer, señor Jackson puede besar a su esposa.

Michael ni lo dudó y besó tiernamente a Linda.

Después todos salieron de la iglesia para dirigirse a donde sería la celebración de la boda; una vez ahí bailaron y convivieron con los invitados hasta que llegó la hora de que se fueran a su Luna de Miel.

—Amiga, protege a la bebé con tu vida.

—Calma, conmigo estará segura, Trisha es todo un angelito ¿O es que no confías en mí?

—No, no es eso, solo que no me agrada la idea de dejarla por una semana aquí mientras yo estoy en otro lado sin estar al pendiente de ella.

—Te comprendo perfectamente, pero también debes entender que tu también necesitas un descanso y pasarla bien, has pasado por tanto que esto es lo que te mereces, no te sientas culpable ¿ok?

—Además cuidará bien de ella, nosotros nos encargaremos de disfrutar las playas de Hawaii.

—Y también de como las van a disfrutar— dijo entre dientes

—¡Hey!— ella y Michael se sonrojaron

—¿Qué tiene? Igual tú Mike, necesitas un descanso y espero que vuelvan con un hermanito para Trisha.

—No es mala idea ¿Qué dices? ¿Lo intentamos?— preguntó mirándola

—Am... ya veremos— lo abrazó y ocultó su rostro en el cuello de Michael ya que se había sonrojado una vez más

—Bueno ya nos vamos, me despides de todos Gen.

—Si claro, ¡Oh se me olvidaba! Parece que su nena se quiere despedir de ustedes— dijo mientras le pasaba la bebé a Michael

—Mi amor, se una buena niña y te voy a extrañar mucho pero solo será una semana, te amo— besó su delicada mejilla blanca y abrazó a la pequeña y ella de inmediato abrazó a Michael

Ahora era el turno de que Linda se despidiera.

—Princesa, te voy a extrañar muchísimo pero no olvides que al igual que tu padre te amo con todo mi corazón— la abrazó, besó su mejilla y la cargó por unos momentos

—Cielo, ya es hora de irnos si no tampoco Trisha nos va a dejar.

—Si, lo siento— la dejó en brazos de su amiga

—Nos vemos en una semana— se despidió y volvió con los demás invitados

—No te molestó que insistiera en que tuviéramos hijos en la Luna de Miel ¿Verdad?— abrió la puerta del auto de su esposa para que luego el entrase

—No mi amor, si el destino decide que lo nuestro es volver a ser padres está bien.

—¿Y si le vamos ayudando un poco?— le dijo de forma seductora mientras besaba su cuello

—Mike... Esp--era— gimió un poco —Mejor esperemos a llegar a Hawaii y veremos que pasa.

Treinta minutos después llegaron a su departamento a cambiarse de ropa y a tomar sus maletas y dirigirse a la puerta pasaron por la habitación de Trisha y se quedaron observándola un momento.

—Vamos, se nos hace tarde.

Abordaron el avión y en unas cuantas horas ya habían llegado a Bora Bora, uno de los destinos turísticos más hermosos que ofrecía Hawaii. Y como era de esperarse la entrega de amor no pudo faltar, hubo momentos inolvidables que compartieron en esa semana tan mágica, se divirtieron, nadaron, salían a cenar, caminaban por la costa a medianoche, y se contaban sus más íntimos secretos, no dejaban de sorprenderse mutuamente con lo que se contaban, prometieron guardarlos y no contarlos a nadie, solo la luna y las estrellas fueron testigos de aquellos secretos.