Fénix: Desamor, locura y pasión © (#1) [ ✔️ ] (EN EDICIÓN)

Capitulo 16: "Queen"

La peor pesadilla que eh tenido estos años es estar en frente de Dominic y paralizarme.

Sin saber que decir o hacer.
La única oportunidad que tengo de abofetearlo, se desvanece en cada sueño hasta que despierto.

Ojalá esto fuera un sueño.

Giro para salir al balcón que tenemos en la oficina, pero necesito un cigarro y no tengo.

Decido girar para enfrentarlo o por lo menos pedirle un cigarrillo, pero hacer contacto visual con el me paraliza.

—Estas bien Stone. —Cuando mi apellido sale de sus labios me estremezco.

—Si...Solo... Necesito un cigarrillo. —Digo nerviosa indagando en los cajones de Marco.

Siento una tensión detrás mío.
Su calor, su respiración y su aroma me erizan la piel.
Traza su mano delante de mi cara con un cigarro.

—Toma. —Me dice sonriendo de lado.

—Gracias. —Es lo único que me sale y tomo el cigarro.

Me voy a el balcón casi corriendo.
Al fin a salvo.
Lo prendo con tanta desesperación que me ahogó.
Mis manos están puestas sobre el barandal sudadas, mirando a la ciudad.
Como si por un segundo, esa vista y esa inhalada me relajen.

Pero esa tranquilidad termina rápidamente.

Siento esa tensión, esa sensación que solo sentía cuando el estaba cerca mío, como se atrae un imán negativo con uno positivo.
Se acerca a la baranda al lado mío y mira al horizonte como yo.

—¿Tienes fuego? —Me dice tan tranquilo, extendiendo su palma para mi lado.

—Ni si quiera lo intentes. —Digo dandole en encendedor.

—Solo te estoy pidiendo fuego Stone. No seas dramática. —Dice mirándome con el rabillo del ojo, y yo siento fuego en el cuerpo. No puedo evitar enfurecerme.

—¿Crees que siempre va a ser así de sencillo? —Digo pidiéndole el encendedor y mirándolo a los ojos directamente. —No tienes derecho de ni siquiera mirarme Queen. —Digo corriendo la mirada de la suya.

—Stone. Por favor.Ahora no.

Dice tocando mi mano al devolverme el encendedor.
Claramente el contacto directo me hace sentir una electricidad de pies a cabeza y su mirada no se pierde uno solo de mis movimientos.

—Paso hace mucho, ya no interesa esta conversación. —Mi voz sale tan fría que hasta yo me estremezco.

—Se que ese derecho lo perdí al dejarte.
No espero otra reacción. —Suspira inhalando su ultima pitada. —Solamente vine por negocios.

—¡Perfecto! —Digo haciendo una risa sarcástica.

—Solamente necesitaba aclararlo. —Apaga su cigarro en el cenicero y se va.

Yo suspiró dándome cuenta que el mio se consumió solo.

—Mierda. —Grito con odio y tiro la colilla por la baranda

Necesito irme
Tengo calor.

Salgo corriendo y le grito a Marco que tengo que irme con urgencia.

Al salir de la oficina veo a David y lo tomo del brazo.

—¿Qué pasó Sirenita? —Pregunta al ser secuestrado por mi.

—Cállate y sígueme. —Hablo jalandolo del brazo.

Entramos en una oficina que está desocupada, solo tiene un mueble y un sofá. Lo tiro del brazo y lo entro de una vez.
Cierro con seguro la puerta y giro a verlo al maldito Nórdico que esta en frente.