—Martsa, lo que digo es realmente serio, y no tenemos otra opción —La voz de papá hizo que quedara en medio del pasillo—Vamos a tener que salir del país.
Escuchar esas palabras se sacudieron, no dude en pegarme a la pared de la oficina de papá para seguir escuchando mejor.
Mi corazón latía tan fuerte que escuchaba más mis latidos que la conversación de papá y mamá.
—¿Y quieres que dejemos todo y nos vayamos de un día para el otro? Te das cuenta lo que implica ¿Verdad? Esto no es una tontería, estamos hablando de irnos, lejos.
—Sí, y no creas que para mi es una decisión sencilla, pero sabes tan bien como yo, que esto es más bien por ti, que por mi.
—¿Ahora soy yo la culpable de traer abundancia a esta casa?
—¡Martasa! Por favor no empieces.
—¿Empezar? Por decir la verdad, esto no es lo que yo quiero, se supone que hice detalladamente cada paso para que lleguemos hasta aquí y ahora tengamos que irnos, simplemente porque sí.
—¿Quieres mantener el estúpido nombre de nuestra empresa arriba Martsa? ¿Quieres conservar tu fortuna, tu reputación y la constructora que tanto nos esmeramos en construir?...—Papá guarda silencio—Entonces hacemos esto y punto.
—Bien, pon fecha, para hacer las gestiones.
—En 15 dias, nos vamos a Laos, ya tenemos casa, y dinero transferido allí, ahora, esto debe parecer normal, un viaje más, no empecamos nada que no parezca una huida.
—¿Por qué no vamos a en algún avión privado?
—Porque no, ¡Dios! No lo entiendes, debe parecer algo tranquilo, esta tarde vas por los boletos, y en la fiesta de aniversario cuentas a todo el mundo que vamos a Laos... ya me encargaré yo de hablar con los niños que nos mudamos.
—Ya te quiero ver como te va con tu angelito.
—No hables así de Gala, es sólo una niña, a la que estás presionando de sobre manera.
—No es así... sólo quiero llevarla por el camino sencillo, por donde no tenga que sufrir por... nada.
—Hablando de eso, ya veo que vas a tener que cambiar de opinión sobre esa fiesta del próximo fin de semana, vas a tener que darle permiso...
—Estás delirando, no quiero que se junte con ese muchacho.
—Y yo no quiero que arruines la vida de nuestra hija... ella va, punto.
Escucho a mi madre arrastrar los pies, y estoy segura que se prepara para salir de la habitación, por lo que fui corriendo hasta la habitación contigua a esconderme.
No fue hasta entonces que caí en la cuenta de que estaba llorando, ¿me afecta el hecho de tener que dejarlo todo? Para ir a vivir en un país tan lejano al mio ¿O es el hecho de que lo estoy relacionando con las malversaciones? Sea cual sea el caso, este hecho esta sucediendo en medio de muchos cambios en mi vida, justo cuando al fin ya no me sentía sola, cuando al fin pide tener algo real, como ese beso aventurero y atrevido con Eire.
Aunque no tengo idea de qué es lo que siento por el chico, lo que se es que esto es muy extraño, y que si me dan solo 15 días, los voy a usar para averiguar qué mierdas son las que guardan tras esta fuga...
Cuando ya no oigo ruidos me salgo de la habitación y me dirijo al patio, la verdad es que me siento abrumada, y lo que quiero es llamar a Asier, para que me ayude a llegar al fondo de esto.
En un principio yo iba a ir al comedor para servirme el desayuno, pero se me acaba de pasar, ahora tengo otras prioridades.
Al llegar afuera saco el celular y camino con rapidez hacia el depósito, pues no quiero que papá o mamá me vean afuera de la casa y me hagan una interrelación, así que, me meto a la caseta de herramientas y llevo el celular a la oreja y la mano libre a la boca para morderme las uñas.
