Estoy apunto de llorar, porque el libro que estoy leyendo me está estrujando el corazón, o sólo es una excusa para sacar lo que tengo en mi interior, toda esa confusión y frustración que se juntó en mi este fin de semana quiere salir de mi ya.
—¿Alguien te hizo algo?—La voz de Paola hizo que cierre el libro y la mire extrañada, es raro que ella quiera saber de mi.
—No, es solo el estúpido libro, la autora se empeña en mantener alejados a mis shipps...
—No entiendo el sentimiento—Dice entrecerrando los ojos y acomodándose en su lugar.
—No importa... en fin... —Suelto un suspiro mientras ella me pasa su cuaderno de matemáticas para que verifique sus ejercicios, la chica ha mejorado bastante, ahora la veo con más confianza en las clases, pero así también se pasa estudiando un montón.
Al menos algo bueno quedará en Paola Reverni, si no es el espíritu que sea lo aplicado.
—¡Wow! Es increíble, los ejercicios están muy bien hechos.
—¡Gracias! estoy intentando mejorar... ¡Oye!—Exclama al ver que Federico y Giorgio toman mi libro y lo abren en donde estaba el marca páginas.
—...Y en medio de su doloroso adiós—dramatiza Federico—, ambos se fundieron en un beso cálido como unico consuelo... ¡Awww! ¡Qué tierno Gala! ¿Será que sabes lo que es un beso? Si quieres te podemos enseñar.
—Imbéciles— Digo poniendome de pie e intentando estirar el libro de sus manos, pero se lo pasa a Giorgio quien con su risa maliciosa anuncia que hará una estupidez—, deja el libro Giorgio.
—¿O qué ratita?—Giorgio toma una hoja y está a punto de arrancarla cuando Paola lo empuja al suelo y logra salvar mi libro de sus sucias manos—¡No era contigo perra!
—Te metes con Gala, te metes conmigo— Paola me devuelve el libro mientras observa con desprecio al chico tumbado, Federico ayuda a ponerse de pie a Giorgio sin despegar los ojos de Paola.
—¿Te enamoraste de la ratita Paola?—pregunta Federico.
—¿De verdad quieres jugar a esa carta Federico? te va a costar muy caro.
Federico resopla y Giorgio también, por lo que entiendo, ellos son los que están más en riesgo de perder que nosotras. Ambos deciden irse a sus lugares, en el momento justo en que van llegando más compañeros a la sala de clases, incluidos Renan y Asier.
—Gracias Paola.
—No hay de qué Gala, tenía que pagarte de alguna manera al fin y al cabo todas las clases de ayuda, así que...
—Lastima que reciba los pagos justo cuando me voy—Digo volviendo a mi lugar, Paola se sienta conmigo y me mira confundida—, la otra semana me mudo, me voy a vivir a Laos.
—¿Cómo? ¿Me dejas? ¿Quién me va a enseñar ahora?
—Por supuesto que yo, aún podemos hacer videollamadas tonta.
Paola hace una mueca y puedo notar como la tristeza ensombrecía su rostro, eso es raro, porque Paola no se inmuta por nada, ella de verdad es fría, interesada, y de doble filo, por eso es que me sorprende que la noticia la impactara.
—Entonces en el cumpleaños de Asier ya te haremos una despedida...
—Honestamente no sé si voy a ir...—Suelto la respuesta al cruzar mi mirada con el chico de ojos azules, quien hoy también tiene la tristeza sobre sus hombros.
—¡No! Gala, tenemos un plan para fastidiar a todo bicho engreído del colegio, por favor, te necesito.
—Hace unos años hubiese pagado por escuchar eso de Paola Reverni... ¿Por qué te importa tanto? Son solo chicos y chicas llenos de estupideces en la cabeza, tú eres más que ellos Paola, ¿No lo ves? has mejorado tus notas, ellos siguen siendo pésimos.
—Cierto... pero ellos tienen la seguridad de un día más yo no...
Entrecierro los ojos y me acerco a Paola, porque esa declaración me perturba ¿Qué quiere decir con eso? es una confesión suicida, o en sentido figurado... ladeo la cabeza intentando resolver la duda, pero me quedo quieta esperando a que ella hable.
—Me detectaron ELA—confiesa en un susurro y todo preconcepto que yo tenía de la chica explotó en mi cabeza, nada importaba ya, el rencor desapareció y mi corazón se llenó de compasión—, durante las vacaciones, y me sometí a un tratamiento muy costoso, desaparecí del mapa para mis "amigos" nadie se preocupó por mí, mis padres comenzaron a perder dinero, porque querían lo mejor para mi... como dije, nadie preguntó por mi, preguntaron por la "aparente pobreza en la que mi familia caía"
—Paola...
—No digas nada... de verdad, te lo pido, no me gusta, sólo quiero que nuestra relación sea la misma, como que tú no sabes nada, no me trates diferente... pero se esa persona que está, es lo único que quiero.
—Ok, te juro, que a pesar de la distancia, voy a estar para ti... y puedes ir a visitarme a Laos cuando quieras.
—Obviamente que iré, dicen que hay playas hermosas... ¿Entonces vamos a ir a la fiesta de Asier?
—Por tí... obviamente que sí.
—¡Gracias Gala! Espero alguna vez pagar todo lo malo que he hecho.
—Cosas de adultos, afectando a los hijos, no me debes nada, vivamos el ahora a lo máximo.
Apreté las manos de Paola y sentí su piel fría, frágil, como si fuera de tela, y ahora que sé lo que ella está pasando, comprendo su cansancio repentino, los masajes a las manos, o las veces que se le caían las cosas de las manos o cuando no coordinaba movimientos, la vida es un gran juego de azar, a veces nos sorprende, y otras nos aniquila.
Devuelvo a Paola su cuaderno mientras ella quita sus cosas para esperar al profesor, la observo y me sorprende como pudo guardar por tanto tiempo algo así, e imagino el peso gigante que debe cargar sobre sus hombros.
—Hola, podemos hablar—Me susurra Asier al oído, y aunque esté enojada con él, mi cuerpo sigue sintiendo y esa voz gruesa acariciando mi oído hizo que mi piel se eriza.
—En breve entra el profesor...
—Saltemos la hora...
Volteo a verlo, quedamos muy cerca uno al otro, y no sé si mis ganas de hacer algo indebido o la curiosidad de saber qué es lo que tiene que decirme hizo que mi interior se removiera y se llenara de ganas de por hacer lo que pide. Ser una niña mala por un segundo suena divertido.
—¿A dónde iríamos?—Pregunto curiosa, entusiasmada
—Por eso no te preocupes...
—Ok...
—Pero quiero que vayas preparada no sólo para hablar.
Ladea la cabeza hacia la izquierda de forma elegante y me ofrece una sonrisa muy seductora, causando que sintiera mariposas en el estómago, y no sé si esto es bueno o malo.
—¿No haremos nada indebido, no?
— Al saltar la clase, ya será indebido, Gala.
Me guiña un ojo, y las dudas comienzan a invadir mi cerebro, dudas que van desde si quiero seguir enojada con él, hasta si quiero volver a repetir ese beso tan tierno que me dió la noche del sábado.
Acomodo mi cabello tras la oreja, y finalmente decido que vale la pena arriesgarse.
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Harta de las alas (LIBRO 1)
Teen FictionGala De la Sierra Kempre, es la hija de Martsa Kempre De la Sierra y Danico De la Sierra, dueños de la más grande constructora de toda Latino América. Su vida y la de sus hermanos fue planificada y diseñada para alcanzar la perfección. Sin embargo...