𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 ── 𝐒𝐍𝐊

𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

Un paso más adelante.

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Sentía el suelo del muro Sina retumbar en un leve temblor, viendo como los cañones se elevaban para atacar a ese titán que en unas horas, sería capaz de tocar la muralla. Estábamos postulados en el distrito de Ovrud, en una fila y observando cómo los cañones no parecían hacerle el mínimo rasgue a ese titán. Parecía un gusano, se arrastraba y solo eso. El sol estaba pegado a nosotros, la brisa mañanera se había ido, la calor se sentía y me abrumaba. Estaba colocando mi peso en mi pie lastimado, aunque me dolía, empezaba a relajarse el dolor y me daría ventaja a no tener que caminar de manera coja. Estaba cansada, y juraba que si salíamos de esta, seria capaz de dormir durante los próximos tres días sin ver la luz del sol. Me mantuve allí parada, junto a mis compañeros y mayores que nos comandaban, pero aún parada sin hacer nada, no dejaba de observar mi horizonte. Veía a esos soldados junto a los cañones, con la esperanza de defender su distrito, pero aún así, nada pasaba. Las gotas de sudor se derramaban por sus frentes y veía sus expresiones llenas de frustración, la cual me hacía sentir más que impotente. La situación nos abrumaba, esperábamos de manera estratégica poder atrasarlo con los cañones, pero no veíamos ventana.

Además de esta situación, se avecinaba otra encima de unos hombros ajenos, y es que podía ver en la misma línea como Historia Reiss observaba al titán que su padre portaba. Tan pronto finalizáramos esta misión, debería encargarse de la realeza, debería convertirse en la reina de los muros; esto debido a su verdadero linaje real. Su expresión se notaba decaída, se veía como intentaba de dividir sus emociones con su deber. Deje de mirarle, haciéndome sentir más impotente de no poder deducir algo más que pudiese ayudarle, pero tristemente era su deber. Me crucé de brazos, observando cómo a mi lado yacía parado Erwin. Su horizonte miraba al punto que nos tenía en tensión, y parecía estar visualizando sus próximos movimientos o deducciones para sacarnos de este gran lío. El calor se seguía pegando a nuestros cuerpos, y cuando alce la mirada para ver más allá, me topé con su mirada. La sensación de que me observará me erizaba la piel, como si me recorriera por completo, pero todo cambio cuando no tan solo esos grises ojos me observaran, si no los verdosos azulados ojos de Eren que también me miraban como los de Levi. Ambos estaban aún lado del otro, y ante sentir esa abrumó, deje de mirarles.

-Bueno, veamos.-la voz de Erwin prevaleció ante ver cómo las tropas de guarnición en el terreno lanzarían los cañones, pero ante eso, no hubo ningún daño al titán; ni siquiera rozaron el objetivo, la nuca.-Los resultados parecen ser bastante pobres.-indicó ante ver cómo nada le afectaba, perdíamos ventaja.

-¿Y qué esperabas?-le preguntó Levi con sarcasmos a su lado.-Los cañones de arriba tenían un ángulo mucho mejor y tampoco han conseguido acertarle en la nuca.-comentaba.-¿Como lo ves?-le pregunto de manera serena, y yo, le observaba.

-Soldado de aquí y de allá, armas desempolvadas y estrategias improvisadas, y encima estamos al norte de la zona interior.-le respondió Erwin.-Es imposible que sean tan eficaces como un batallón acostumbrado a luchar en primera línea, pero ahora mismo son la mejor fuerza militar de la que disponemos.-terminó diciéndole, mientras que veía como Levi y él miraban al horizonte, igual que los demás.

-Ya. Todo eso lo sé de sobra.-le interfirió Levi con esa cortante actitud, esa que realmente parecía ser parte de él.-Además en este caso, nuestra propia estrategia no es más que una apuesta salvaje, como todo lo que se te ocurre a ti.-deje de mirarle, para así, observar al otro lado del muro a Hange.

-¡Erwin!-gritó ella, llamando la atención de todos nosotros.-¡Aquí lo traigo!-veíamos cómo sostenía unas cuerdas, y una gran red.