—¡Son las 7:00 de la mañana un domingo Gala!—La voz de Asier suena dormilada y no voy a negar que a pesar de mi inquietud y del dolor me parece muy sexy su timbre de voz.
—Te necesito... y a tu magia cibernetica...
—No hakeo cuentas de Facebook — se burla.
—Pues, no es una cuenta de Facebook... pero sí quiero que lo hagas en la computadora de mi padre y no hay mejor día que hoy por la noche... estarán muy ocupados.
—¿Me está dando una misión Agente de la sierra?
—Sí... y necesito con locura, saber si mi padre está detrás de las malversaciones.
—¿Estás bien Gala? Suenas a que estuvieras llorando.
—Ya no, pero lo hice, ahora sólo quiero información...
—La tendrás hermosa ¿debo ir de smoking?
—Más vale que vengas presentable...
—Nos vemos niña.
—Nos vemos.
Corto la llamada, guardo el celular en mi bolsillo y me llevo ambas manos a la cabeza, me friego los ojos y respiro profundo, esperando, aguantando porque siento que voy a explotar en cualquier momento.
De repente me imagino viviendo en Laos, lejos de todo lo que conozco, lejos de Antonio, de Lisenda, de Eire... de Asier y me duele.
Decido volver a casa porque en teoría debo presentarme al desayuno, cuando estoy porbsalir Eire entra con unas herramientas en mano, las cuales se le caen al suelo al verme, y yo me sentí invadida por una corriente eléctrica cuando lo vi.
—Se... señotita Gala...
—Solo Gala, por favor, ya nos conocemos, de cerca, muy de cerca—intentó decirlo con algo de seriedad, pero la verdad es que me gusta incomodar al chico.
Eire se aclara la gargantaby juega con su cabello, la verdad es que moria de ganas por echarme a llorar y contarle lo que me está pasando ¿Pero qué podría él entender mi pesar?
Eire es solo un jardinero carilindo, que besa bien y se ve genial, pero no es lo que Asier o Renan son... gente que entiende mi pesar.
Sacudo la cabeza y decido que no debería seguir coqueteando y que debería simplemente volver a la casa, doy unos pasos decidida a alejarme de la tentación que representa el jardinero, cuando siento un agarre firme en el ante brazo. Giré, lo miré con algo de arrogancia, por un segundo el aflojó el agarre, pero no importa cuantos males me pongan en frente, la llama de recuerdo de nuestro beso se encendio en mi conciencia y mi piel se estremeció al ver como el chico cambio su actitud de timidez a cazador.
—¿Estás bien Gala?—pregunta bajo, en un susurro cálido que recorre mis tímpanos y de allí mi piel.
—Sí... podría estar mejor... claro está.
—Reconozco esa mirada—dice sin soltarme—. Me observas con inferioridad, menos precio y duda... ¿A caso lo de anoche sólo fue un arranque de curiosidad?
—Sí, lo fue—respondo y su agarre se va debilitando, pero no me suelta aún—. Pero no voy a negarte que soñé con ese beso toda la noche.
Él iba a decirme algo más, pero me solté de su agarre, vi como sus ojos se abrían más, con esperanzas, claro, yo no soy tonta, me quedan 15 días aquí, si a mi padre le sale bien su jugada y quiero ver si puedo disfrutar un poco más de Eire sin miedo alguno.
—Nos vemos luego Eire.
—Yo no quiero verte... yo quiero besarte—dijo eso me gustó pero ya no hay tiempo... debo prepararme para el evento de hoy, ya me ocuparé de mi jardinero en breve.
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Harta de las alas (LIBRO 1)
Fiksi RemajaGala De la Sierra Kempre, es la hija de Martsa Kempre De la Sierra y Danico De la Sierra, dueños de la más grande constructora de toda Latino América. Su vida y la de sus hermanos fue planificada y diseñada para alcanzar la perfección. Sin embargo...