Regalo de cumpleaños

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Gala estaba sentada en la biblioteca con Paola, ambas estaban mirando atentas un cuaderno mientras la chica explicaba con entusiasmo algo a su bully.

Estoy por ir junto a ellas cuando veo llegar a Renan quién se sienta en la misma mesa que ambas, mi cabeza estallaba al ver que pone sus dedos sobre la mano de Gala. Los tres sonrien por alguna razón, y eso me pone celoso, para ser realmente sincero conmigo.

Finalmente voy hasta ellos, con las manos en los bolsillos, los tres siguen riendo, como si todo fuera divertido, como si nada tuviera importancia más lo que pase en esa mesa.

—¡Hablando de Roma!—anuncia Paola al verme.

—¡Ahhh! ¿Era yo el chiste de esta conversación?

La risita de Gala se metió en mis oídos como si fuera un pequeño gusano, y me dió algo extraño, algo entre el placer y el enojo.

—No tonto—habla Gala—. Sí hablamos de ti. Pero estábamos hablando de qué podríamos regalarte, y Renan la verdad que es muy ocurrente, sin embargo, no te preocupes que sali en tu defensa, y les estaba contando que ya tengo el regalo perfecto para ti.

Estaré una silla a lado de Gala y me senté justo a su lado, bajo la atenta mirada de Renan, quién estaba apretando su mandíbula al ver que me acerco más a Gala.

—¿Ahhh, sí? Dime entonces a ver si realmente será un regalo perfecto.

—¡Miren a este!— Paola jugó con su lápiz en el aire mientras yo notaba el claro coqueteo de la chica hacia mi, pero la verdad no me interesa— Mejor espera Asier que pronto sabrás por cierto ¿Estoy invitada?

—Lo estás Paola, claro que sí

Contesté amablemente, porque aún sabiendo que la chica me estaba coqueteando, se ha portado muy bien en estos días, pero eso no es todo, también ha demostrado ser un persona muy responsable.

Pero aparte de eso, ella ha sido víctima de lo mismo que ha hecho por años a Gala, sus amigas la ningunean, nuestros compañeros la discriminan y la hacen a un lado.

Hemos descubierto, porque no nos ha contado, que su familia perdió mucho dinero, y ahora básicamente está aquí porque su escolaridad está completamente pagada.

No significa que Paola sea pobre, par nada, si hacemos un top 100 de millonarios, lo que ocurrió con la familia de ella es que pasaron del puesto 30 al 90, pero en este lugar, bajar de puesto en el top es trágico, tristemente.

¿Por qué entonces tanto drama con estudiar aquí? Porque el prestigio lo es todo, y los adolescentes son crueles, ¿Por qué su familia perdió dinero? No tenemos idea, de hecho, ninguno de nosotros.

—¿Y ya está tu lista de invitados hermano?—Pregunta Renan mientras me ve con recelo cuando tomo el lápiz de Gala y comienzo a jugar en el cuaderno de la chica.

—No... no lo necesito, no irán más que mis amigos, o sea, Gala, los hermanos de Gala y Eire.

—¿Qué? Estás de broma— Gala me habla con una sonrisa burlona—. Dijiste que seria La fiesta.

—Lo será...—digo mientras dibujo una A enlazada a una G en la esquina de su hoja.

—No, sin gente será aburrido... anda, invita a todo el colegio y veamos como se mueren de la envidia por ver tu cada, por fa, por fa, por fa ¡Hazlo por mi!—suplica juntando sus manos—Quiero ver como se les cae la cara de envidia.

Sonrío, porque se ve tierna haciendo eso, lo que me jode un montón, porque no puedo creer que voy a caer.

—Ok, hagamos la invitación al colegio entero...

—¡Bien!—dicen ella y Paola cuando chocan los 5 por eso.

—¡Vaya! Es la primera vez que cambias de opinión en menos de 5 segundos—Renan reclama, pero lo ignoro, ahora mismo no es que me interese sus quejas.

Renan, me quita el lápiz de la mano, y estira el cuaderno de Gala, quién solo nos mira con curiosidad, sin dar importancia a que estemos escribiendo en su hoja.

—¡Ahhh miren! El club de los rechazados—la voz de Giorgio golpeó mis tímpanos y la risa de Federico me llenó de rabia.

—¡Ahhh! Miren, los socios fundadores de Idiotalanadia—Habla Renan

—Los alcaldes de Crige City— Paola se cruza de brazos.

—Los reyes del reino imbecilidad—Gala hace un gesto burlón.

—Los bufones de la realidad ¿Qué quieren?—Pregunto tajante.

—¡Ay por favor!—Habla Federico —. Ustedes creen que sus insultos de cuarta nos afectan.

—Mira Paola que bajo has caído, juntarte con los odiosos, en especial con esa zorra. —cuando Giorgio acabó de decir eso, Renan ya estaba parado delante de él y yo había empujado la silla con fuerza.

Del otro lado la bibliotecaria también se había puesto de pie y miraba hacia nosotros con represión. Esto puede acabar mal para todos.

—Dilo una vez más— mi hermano habla entre dientes, y Giorgio sonríe con malicia cuando Paola habla.

—¡Ja! Cómo si ustedes fueran la crema y nata, por favor, Federico, Giorgio, no me hagan hablar, más vale que nos dejen en paz, si no quieren tener un pequeño rumor que corra por los pasillos del colegio.

—Tú ya no tienes amigas— acusa Federico.

—Como si fuera lo que busco, lo único que necesito es el momento adecuado y la persona dispuesta a difundir el rumor, si me quieren o no es otra cosa, el punto es que sabran que es real... así que, más vale...

—¡Ya entendimos! Paola— Giorgio retrocede con las manos al aire, casi como pidiendo permiso, perdón y cuidado—. Pero recuerda que en algún momento estarás sola...

—Ya querrán encontrarme sola...—Amenaza la chica, y con esa advertencia, los dos se retiraron.

—¡Carajo! Quiero ese super poder— exclama Renan.

—Igual, a ver Paola, ¿nos cuentas?—Gala suena entusiasmada.

—Yo también quieri saber— hablo mientras me siento...

—Bien, este será tu regalo de cumpleaños..  Asier, pero deben prometerme silencio.

Los tres oyentes levantamos el meñique y esperamos el relato, y la verdad, vaya regalo, el que me acaba de dar Paola.

Harta de las alas (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora