Capitulo 45: "Ellos"

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Dominic:

La a doctora nos despierta ingresando a la habitación.
Me levanto al baño, las dejo solas y me doy una ducha.

La noticia de ayer me dejo un gusto amargo en la boca y una migraña que no desaparece.
Jamás me gustaron los niños y nunca quise ser padre, menos con la vida que llevamos. Se que Evee piensa diferente, pero no me convence.

Salgo secándome el cabello con la toalla, la doctora se queda observándome de pies a cabeza y cuando Evee voltea su mirada me fulmina.

— ¡Maldición Queen, ponte una maldita sudadera joder! —Espeta molesta. —Ten un poco de educación.

Ruedo los ojos fastidiado y me coloco la sudadera.

—Discúlpelo. —Le habla a la doctora. —¿Como salieron los resultados?

—Señorita Evangelina, me temo que las noticias no son muy alentadoras. Su embarazo es de alto riesgo, como ya se lo comenté, pero algo me resultó extraño en el ultrasonido. —Hace una pausa. —Pero con el incidente de ayer, no logré detectar el problema. Así que le haré otra hoy por la tarde. Ustedes desean seguir el embarazo ¿Verdad? 

Stone me observa, en busca de una afirmación, pero solo evito el tema.

—Si, por supuesto. —Responde ella por los dos.

—Su embarazo la pone en riesgo, también lo sabe ¿Cierto? —Habla preocupada.

—¿Riesgo? ¿Que tipo de riesgo? —Habló interrumpiendo su respuesta.

—Demasiados, señorita Al Sahir, usted murio estando en gestación. Su cuerpo en este momento está completamente débil y no está preparado para un embarazo. Como tampoco sabemos si el feto se desarrollará bien. Ya que usted recibió una gran cantidad de Adrenalina para que su corazón vuelva a funcionar y sin contar que fue reanimada reiteradas veces con desfibrilador. —Hace una pausa y me observa. —Hay opciones, pero usted decide.

—¿Opciones? —Cuestiona Stone molesta.

—Un aborto sería la mejor alternativa. Para dejar que su cuerpo sane y el día de mañana pueda gestar sin complicaciones.

—Eso no es una opción. —Contesta ella cruzándose de brazos.

—Su vida corre peligro, señorita Al Sahir. —Contesta tranquilamente la doctora.

—Piénsalo joder. Te puedes morir. —Hablo molesto.

—No importa, si mi hijo vive. —Contesta furiosa.

—¿Y para que? ¿Para quedarse conmigo? Yo no quiero un maldito niño, menos si no te tengo a ti. —Grito enojado. —Nunca me gustaron los mocosos ¿Y que sentido tiene aceptarlo si tu no vas a estar?

—Ese maldito niño es tu hijo Dominic, tanto como mío. —Habla con lagrimas en el rostro.

—Y tu lo quieres, yo no. Si por lo menos si estuvieras bien lo aceptaría, pero no voy a dejar que mueras por un maldito baboso que no sabrá valerse por si mismo. ¿Que tipo de educación quieres que tenga conmigo eh? Ni padres tuve y lo único parecido a una familia que tengo, lo elijo sobre ti. Así que no me vengas con estupideces, no vas a arriesgarte. —Espeto furioso y ella se levanta rápidamente, su cara no emite emoción mas qué furia.

—¿Y quien demonios crees que eres tú para decidir sobre mi maldito cuerpo? —Se tambalea, pero me enfrenta de todas formas. —Si tú quieres hacerte a un lado, bien por ti, pero no vas a decidir si mi hijo nace o no, esa es mi decisión, porque se está gestando en mi cuerpo y yo si lo quiero. —Me apunta con el dedo. —Eres un maldito cobarde.

Fénix: Desamor, locura y pasión © (#1)  [ ✔️ ] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora