Fénix: Desamor, locura y pasión © (#1) [ ✔️ ] (EN EDICIÓN)

Capitulo 51: "Serenidad"

Mi recuperación después de dos meses fue rápida.
Comencé a entrenar con la élite y me sentía perfectamente bien. El masca pasos me lo quitaron, ya que mi corazón se estabilizó solo después de un tiempo.

Mis pequeños salieron de cuidados intensivos, están sanos y regordetes a comparación del tamaño con el que nacieron.

La pequeña Emma es toda una guerrera, el
medicamento al parecer le esta haciendo efecto y ya no tiene demasiados ataques. Ambos tienen los ojos azules de Dominic, salvo que Emma es pelirroja, no un rojo tan intenso como el mío, sino más color cobre.

La maternidad es pesada a pesar de que soy la persona más feliz del planeta con ellos en mi vida. Pero duele, el postparto duele, las tetas duelen, básicamente te duele todo el cuerpo. No duermes absolutamente nada normalmente con solo un pequeño, así que multiplica todo el cansancio normal de madre por dos.

Oliver es tranquilo, tiene un carácter más sereno y apegado.
En cambio Emma es más gritona y pide atención todo el tiempo, pero lo recompensa con esa mirada de ángel.

Dominic es el mejor padre que les pudo tocar, es atento, cariñoso y se encarga de ellos tanto como yo. No quita que haga chistes referido a que los botaría por la ventana cuando lloran demasiado o que los odia por no poder tener sexo conmigo desde que nacieron.
No lo juzgo a veces también lo pienso.

El finalmente se alistó conmigo en la élite, le insistí semanas y siempre me daba la misma respuesta

No.

Creo que finalmente terminó sediento, cuando me fue a buscar al entrenamiento.
El tenía a ambos bebés en el canguro y me observaba dé lejos.

A propósito salude a Clark Oliveira, sabía que la ultima esperanza de que Queen se inspire a unirse, era tocándole los cojones y lo conozco tanto que apenas me acerqué a saludarlo y a besar la mollera de mis pequeños, me dijo en un tono muy seco.

— Llenaré ese maldito formulario, con tal de no ver a los Oliveira babear cada qué haces un movimiento. —Le mostré mi mejor sonrisa victoriosa y el me observó confundido.

—Se cuidarme sola cadete. —Hago una pausa y lo observo. —La puta ama de la mafia, va a brillar adentro del maldito FBI.

— ¿Sabías que si lo descubren son más años por traición no? —Habla serio entregándome a Oliver y beso su pequeña cabecita rubia.

—Mi amor, si lo descubren me lanzarán a la hoguera de todas formas. —Río ante su cara de enojo. —Tranquilo, si Furkan dijo que era seguro, es porque lo estudió todo.

Así que gracias a mi futuro marido tóxico, estamos todos en la élite y gracias a Daniel que convenció a Karla, la ex cuidadora de papa, para que se convierta en una niñera canguro, puedo entrenar y tener a los mellizos cuidados y en confianza.

Me adentro en mi habitación para asearme, hoy entrene poco, ya que quiero pasar más tiempo con los niños.

Mi vida se divide en dos partes, el ejército y mi familia.

A papá lo veo casi todos los días y cuando no esta en la ciudad, me llama por Skype a cada hora preguntando por los niños.

Ver a Furkan como un abuelo dulce y orgulloso me hace reír a veces, cuando recuerdo lo frío y morboso que era cuando lo conocí. Mato a decenas de personas, tanto inocentes, como mafiosos.

Hace poco me confesó que tenia el afán de torturar a los narcotraficantes violadores, sobre todo los pedofilos.

No los mataba, a algunos los mutilaba y los dejaba eunucos, dejando que la infección avance, metidos en jaulas como ratas y a otros, los mandaba a violar por sus hombres día y noche, hasta que no resistían más o morian en el acto.