Capitulo 34 "Los Al Sahir"

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Furkan.

No se en que momento fueron tan rápidos.
Estos hijos de puta lo planearon bien, sabían que me iba a mover con pocos hombres.

Se donde estoy, los hijos de puta me trasladaron a Los Ángeles, pero no puedo contactar a nadie.
Me dejaron aquí todo el día, solo me robaron un anillo.

Malditos bastardos.
Cuando salga de aquí los voy a aniquilar uno por uno y les voy a dar de comer sus viseras a mis perros.

Mi gente me va a encontrar, Evee se va a dar cuenta y me buscará.
Se que por más dulce y aniñada que parezca, tiene mis genes vengativos e impulsivos, eso la hace destructiva y desalmada en situaciones como esta, de la misma forma que yo.

Por más de que no me guste que esté involucrada, es necesario para saber combatir, ya que es la hija de el mafioso mas grande y tiene que saber luchar, defenderse y ser feroz.

Escucho la puerta abrirse y entra la psicopata de mi ex rehén.

—Tienes que querer morir dolorosamente, para tener el coraje de secuestrarme niña tonta. —Espeto riendo.

—No tienes derecho a hablarme idiota. —Dice abofeteándome. —Estas aquí para que te mate a ti y a la zorra de tu hija. Así tomo tu terreno y soy la nueva dueña de L.A.

—¿Te crees muy mafiosa no niña caprichosa? No sabes a que estas jugando, ni con quien. —Digo soltando poco a poco mis manos de la soga, sin que note absolutamente nada.

—¡No estas en posición de amenazarme Furkan! Estas en mi dominio, aquí el poder lo tengo yo. —Dice riendo.

—Los Angeles son mi dominio niña y estas desatando un infierno que no vas a poder controlar. Mi estadía aquí es corta y te aseguro que mi pequeña va a arrancarte la garganta con sus propias manos. —Digo soltando la primer mano disimuladamente.

—¡Voy a cazarla y matarla en tu presencia, para que sufras y por fin concluir con lo que comenzó mi familia. Terminar con todo tu maldito clan! —Dice acercándose a mi oído. —Voy a despellejarla completa.

Rápidamente la tomo del cabello acercándola a mi cara, mientras suelto la otra mano. Su sorpresa es obvia y veo el miedo en sus retinas, pero intenta no demostrarlo.

—Que algo te quede claro pequeña mafiosa. —Le digo hablándole a el oído. —Los adultos no juegan con niños mal educados que no saben respetar a sus mayores oponentes.

Su respiración se vuelve loca y su pulso le hace resaltar la yugular que estoy deseoso por cortar.
Empieza a sudar y su pánico se hace visible.

La tomo de la cadera pegándola a mi, la acerco a mi boca distrayéndola y le quito el arma.
Se desestabiliza aún más y empieza a temblar levemente. Pero en ningún momento baja la mirada de la mía.

Algo de cojones tienes Johnson
Más bien locura.

—No sabes lo que este sugar daddy puede hacerte. Puedo ser tu peor pesadilla dulzura, la tortura de antes, no es nada con lo que puedo y quiero hacerte después de este atrevimiento tuyo. —Saco el teléfono de su bolsillo, mientras le apunto y marco el número de Brandon, pero no es el quien atiende.

¿Si? —Contesta.

—¿Queen? —Cuestiono —¿Que haces con el teléfono de Brandon?

¿Furkan? ¡Mierda! ¿Donde estas? —Pregunta agitado.

—Estoy en el dominio de los Johnson. Al Este. Vengan preparados, son muchos.

Fénix: Desamor, locura y pasión © (#1)  [ ✔️ ] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora