My Heart is Full of Love © | Michael Jackson

| Capítulo 6 |

Michael despertó temprano y muy entusiasmado, ya que los niños de la fundación "Caring the Children" irían a Duxston . A él le fascinaban los niños desde que tenía memoria porque decía que entendían mucho mejor que los adultos y no les preocupaba nada como a ellos, y siempre que se le presentaba la oportunidad platicaba con ellos y a veces se preguntaba qué se sentiría tener un hijo.

Michael

Cómo se te ocurre pensar en algo así, Michael tienes 23 años ¡quita esa idea de tu mente!

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Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no escuchó que su mamá lo llamaba.

—Hijo ¿estás bien? Te llamé tres veces y no me contestaste.

—¿Eh? Ah si, estoy bien.

—Te noto preocupado.

—Bueno es que tengo muchas cosas en mente, la seguridad de Linda me preocupa y más aún por la persona que te conté que le hizo eso.

—A mí igual me preocupa, ella es un ángel caído del cielo, prácticamente.

—Si, exacto.

—Oye, y ¿Qué se le ocurrió a Duxston este año?

—Ya sabes, traer a los niños de la fundación, me siento tan bien al estar con ellos que hasta pienso que son mis propios hijos; pero tengo 23 años, aún no trabajo y debo desechar esa idea de u a vez si ya no quiero ilusionarme más.

—Cariño, todo con calma, verás que el tiempo pasa súper rápido, en cuanto menos te lo esperes tendrás empleo, te casarás y me darás nietos— dijo su mamá con una sonrisa cómplice

—Ya veremos que dice el tiempo, mamá— rio tiernamente

Partió a la escuela y cuando llegó vio que todos estaban muy ocupados arreglando unas cosas por aquí, otras por allá porque en menos de diez minutos llegarían los niños de la fundación, así que Michael no perdió tiempo y también ayudó.

A los 10 minutos llegaron y se pusieron muy felices al igual que los estudiantes porque realmente descubrían que podían ser generosos aunque fueran los "chicos malos" de la escuela. Después de hacer algunas dinámicas con los niños tuvieron tiempo para charlar con ellos y de alguna forma tomarlos como un ejemplo de vida y lucha.

Michael se encontraba hablando con uno de los niños.

—Y cuéntame ahora sobre ti Michael— dijo un niño llamado Rob

—Bueno, pues me gusta venir a la escuela a aprender, en realidad no tengo amigos, vivo con mi madre y tengo novia— dijo algo tímido

—¡Oh, que bien! Yo también soy como tú solo que no tengo novia.

—Tienes que ser paciente.

—Si lo sé, pero de todas formas quién va a querer estar con alguien con cáncer como yo— dijo triste

—Mira, créeme que ya llegará la persona indicada para tí y lo será porque no se fijará en cómo te vez, sino en tu interior, en tu corazón y tu eres un pequeño muy valioso ¿sabes?

—¡Wow! De verdad muchas gracias por tus palabras, tus hijos deben de sentirse muy orgullosos de ti cuando les hablas así y quieren un consejo tuyo ¿verdad?— dijo el niño inocentemente

—Que más quisiera, pero no, no tengo hijos aún— dijo con una media sonrisa y en tono melancólico

—¡Oh! Lo siento, no sabía.

—No te preocupes y... ¿crees que podamos ser amigos?

—Si, ¿por qué no?— contestó muy entusiasmado

Y así siguieron hablando de varias cosas hasta que los niños tuvieron que irse y Michael se quedó de pie hasta que uno de sus compañeros se acercó a donde él estaba.

—¿Estás bien?

—Si... oye, ¿no te haz puesto a pensar en que nosotros nos quejamos de nuestros problemas y esos pequeñitos pasan por cosas mucho peores y sin embargo siempre traen una sonrisa en sus rostros?

—Eso es cierto.

—Debemos empezar a hacer un cambio: empezando por el hombre en el espejo.

—¿El hombre en el espejo?

—Si, por nosotros mismos, debemos aprender de los niños, ellos le dan alegría a este mundo.

—¡Wow! Que intensas palabras ¿Y a qué viene todo esto?

—¿Es en serio? ¿detrás de que te digo esto no te das cuenta de mis intenciones sobre ayudar a los necesitados y aprender de un buen ejemplo?

Hubo un momento de silencio.

—Eso pensé— habiendo dicho esto se alejó de su compañero

Iba caminando, pensativo, era un hecho que nadie lo comprendía, a excepción de su madre y Linda, sí, ella era especial.

Llegó a casa de Linda y pasaron a la sala, ahí estuvieron hablando un largo rato.

—Esa fue una de las mejores experiencias de mi vida, lo juro- le platicaba Linda mientras reía

—¡Que bien!— se quedó en silencio

—¿Qué tienes, amor?

—¿Sabes qué es lo que quiero hacer? Ayudar al mundo, crear una fundación que ayude a los necesitado, niños sobre todo.

—Es por ese pequeñito que conociste hoy ¿Cierto?

—Si, ese niño me ha abierto los ojos— dijo

—Quiero que sepas una cosa, cielo. Yo te apoyaré en cualquier decisión que tomes, incluso con la fundación.

—Muchas gracias, no sé como agradecerte tu amor y apoyo, enserio— sonrió

—No agradezcas, con ser mi novio es suficiente.