Gala terminó durmiendo cuando subimos al coche, no aguantó las dos horas de película, tuve que llamar a Antonio desde su celular, y la verdad que fue muy gracioso, porque esta niña me dio su clave como si nada.
Si se pone así con unos tragos de gaseosa ¿Cómo se pondría si probase alcohol? Creo que tengo mucho que enseñar a esta niña, o se meterá en problemas muy fácilmente.
Ella está recostada en mi regazo, y la verdad que se ve muy tierna durmiendo profundamente.
Le acaricio la cabeza con delicadeza, esperando a que en algún momento despierte finalmente y le pueda contar su bochornoso momento de niña mimada al salir del cine porque no quise comprarle otro refesco.
Observo su rostro tan angelical, sus cabellos sedosos rebalando sobre su mejilla y me concentro en el rosa de su piel.
— Es increíble ¿no?—La voz de Antonio me trajo hasta la realidad de nuevo.
—¿Cómo?
—Qué es increíble, cómo un poco de azúcar derrumbó a la valiente Gala.
—¡Y eso que no la viste entrando de tienda en tienda y rogando que le compre otro refresco!
>>No puedo creer que nunca antes haya tomado una gaseosa.
—Los de la Sierra son muy estrictos, la verdad debí advertirte de esas cosas.
—Bueno, se supone que ella debía advertirmelo ¿no?
Antonio rie, en lo que el celular de Gala suena. Cuando veo que es Renan no dudo en tomar la llamada.
Deslizo mi dedo sobre el celular y llevo el móvil hasta mi oreja.
—¿Siguen en el cine hermosa?
—Fíjate que ya no, hermoso...
—Iuuu qué rápido te cambia la voz a hombre arruinado. ¿Me pasas con Gala?,
—Está dormida —Digo apretando la mandíbula mientras mi cuerpo entero se tensa.
Un silencio se hizo del otro lado, y no digo más nada hasta que él se digna a hablar.
—No lo entiendo, ¿Cómo es que Gala está dormida?
—No te voy a dar la explicación Renan, pero si te voy a decir que estamos yendo a su casa, Antonio, su chófer muy amablemente nos escolta, y Gala está durmiendo en mi regazo. ¿Necesitas otro detalle?
—¿Cómo es que tienes la maldita suerte de tenerla así?
—¿Qué quieres?
—De ti, nada, ya me las arreglaré para hablar más tarde con ella.
—¿Por qué haces esto? ¿No te bastó con quitarme todo el año pasado? Quieres seguir teniendo mis mismos amigos, mi misma vida, Renan, no te entiendo.
—No, la verdad hace mucho me dejó de interesar molestarte hermanito, y no quiero que tengamos los mismos amigos, tú puedes ser amigo de Gala, yo quiere ser algo más.
—Ni siquiera la conoces.
—Tú tampoco, y mira lo idiota que te ha puesto, hasta te dio coraje para enfrentarme, quizás ya chica tiene algo que nos enamora, sin razón, ni lógica.
—¡Adiós Renan!
Cuelgo la llamada con rabia, mi cuello se puso duro, mi respiración pesada, mis piernas tensas, mi cabeza no dejaba de pensar en cuanto detesto la idea de que Renan se acerque a Gala.
Miro a través de la ventana mientras las luces vienen y se van, sé que es tonto, pero me molesta profundamente que sea Renana, si fuera otro chico, estoy seguro que no me molestaría tanto.
ESTÁS LEYENDO
Harta de las alas (LIBRO 1)
Teen FictionGala De la Sierra Kempre, es la hija de Martsa Kempre De la Sierra y Danico De la Sierra, dueños de la más grande constructora de toda Latino América. Su vida y la de sus hermanos fue planificada y diseñada para alcanzar la perfección. Sin embargo...